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“EL NAPO Y EVO”

by Carlos A. Bravo Matus

Me llamó la atención que recientemente el Sr. Napoleón Gómez Urrutia, ex prófugo de la justicia por haber robado millones de pesos a los trabajadores mineros que representaba como líder sindical y retornado para ostentarse como senador de la república,, esté abogando por los trabajadores que se encuentran bajo el régimen de empleados de empresas diferentes a las que laboran, lo que se conoce como outsourcing, y que concentra millones de empleados que trabajan únicamente por su salario, pero que no tienen ninguna otra prestación de las que marca la ley del trabajo, incluyendo seguridad social. Si bien hay cientos o quizá miles de empresas que contratan a personal de esa manera, es notorio que los gobiernos federal, estatales y hasta municipales tienen a millones de empleados, ocho según el Napo, contratados en esas condiciones, sin que les den seguridad social, derecho de antigüedad, Afores ni ninguna otra; y hablando de seguridad social, el Instituto Mexicano del Seguro Social, que es incisivo contra los patrones que no inscriben a sus trabajadores, tiene miles de empleados a los que no les da siquiera esa prestación, argumentando que son suplentes, eventuales e incluso médicos que laboran sin base en clínicas de diferente nivel.

En efecto el outsourcing es una forma de contratación muy amalada que evade supuestamente de manera legal, las prestaciones de ley, sin embargo debe evaluarse muy bien la propuesta, dado que muchos empleados que laboran de esa forma, son jubilados y les conviene ante el riesgo de que les quiten la pensión si continúan trabajando y percibiendo prestaciones de ley; sin embargo es una medida necesaria principalmente aplicable a empleados de gobierno, que solo reciben un sueldo a pesar de laborar por muchos años sin tener derecho a jubilación al no crear antigüedad, tampoco reciben seguro social, seguro para el retiro ni los demás beneficios que otorga la ley federal del trabajo, incluyendo el derecho a huelga y laborar bajo el riesgo de ser despedidos sin un motivo valedero sin derecho a indemnización ni reclamo contra el despido, como recientemente sucedió con miles de empleados de secretarias y dependencias de gobierno, que de la noche a la mañana se enteraron estar despedidos y hasta con la prohibición de acceder a sus oficinas para rescatar sus pertenencias.

En cuanto al ex presidente Evo Morales, se fue como las chachas, obviamente se tuvo que enterar el servicio de migración, pero huyó a Cuba según que para que lo viera un médico y que está indeciso si regresa a México o se va a Argentina para seguir planeando la contraofensiva ante la creación de un nuevo gobierno boliviano, a fin de recuperar el poder de su dictadura.

Si bien empezó su gobierno con buenos objetivos y logros, pero el poder lo corrompió y ante los reclamos de su pueblo, huyó sin que hubiera un golpe militar o civil. Además tal parece que andará a salto de mata al ser buscado por Interpol para que responda a las demandas por diversos delitos en su país. Así que ojalá no regrese, pues su admisión por más que quieran aparentarla como ayuda humanitaria, es una vergüenza al aceptar a un ex gobernante corrupto.

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