El sector gobierno es visto muchas veces, en el interior y exterior, como el principal responsable de la corrupción y el lugar donde ocurren más estos actos.
Hay quienes aseguran también deben incluirse a empresarios, medios de comunicación y otras organizaciones de la sociedad civil como los responsables en los esfuerzos anticorrupción en busca de abatir prácticas ilegales.
Existe una percepción de mayor corrupción en las grandes empresas que en los pequeños negocios. Lo cierto es que las grandes empresas tienen una mayor capacidad para poder aportar soluciones a este problema, pues casi siempre cuentan con sus propios códigos de integridad, compromisos públicos y exigencia de mejores prácticas desde el gobierno.
En los recientes años se ha venido promoviendo que los servidores públicos y políticos no deben ser empresarios o miembros del sector privado al mismo tiempo, y esto crea confusión en la sociedad previo a todo proceso electoral, y es que además entre el político y la iniciativa privada -mezclados- hay una separación y frontera muy delgada ante la sospecha social por algún posible conflicto de interés, lo que no necesariamente ocurre en todos los casos.
En recientes días el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sostiene un diálogo con la Senadora Xóchitl Gálvez, en el sentido que la legisladora es empresaria, y como si eso resultará un acto delictivo o contrario a las normas.
Hay, ha habido y seguirán existiendo politicos que también sean empresarios o a la inversa, y aunque la frontera es muy delgada casi como papel de china -transparente- las sospechas no sirven para asegurar verdades.
La actual discusión política en el país, y al menos en los nueve estados donde habrá el próximo año nuevas elecciones, la posición de políticos en torno a también ser miembros de la clase empresarial se encuentran en un muy estrecho sendero, que lleva a suponer y sospechar del “financiamiento de la política”, sino también en la existencia de una amplia avenida o boulevard de los sistemas económico y político, fortaleciendo quizá la subjetiva posición de que los políticos no pueden ser comerciantes o a la inversa, y con ello poner en predicamento a la capacidad regulatoria del Estado y controlando la influencia del poder económico por algunos servidores públicos.
Los gobiernos -de cualquier afiliación política- tienen la mayor responsabilidad de evitar la corrupción con acciones de transparencia y para la óptima rendición de cuentas.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
Aquí en todo esto los órganos internos de control o contralorías – en lo federal, estatal y municipal como en órganos autónomos- deben junto con los responsables de la administración y finanzas, aplicar la plena observancia de las normas o se convierten en sospechosos de los posibles actos de corrupción.
DE SOBREMESA
Para que toda estrategia de atención que lleve a combatir a la corrupción y que resulte exitosa, es fundamental involucrar al sector privado y a los ciudadanos, sin que el gobierno en su conjunto deje de hacer lo suyo, incluyendo los políticos que son empresarios para no cruzar la frontera de las posibles observaciones, pero anticipar que se ha cometido alguna falta no ayuda, pues lejos de informar sólo se desinforma y confunde a todos.
UN CAFÉ PARA LLEVAR
Por cierto, estamos por concluir julio y desde mayo, la Contraloría General del Estado ni los OIC de los Organismos Autónomos en Veracruz han dicho si las “Declaraciones de Modificación Patrimonial Anual” arrojaron algún desajuste entre el crecimiento y decrecimiento entre los ingresos y egresos, así como en los bienes declarados por la burocracia en los casi cinco años del régimen.
UN CAFÉ LECHERO LIGHT DIVORCIADO
El H. Congreso del Estado, a través de sus Comisiones Permanentes Legislativas, han concluido el calendario de entrevistas a quienes buscan ocupar, “repetir” o “reacomodarse” como titulares en los OIC de los órganos autónomos de Veracruz, y más de uno ya hasta festejó su nombramiento venidero supuestamente entre familiares y cercanos. Hasta parece que la dedocracia ronda por las autonomías.
UN CAFÉ CON CANELA Y PANELA
Las Contralorías Internas de los Órganos Autónomos como la del Estado y la Federación y los Municipios, su rol es el control y la vigilancia, y sumadas, brindan toda la confianza a la ciudadania desde las instituciones, ojalá que alguien les avise a los titulares autónomos de Veracruz, recién entrevistados en el Palacio Legislativo, que las formas con responsabilidad y respeto al quehacer público, comienza por ellos.
UN CAFÉ DE OLLA DE BARRO
Por cierto, los eficientes y eficaces contralores internos en los organismos autónomos en Veracruz – vigentes – se merecen la gloria de la repetición en sus puestos como diría un locutor de fútbol al narrar en la televisión.
¡ ES CUANTO !