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Entre liquidámbares y oyameles

by Nora Guerrero

El viernes anterior viví una experiencia enriquecedora. El personal del Centro de Atención Múltiple 74, me invitó a participar en el cierre del curso 2017-1018 y la salida del kínder de cinco pequeños. Creo que me gané la invitación, y lo digo con sincera modestia (por si usted quiere cooperar), porque en el año 2015, cuando invitamos al CAM a participar en el Concurso de Fachadas y Balcones Floridos de Xalapa nos informó que reciben material reciclable para sustentar sus actividades productivas y, desde entonces, llevo todo lo que me es posible donar. Ellos concursaron porque practican la horticultura, por lo que obtuvieron una mención especial y tocaron el corazón de muchas personas que supieron de sus logros y también de sus requerimientos.

En medio de un pequeño bosquecillo en la colonia Revolución de esta Xalapa hermosa, está enclavado el extraordinario centro educativo. Rodeadas de liquidámbares, oyameles, olmos, árboles de durazno y de aguacate y bambúes, nos sentamos a charlar la directora, maestra Luz Adriana Domínguez Sánchez y esta su narradora. Me actualizó la información del CAM 74 de los últimos años, como el inicio del nivel secundaria, al que ingresaron 16 jovencitos.

El centro alberga a cuarenta niños y púberes, desde 45 días de nacidos, preescolar, primaria, secundaria y formación para el trabajo, para los cuales hay adecuaciones curriculares. Si los niños son muy pequeños, se trabaja con la madre para orientarle sobre el aspecto educativo para una mejor apreciación del mundo; la intervención temprana, la estimulación con luces y sonidos, adaptando el aula, si es necesario.

Cuando  llegan niños con alguna necesidad especial se les da apoyo temporal y si logran desarrollar habilidades de acuerdo a su edad y a la currícula de planes y programas correspondiente, se integran a la escuela regular. A esto se le llama Escuela-Puente-Andamiaje, (integración educativa) Este es el caso de dos egresados de preescolar que se integrarán a la primaria regular y dos jovencitos de secundaria que ingresará a segundo año en una escuela regular.

La formación para el trabajo es de tres años, pero puede prorrogarse hasta dos años más. Este sistema se adapta a los intereses de los alumnos y a las ofertas laborales de la comunidad. Así se han otorgado talleres de horticultura, artesanales, reutilización de discos compactos de deshecho, de cajas; libros, serigrafía y otros.

El CAM 74 recibe apoyos de empresas que tienen responsabilidad social, como es el caso de la Acuática de la gentil señora Angie Gil, quien obsequia, a más de veinte alumnos, una sesión de natación al mes, con todo y un instructor personal. Otra empresa generosa, líder en el mercado del cine, invita una vez al año a los chicos a ver una película en la matiné.

Mientras aprecio la profusión de ficcus, helechos, palmas arecas, cunas de moisés y otras plantas, la directora me platica del proyecto que este año desarrollaron: “El cuidado de las Tortugas”, con el apoyo de la Fundación Yépez de Nautla, Veracruz, hasta donde viajaron. El objetivo es conocerlas, protegerlas desde su nacimiento y crecimiento para que no las depreden. Sensibilizar a la comunidad escolar, especialmente a los niños. Desarrollar habilidades de prácticas de socialización y responsabilidad para con el medio ambiente y la fauna marina, durante el ciclo escolar 2017-2018. En esta actividad, los niños de preescolar presentaron una obra de teatro en un jardín de niños, mientras los chicos de secundaria prepararon exposiciones con el tema, lo expusieron en otras escuelas y en todos los niveles hicieron carteles con los que se montó un mural.

Profundas emociones generan actividades tan nobles como las del CAM 74. Gracias por compartirlas. [email protected]

 

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