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“JUAREZ”

by Carlos A. Bravo Matus

Hoy se están conmemorando en 213 aniversario del natalicio de Benito Juárez García, quien diera a México las leyes de reforma, separara el estado de la iglesia e impusiera un estado laico, lo mismo en la política, la educación y la vida cotidiana.

Benito nace en San Pablo Guelatao, un pequeño pueblo de Oaxaca de raíces zapotecas, hijo de familia humilde, que queda huérfano al cuidado de su tío Bernardino Álvarez quien lo inicia en la educación escolar hasta que Benito decide irse a la capital para seguir estudiando, quedando bajo la tutoría de un sacerdote franciscano, Antonio Salanueva quien lo apoya en sus estudios y lo introduce al seminario, renunciando tiempo después para estudiar jurisprudencia en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, siendo un estudiante destacado que lo llevó a pesar de su juventud, a ser rector del instituto.

Se inicia en la masonería, adoptando el nombre de Guillermo Tell y alcanzando el grado 33, actividad y doctrina que le valió varios cargos como diputado, gobernador de Oaxaca varias veces, miembro y presidente de la suprema corte de justicia y a la caída de Ignacio Comonfort, presidente de la república, siendo reelegido tras vencer a sus oponentes, entre ellos el General Porfirio Díaz.

Durante la intervención francesa, mantuvo un gobierno itinerante por varias ciudades del país mientras el Archiduque Maximiliano tomaba el mando del país ofrecido por el grupo conservador. Si bien es cierto que Juárez pretendía mantener la república sin intervención extranjera, también es cierto que pidiendo apoyo a los Estados Unidos les vendía parte del territorio del norte y el Istmo de Tehuantepec, pero como los gringos estaban también en medio de un conflicto, nunca se concretó la negociación a cargo de Melchor Ocampo.

Entre sus principales logros están haber recuperado el país tras el derrocamiento de Maximiliano a quien una vez hecho preso, fue fusilado en el Cerro de las Campanas de Querétaro al lado de los generales Miramón y Mejía, restaurándose la república y dando vida a las leyes de reforma, quitando el poder que la iglesia tenía sobre el país, retirándoles los bienes y la propiedad de los templos, dejándoselos en calidad de préstamo para el culto.

Si bien un hombre de baja estatura, con carácter férreo pero necio en sus posturas y decisiones a pesar de los consejos de sus colaboradores con Ocampo o Lerdo de Tejada. Auto reelecto a la presidencia finalmente muere a los 66 años el 18 de julio de 1872 a causa de un infarto al miocardio asistido por los Dres. Gabino Barreda y Rafael Lucio.

Se le recuerda como benemérito a nivel de Latinoamérica por su frase “entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno, es la paz”. Sus restos descansan en el panteón de San Fernando de la Ciudad de México.

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