¿Cuántos son dos más dos? Le preguntan al ingeniero, quien saca su regla de cálculo y responde: – Cuatro. La misma pregunta se le requiere al médico, quien después de haberlo pensado con ojos abiertos y cerrados, responde: -Todo hace suponer que son cuatro, pero es preciso consultar un especialista. Se le requiere al abogado con la misma pregunta: – ¿Cuántos son dos más dos? De inmediato responde: – Dos pa mí y dos pal juez. Se llega con el contador, quien ni tardo ni perezoso responde: – ¿Dos más dos? . . . ¿Cuántos quieres que sean?
Se pueden hacer malabarismos con las respuestas, pero todo depende de la justificación de la contestación que, para unos puede ser convincente y para otros no, aunque en algunos casos existe la evidencia y no es menester demostración alguna.
Pero existen las personas que aún tienen fe ciega hacia su falso profeta y aunque no les comprueben absolutamente nada, ellos se abandonan a lo que diga su pastor, a los “otros datos”, que nunca conocen; pero lo creen, lo aceptan, lo divulgan, aunque no lo razonen ni les realicen comprobación alguna.
Para justificar la cancelación del aeropuerto de Texcoco, se indicó que era pura corrupción y las mascotas lo creyeron, lo aceptaron, lo pregonaron, pero nunca se ha comprobado la existencia de corrupción y, si de la presidencia de la república supieron de algún mal manejo, que de verdad hubiera sido motivo para cancelarlo y el no procurar la aplicación de la ley para el caso de que se haya cometido algún ilícito, es complicidad o es idiotez.
Se tenía conocimiento que la construcción del aeropuerto de Texcoco, reunía la totalidad de requerimientos para que fuera el mejor aeropuerto de Latinoamérica, en donde en su misma construcción captaría mediante 21 foniles el agua para su suministro; contaría con 2 subestaciones eléctricas y daría servicio a mil vuelos diarios, para un total de 70 millones de pasajeros. La (ASF) ha revelado que la cancelación del aeropuerto de Texcoco, que ya tenía un 30% de avance, asciende a casi 332 mil millones de pesos. El recién inaugurado aeropuerto de Santa Lucía, que inició sin el proyecto terminado y sin autorización por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) ni con el estudio de aeronavegabilidad, su costo, hasta el momento es de 116 mil millones de pesos y estará dando servicio de 8 vuelos diarios dentro del país y uno internacional a Venezuela, ignorándose cada cuando podrá tener lugar. Vale la pena comentar que el actual aeropuerto B. Juárez tiene 890 vuelos diarios.
Por más que se disfracen los gastos, ha salido más caro el caldo que los frijoles en el negocio del aeropuerto, pues tener un aeropuerto como el de Santa Lucía, en el que, la conectividad de los habitantes de la CDMEX, tengan que hacer casi dos horas o más, para llegar al aeropuerto y que solo brinde 8 vuelos diarios es completamente risible, después de tener la esperanza de un aeropuerto que sería el mejor, en toda Latinoamérica, y con un costo de más de 500 mil millones de pesos, sumados por el desechado por capricho y el que solo ha sido una ampliación de la base militar que ya existía en Santa Lucía, considero que es motivo de no de ufanarse sino de vergüenza, realizar un gasto estratosférico por un aeropuerto que no dará el servicio adecuado, es un fraude, como todo lo que hace la 4T.
Pero al parecer, tirar el dinero es la distracción del actual gobierno federal, pues, así como lo ha hecho con los aeropuertos, se hace con Pemex, con C. F. E., con Dos Bocas, con el Tren Maya, con el Transístmico, con sus miles de espectaculares que promociona para que voten el 10 de abril y, además subsidia la gasolina y regala dinero a sus chairos, quienes se acarrearon a Santa Lucía para corear: – “Me canso ganso”. Motivo de doble vergüenza, el ufanarse por un aeropuerto sin servicios y con un costo mayor, aceptando que su falso profeta les diga que 2 más 2 son 22.