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DESTRUCCIÓN, VENGANZA, TERROR.

by Luis Alberto Zavala Ramos

Lo primero que dice una persona vengativa, es que la venganza no es lo suyo.  Pero cuando una venganza o una saña despiadada se desata en contra de alguien, desde la presidencia de la república es causa de terror.

Basta y sobra para que le contradigan al emperador de nuestra república, quien ahora está muy ofendido porque Tribunal Electoral sí ratificó la amonestación que el INE le interpuso, por sus expresiones por demás misóginas en contra de Xóchitl Gálvez, pero él reclama que no sancionan a los que hablan mal de él, pues considera que también es violencia de género.

Notoriamente él y toda su camarilla desconocen la Constitución que protestaron cumplir y hacer cumplir, pero agresivamente defiende sus ilegalidades diciendo que: “No le vayan a salir con que la ley es la ley”.

Y así como prometió de candidato, pero no ha cumplido absolutamente nada, en todo es malqueda, incongruente e irresponsable, pero a todo le encuentra excusa y siempre culpa a los anteriores con excepción de Peña Nieto. Arguye que ha disminuido la pobreza por reglar dinero sobre todo a ninis, pero hay miles de fallecidos, por no contar con recursos para adquirir los medicamentos, además de su inexistencia en el mercando de la gran mayoría de ellos.

No tiene respeto por los Poderes del Estado y ha desatado una guerra perversa y sucia en contra del Poder Judicial, contra todo lo que huela a Felipe Calderón y de quien le contradiga, inventando delitos que vocifera como comadre de vecindad, pero nunca ha denunciado como es su deber, por carecer de pruebas. Se lanza con toda su artillería en contra de jueces que, aplicando la ley resuelven en su contra. No respeta la autonomía del ministerio público, viola el fuero y la Constitución de un Estado, como sucedió al aprehender al fiscal de Morelos. Inventan delitos a quien se les ocurra, como a la jueza Angélica Sánchez. Y por cuánto a la gran mayoría de paleros, aunque terminen el sexenio con mucho dinero, sí pasarán a la historia como achichincles y alcahuetes que se prestaron a las tonterías e ilegalidades de un paranoico.

Sobre una acusación que hiciera en vida Fernando Villavicencio, quien fuera candidato a la presidencia de Ecuador indicando que, en su país no había cárteles, pero los dos que operaban ahí eran el de Sinaloa y el Jalisco nueva generación, mencionando que eran parte de la política de nuestro país, pues estaba financiada por el narcotráfico. Pero al ser abatido a dos semanas de la elección en Ecuador y darse a conocer sus expresiones hacia nuestro país, este jueves AMLO respondió: “que eran hipótesis y hasta conjeturas, pues siempre en los tiempos electorales se inventan cosas”. Y adelantó. “no culpar a la ligera a nadie y esperar las investigaciones”.  De sobra conocida esta experiencia por él, pues aún sigue en campaña y por consiguiente diciendo miles de mentiras y, mucho le ha de importar no entrometerse a defender a un Cártel por él conocido.

¿Qué hemos visto en el presente sexenio? – Destrucción, iniciándose con el aeropuerto de Texcoco, Evitarían la exagerada saturación del Benito Juárez y contaríamos con un aeropuerto de la categoría de nuestro país. Destrucción también, de la salud, la educación, la seguridad y todo lo demás. Venganza manifiesta en contra de quien le lleve la contra y de los gobiernos anteriores, con excepción del gobierno de Peña que ha resultado intocable, no obstante, ha sido el más manifiesto en la corrupción, con excepción del presente. Terror de quienes no tengan defensa y caigan en las redes maléficas y perniciosas del presidente o de sus alcahuetes con grandes deseos de venganza. De lo que sí puede ufanarse, es del aumento desmedido e insuperable de la delincuencia, gracias a sus abrazos; pero otro aumento considerable y por millones en el presente sexenio ha sido la corrupción en conjunto con la ignorancia, el cinismo y la hipocresía.

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