Ante la debacle política, económica y social que desde hace aproximadamente 15 meses se vive en este país, producto de la ineptitud de los servidores públicos que integran la ridículamente llamada cuarta transformación y ante el inicio del importante proceso electoral 2020-2021, era de esperarse su intento de desmantelar todos los organismos públicos que no saben operar y en especial los autónomos.
Actitud de la que hemos sido testigos todos los mexicanos durante todo el tiempo señalado, concentrando su nefasta intención en aquellos que tienen como principal función vigilar la transparencia en la utilización de los dineros de la Nación, así como también en los encargados de vigilar la verdadera aplicación del estado de derecho y en especial todo lo que se refiere al ámbito electoral.
Dependencias contra las que desde un principio el guía espiritual y fundador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), ha enfocado sus inverosímiles ataques, desde sus desprestigiadas mañaneras. Los que en la mayoría de las ocasiones no tienen fundamento o son totalmente mentiras. Conducta con la que, si la embestidura de Presidente de México ya estaba bastante cuestionada, el salir a decir mentiras diariamente a nivel nacional por radio, televisión e internet, él, es el único responsable, ahora sí, de haberla socavado en su totalidad.
Ejemplos de la forma en que se ha atacado a estas dependencias gubernamentales federales, estatales y municipales, sobran. Bástenos citar como ejemplo el haber designado a la fuerza al frente de la importante Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), a una persona que no solamente no reúne el perfil para el cargo, sino que ha demostrado que no tiene la capacidad para hacerlo funcionar. La muestra, todo lo que sucede en torno a este organismo desde su designación. Situación que amañadamente se puede prestar como pretexto, para tomar la decisión de desaparecerla -la CNDH- por no estar cumpliendo con la función que le corresponde, como está sucediendo.
Pero lo que más les ha preocupado desde el inicio, es el funcionamiento del Instituto Nacional Electoral (INE), que avaló el triunfo de Andrés Manuel. Pues desde siempre su Presidente y consejeros han sido cuestionados, así como su forma de operar. En especial lo que se refiere al costo de las elecciones, como lo han hecho en otras ocasiones algunos otros partidos políticos y que la mayor parte de la población también ha cuestionado y cuestiona, situación que se debe corregir. Recortar los gastos de campaña de los partidos políticos.
Situación que aquí en esta entidad, desde hace varios meses se ha tomado como pretexto para no solamente recortar las prerrogativas que corresponden a cada partido político participante, sino lo más grave, para tratar de desmantelar la estructura electoral que tiene el Organismo Público Local Electoral (OPLE) de Veracruz. Con lo cual, de lograrlo -la reforma está impugnada- solamente se creará una situación de inseguridad y por tanto falta de certeza, independencia, legalidad e imparcialidad en el resultado de la próxima elección 2020-2021. Lo qué desde el día de la jornada electoral, posiblemente provoque graves problemas entre los electores en el aspecto de seguridad. Con lo que la elección podría anularse y así comenzar a llevar al país, a una situación que lesione la incipiente democracia que estamos viviendo y que tantas vidas y trabajos ha costado a todos lo que habitamos este, aún, hermoso país. Será, que la intención de la ridícula autollamada cuarta transformación, es acabar con la democracia mexicana y de los mexicanos. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotmail.c
¿La 4 T vs la democracia mexicana?
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