“La audacia es en los negocios lo primero, lo segundo y lo tercero.” – Thomas Fuller.
La gobernadora constitucional electa de Veracruz, Rocío Nahle García ha sido clara y contundente, la Fiscalía General del Estado (FGE) ha sido obsequiosa y demasiado permisiva en su actuar respecto a su proceder contra el senador electo Miguel Ángel Yunes Márquez por su presunta responsabilidad en el delito de falsificación de documentos para acreditar la residencia.
Lo que llegado el momento de comprobarse y sancionarse debiera ser causal suficiente para impedirle que asuma el cargo como senador por primera minoría a pesar de haber sido derrotado en la elección, algo que a los ojos de los ciudadanos fue una vil y burda manera de escaparse de la acción de la justicia con el intento de protección que el fuero constitucional le daría a los legisladores.
Pero ya inmersos en estos temas, evidenciando lo que en este espacio hace varios años se viene señalando, respecto al actuar en contubernio de Verónica Hernández Giandans con quien fuera Secretario de Gobierno del Gobierno de Cuitláhuac García, y que hoy por hoy se busca borrar de la historia reciente de Veracruz por su nefasto actuar, viene la duda, ¿no debiera también comenzar la titular del Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz, Delia González Cobos poner sus barbas a remojar?
Y esto lo mencionamos porque en este mismo espacio señalamos que la Auditora General de Veracruz utilizaba al Órgano de Fiscalización Superior, (ORFIS), para coaccionar a Ayuntamientos en pleno proceso electoral.
Fue del dominio público, que en plena contienda la titular del ORFIS Veracruz, Delia González Cobos decidió ponerse a trabajar y hacer denuncias contra cinco ayuntamientos: San Rafael, San Andrés Tuxtla, Juchique de Ferrer, Tehuipango, y Veracruz.
Precisamente en este último, las denuncias recayeron en contra casualmente de Fernando Yunes Márquez, entonces candidato a diputado local plurinominal por el PAN, presuntamente por una observación en la Cuenta Pública del 2021, hoy se sabe que de todas maneras el ex alcalde de Veracruz será legislador local por la vía de la representación de la minoría.
Lo extraño, oscuro y por demás pernicioso es que estas observaciones tienen al menos dos años en manos de la auditora general –dos años- y solo hasta llegado el proceso electoral decidió denunciarlas ante la FGE Veracruz en medio de una guerra de partidos entre el Clan Yunes y Morena.
¿Acaso Delia tuvo la instrucción de proteger a Fernando Yunes por parte del oscuro secretario que tanto mal le hizo al proyecto transformador del Presidente López Obrador?
Ante ello, las dudas continúan pues el Órgano de Fiscalización de Veracruz sigue siendo catalogado como un órgano ineficiente, ante el enorme rezago de expedientes varados, la misma auditora lo reconoció durante su comparecencia de este mismo año ante el Congreso Local. Fue comprobado con este caso que la lentitud no es por falta de personal ni de recursos, sino por el interés político en turno – ¿pero de quien era ese interés? https://www.diariodexalapa.com.mx/local/orfis-ha-presentado-mas-de-350-denuncias-por-dano-patrimonial-de-gobierno-actual-y-administraciones-pasadas-11005635.html
Queda clarísimo que Delia González Cobos debe urgentemente ponerse a trabajar sin consignas políticas, ante los cientos de casos con señalamientos y observaciones por daño patrimonial hacia diversos entes fiscalizables que continúan atorados en la unidad de investigación y que podrían estar caminando con voluntad y ética profesional, pero que pareciera detuvo por instrucciones de aquel personaje que la impuso.
Sobre todo, porque ante la cercanía de las elecciones municipales, estos intentos de coaccionar podrían volverse a emplear para afectar políticamente a rivales, que al rato señalarán, ese actuar como escudo de salvamento y de una presunta campaña en detrimento de sus ofertas políticas, como lo hizo con el Clan Yunes –expertos en inmolarse y victimizarse si es el caso-, quiénes tendrán por si fuera poco a Fernando Yunes y a Héctor Yunes en el Congreso Local, al que más temprano que tarde se tendrá que encontrar en las comparecencias de organismos autónomos.
Es momento de que, por el bien de Veracruz, Delia y su ORFIS pongan sus barbas a remojar.
Al tiempo.
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