Después de más de un año de haber exhibido a nivel nacional lo que realmente es el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), por parte de sus integrantes “más sobresalientes”, por fin les eligieron a un jefe.
El aprendiz de legislador federal Mario Delgado Carrillo, quién con gran desfachatez ha aceptado que realmente le gano en la última amañada encuesta al experimentado legislador y político Porfirio Muñoz Ledo, lo que solamente representa el aceptar como dice Andrés Manuel, con total obediencia los mandatos de la equivocadamente llamada cuarta transformación (4T).
Situación que es muy lamentable para un movimiento político como Morena que desde su inicio hasta la fecha no se ha podido consolidar como partido político y por lo que se ve, será muy difícil que lo logre en el corto y mediano plazo, pues a nivel nacional solo está medio organizado en la mitad del extenso territorio nacional, al contar con solamente 17 comités estatales en funciones, situación que es un claro indicativo que en la elección del pasado año 2018, poco influyó en el triunfo de López Obrador. Por lo que su importancia en el proceso electoral federal que está en operación, seguramente será muy deficiente, con las debidas consecuencias.
Lo que para los morenos de la administración federal actual y de algunos estados debe ser muy preocupante, sobre todo después del avasallamiento que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), les regresó en las elecciones pasadas en los estados de Coahuila e Hidalgo.
Ya que para cualquier persona que se dedique al estudio de las desprestigiadas llamadas encuestas de opinión, seguramente resultará no muy convincente que después de que Muñoz Ledo triunfo en las dos primeras -en la primera con un muy amplio margen- unos días después, en la tercera, pierda así: Mario Delgado Carrillo = 58.6 % y Porfirio Muñoz Ledo = 41.4 % Nada más y nada menos que un nada despreciable: 17.2 % de diferencia. Resultado qué por obvias razones, el experimentado político, no acepto y manifestó que impugnaría.
Resultado que también se da, junto con el desprestigio de los contrincantes, los que demostrando su ADN tricolor, se dedicaron a dar a conocer a su militancia sus defectos como hombres y políticos, pues en el caso de Delgado Carrillo, además de haber hecho una campaña a nivel nacional que no estaba autorizada, se le acusó de utilizar recursos públicos de la Cámara de Diputados, unos 400 millones de pesos aproximadamente y a don Porfirio, un grupo de féminas, que todo indica fueron contratadas para el numerito, lo acusaron del delito de moda, acoso sexual.
Pero independientemente de todo lo anterior, lo importante supuestamente de la imposición, mal disfrazada como elección para elegir a quien llevará la responsabilidad de convertir a Morena en un verdadero partido político a partir del próximo uno de enero del 2021, es como comienzan a acomodarse las piezas dentro de la 4T, para ver quién será su próximo candidato a la principal silla del Palacio Nacional. La llegada de este opaco legislador es un golpe para Ricardo Monreal y también para Claudia Sheinbaum, pues fortalece la posición del secretario de Relaciones Marcelo Ebrard Casaubon. Quien por cierto desde ayer corre el rumor que como parte de los cambios que puede haya durante la semana que hoy inicia, quede como titular de la Secretaría de Gobernación (SG), de la qué por instrucciones de Andrés Manuel, ya desde hace tiempo había venido desempeñando varias funciones, desplazando a Olga Sánchez Cordero.
Por el momento así las cosas en el ambiente político morenista, porque en el nacional las cosas van como desde el pasado 2018, bastante mal en: seguridad, economía, educación y eso sí, un aumento importante en impunidad y corrupción. Para confirmarlo solamente vea y analice lo que está pasando aquí en esta entidad, un gobierno golpeado por la corrupción en su Poder Judicial y en desacato el Poder Legislativo y el Ejecutivo, sin actuar. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotmail.com
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