Las diputadas Andrea Yunes, Mari José Gamboa y Míriam Ferraez, con gran irresponsabilidad y una diatriba inútil, permitieron que el secretario de salud saliente se fuera tranquilo, cuando es un corrupto de alto nivel. Pudo estar planeado, ya no se sabe. En los congresos cohabitan personajes de dudosa reputación, que por lo regular sirven a los intereses de los gobernantes en turno. El bajo nivel educativo de la mayoría y escaza preparación parlamentaria, los exhibe en el caso de Veracruz como muchos que se van y llegan. En pasado diplomado sobre Derechos Humanos realizado para los diputados , solo dos de Morena, acudieron al mismo. No les importa capacitarse, en lo que ha las necesidades de la nación interesa. Ya veremos que papel hacen. El inicio de una de sus representantes fue fatal y no complot. Y no olvidar a la banda duartista, que ocuparon escaños en el federal y salieron impunes todos ellos amparados en el fuero, cuando fueron cómplices de la rata mayor.
ENMOLADAS
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