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En lugar de sanear la dependencia, tal como ordenó la gobernadora Rocío Nahle, su titular de Salud Valentín Herrera Alarcón, asume presunta complicidad -mil millones bien vale una misa- con los emisarios del pasado.
Imposible rechazar el “bisne” que al arranque de la nueva administración se dispara del 25% al 30% con la condición empresarial de que se siga “trabajando” con los preferenciados:
Sumato Supervisión y Mantenimiento S.A., Karest Construcciones S.A., Rafael Orozco con 29 contratos por 136 millones de pesos y Constructora Nona, también con contratos por 136 millones; Med Diseño Construcción y Supervisión S.A., con contratos por 175 millones de pesos
Y para el tema de las medicinas caducas por más de 900 millones de pesos, compras y compromisos, la nueva jerarquía gubernamental pidió esperar a marzo a que fluya el presupuesto 2025.
Así, los gestores del pasado aliados con la nueva administración, llevando como jefe supremo a Eleazar Guerrero, primo hermano del exgobernador Cuitláhuac García, quedaron montados en el negocio de la salud.
Ello sin considerar que son los mismos que llevaron a la Secretaría de salud a la insuficiencia hospitalaria, a que se cayeran los elevadores e inundaran los nuevos nosocomios, los responsables del desbasto de las medicinas y la elevación del índice de muertes por falta de atención a la salud.
Son la herencia perpetua.
Hospitales quebrados, carencias de medicinas para atender el cáncer, igualas elevadísimas que anulan compras reales para el abasto, al estilo Dinamarca, dirían los clásicos y negocios multimillonarios que hoy, con la nueva administración, son bienvenidos al despacho del nuevo titular Valentín Herrera quien se hace de la vista gorda.
Y es que ni modo que no esté enterado de tan escandalosa transa.
Documentos filtrados a este reportero dan cuenta que colaboradores y operadores de la ex directora de Infraestructura de Salud, Karla Peregrina Bermúdez -en casa disfrutando ganancias millonarias- continúan como asesores del nuevo director del área.
No habrá indagación alguna, les prometieron, si les detallan la “Operación Moche” en la dependencia.
¡Esos chairos!
Un documento en nuestro poder reseña que “Durante el último año de gobierno, la Secretaría de Salud ejerció mil 200 millones a través de la Dirección de Infraestructura en Salud mismo que a través de Peregrina Bermúdez, cercana al atarantado de Cuitláhuac García, era la encargada responsable de los moches y su distribución”.
De profesión arquitecta Peregrina cobraba por contrato en materia hospitalaria el 25%, todo en colusión con otro legendario transa, su director administrativo Jorge Eduardo Sisniega.
En el entramado de complicidad del pasado trasladado al presente se registra contubernio con el subdirector de Construcción, Amado Guichard Bello, mismo que por gandalla no concluyó las obras contratadas durante 2024.
Su ineptitud, dice el testimonio documentado, impidió que concluyeran las obras hospitalarias a las cuales ya se les había entregado moche.
“La deficiencia en los proyectos excedieron las fechas límite de los contratos motivo por lo cual numerosas obras entraron en recesión causando un daño millonario al erario al ser presupuestadas, pagadas y quedar inconclusas”.
Ya para el nuevo gobierno, con el nuevo titular Valentín Herrera, se inició el proceso de recontratación y exigencia de nuevos “moches” que los empresarios se niegan a dar.
Esas fueron las razones que llevaron a Peregrina a incrustarse tras bambalinas en la nueva administración.
De inicio encargó a una de sus más allegadas, la asesora jurídica Guadalupe Mora Dorantes iniciar los procesos de recisión antes del primero de diciembre de 2024 para que no se notara la corrupción.
Por la premura del tiempo, sin embargo, les fue imposible cerrar los procesos de retraso.
Se determinó, por tanto, acudir a la complicidad.
Una vez que se dio a conocer el nombramiento del nuevo director de Infraestructura, Mauricio Olivares le incrustaron al incondicional Raymundo Hernández, el que de 2018 a 2014 sería el encargado de recoger los “moches”.
Las ganancias fueron tales que esta dama Peregrino se construyó en tiempo récord durante la administración de Cuitláhuac, el tercer edificio más alto de Xalapa, en avenida Orizaba, frente a la farmacia Guadalajara.
Pero regresando al punto.
Fusionados el nuevo, Mauricio Olivares, con el de la experiencia en la transa, Raymundo Hernández, el negocio fue redondo.
Olivares muy seguramente tiene informado al secretario de toda la operación trinquete mientras que Raymundo para hacer funcionar al cien a su equipo tiene una aliada, la encargada del Departamento de Estimación de Costos, moche incluido.
Es quien abrió la puerta a 18 empresas, 6 consentidas que recibieron en el sexenio más de mil millones de pesos en obras.
Vale reiterar que las empresas calificadas son Sumato Supervisión y Mantenimiento S.A., Karest Construcciones S.A., Rafael Orozco con 29 contratos por 136 millones de pesos y Constructora Nona, también con contratos por 136 millones.
Cabe hacer notar asimismo que la empresa consentida ayer y hoy es Med Diseño Construcción y Supervisión S.A., con contratos por 175 millones de pesos
En resumen, la pretendida “limpia total” en la Secretaría de Salud, tal como prometió la gobernadora habrá de quedarse pendiente hasta el 2030.
Tiempo del tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo