La oposición desconoce su papel en la historia, producto de que nunca se enteró de la responsabilidad social de esta fuerza. Así, vemos que en el legislativo es donde más se acentúa la ignorancia sobre el rol parlamentario de esta fuerza y de su papel en la historia.
Durante muchos años el poder ni veía ni escuchaba a la oposición, simplemente eran voces en el desierto de un Congreso que decidía lo más absurdo con el pleno ejercicio del mayoriteo, no importaba si violentaba las leyes o traicionaban a la Patria.
Buscaron los opositores encontrar en la jurisdicción contradecir el voto mayoritario de los mexicanos y negar en el Congreso una mayoría absoluta en ambas cámaras, donde, por cierto, un veracruzano otorgó esa mayoría en una de las decisiones históricas de los senadores, al votar por la reforma al Poder Judicial desde su curul panista.
Sus ansias de ser, por lo menos, contrapeso de la mayoría quedó atrás, porque ni para eso les alcanzaba.
Ahora que están del otro lado, creen tener poder suficiente como para poseer atribuciones que no tienen. Por ejemplo, en Veracruz, donde la aplanadora de Morena le dio 41 de 50 diputados, los integrantes del PAN, PRI y MC, quieren participar como si fueran mayoría.
No son invisibles, simplemente tienen lo que les corresponde en un régimen democrático. Ni más ni menos.
Desde hace tres meses la oposición, confundiendo su papel, y sin antecedentes que lo justifique, en el Congreso federal y uno que otro local, intentan dar instrucciones a la Presidenta. Veracruz no podía ser la excepción, estado que fuera bastión del PRI, cuyos militantes han considerado todavía parcela particular de poder y patrimonio familiar.
Ante esta situación anteriormente, cuando mucho se hacían pronunciamientos respetuosos, se expresaban posturas congruentes con la realidad, se daban a conocer posicionamientos sustentados en la ideología de los diferentes grupos parlamentarios. Ahora, la oposición convoca a la Presidenta, que cuenta con el apoyo de 36 millones de votos, a reconsiderar el nombramiento del ex gobernador de Veracruz, con argumentos basados en noticias falsas y especulaciones de los medios resentidos.
Le piden a Claudia Sheinbaum que retire el nombramiento a Cuitláhuac García Jiménez al frente de CENAGAS. La propuesta opositora para considerar un punto de acuerdo con este tema, fue aprobada por 9 de los 50 diputados.
Ante la insistencia en este punto de acuerdo los legisladores de Morena simplemente no asistieron a la sesión, con cuya ausencia el quórum simplemente no existe y se pospone la reunión hasta que ellos quieran regresar a su curul. Tienen esa fuerza, se la otorgaron los veracruzanos. La indignación de la pequeña oposición se mostró como si se tratara de un asesinato. Morena no redujo las simpatías hacia el PAN, el PRI o MC, ellos, con sus malos gobiernos y sus oscuros personajes corruptos obligaron a los veracruzanos a votar por alternativas políticas diferentes.
Esta ausencia, que para nadie fue sorpresiva, muestra que la oposición no puede ser interlocutora de la Presidenta, cuando carece de fuerza popular. El pueblo pone y el pueblo quita, esa es la democracia que todavía, en la oposición, parecen no comprender.
La impugnación se basa en documentos cuya autenticidad es relativa, fake news que los medios convencionales y pronósticos del Órgano de Fiscalización dieron a conocer en su momento, donde no se señalan culpables sino errores para que la administración pública corrija. La base de la acusación la conforman con documentos de Guacamaya leaks, rumores de los medios conservadores, nostálgicos de subsidios y observaciones de Orfis, esa fue la endeble base de esa acusación.
El hecho es que sólo destilaron rencor contra quienes les arrebató el poder a través de la voluntad popular. Porque la sociedad, o complicidad como quiera interpretarse, entre PRI y PAN, agoniza frente a una de las votaciones más numerosas a favor de candidato alguno en la historia del estado, por eso el odio desmedido por Cuitláhuac García.
Ese rencor que muestra la oposición en cada declaración le impide convertirse en un grupo parlamentario de nivel. Sus argumentos se basan en exigencia de renuncias, gritos, insultos y ahora, ante la desesperación de ser sólo un grupo de ornato, pedir se reconsidere una decisión presidencial es un contrasentido que los pinta autoritarios e ignorantes de las leyes.
Los números no mienten, Morena y sus aliados son 41 diputados locales; sin embargo, en la oposición sólo 9. Los veracruzanos mostraron su conocimiento político mismo del que carece la oposición.
La oposición nunca había practicado la democracia, ahora que la voluntad popular le dio la espalda, mostró la decadencia de una manera de hacer política que arruinó al país.
La oposición tiene una manera muy particular de practicar la democracia. Sólo hay democracia cuando gana y cuando pierde acusa a la población de ignorante, fraudulenta, analfabeta, comprada, mercenaria, etc.
En sus buenos tiempos, cuando la actual oposición estaba en el poder el pueblo sólo era una figura retórica que nutría una demagogia que terminó aniquilando a sus oradores y el resultado son los números que arrojaron las elecciones el pasado 2 de junio.
La oposición en lugar de buscar en sus filas los errores y a los malos elementos, prefirió gritar fraude y tratar de ganar en los tribunales lo que perdió en las urnas. Y cuando quiere hacer escuchar su voz se da cuenta que el micrófono de la democracia se apagó para ellos.
PEGA Y CORRE.- Este jueves 9 de enero, a 100 días de iniciar su mandato, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo logró el millón de suscriptores en su canal de YouTube, número que la acredita para obtener el Botón de Oro, reconocimiento mundial que la plataforma concede a los autores que superan esa cifra… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.