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Muy problema que el gobierno entrante decidiera tener como único interlocutor al organismo chafa denominado Comisión Estatal para la atención y Protección a los Periodistas CEAPP, que ni es estatal, ni da atención o protección alguna a una entidad como Veracruz que históricamente registra el mayor número de asesinatos a comunicadores en la historia de México.
Muy broca de la señora Nahle que con esa cobija se tape sin atreverse a indagar quién es quién en tan singular medio de interlocución entre gobierno y ciudadanía, ni que localizados integrantes de ese gremio tengan un oscuro pasado donde pálidamente se salva uno de ellos.
Peor si los escogió porque durante su campaña se arrodillaron, aplaudieron cual focas y dedicaron a insultar a la verdadera prensa crítica.
Se olvida que la CEAPP no es más que un remedo aldeano de lo que hizo en el sexenio anterior el “cacas” donde su mejor exponente fue Epigmenio Ibarra a quien le pagó 150 millones de pesos por su lealtad.
Otra más lo fue la “periodista” Isabel Arbide a quien hizo Cónsul en Turquía y qué decir de Lord Molécula, el payaso de la prensa en redes porque así se presentaba vestido a las mañaneras, siempre entregado al elogio.
Y cómo olvidar esa mañanera donde una mujer, María Bello, que dijo ser locutora en Estados Unidos le pidió la palabra, y cuando se esperaba una pregunta únicamente le pidió un abrazo a lo que quien hoy se fue a “La Chingada” quien le respondió “¡Me canso ganso!”.
O el decadente Nino Canún quien terminó pidiéndole trabajo al igual que la periodista Nuria Fernández, representante del medio “La Karakola”, quien, como premio a su “lealtad” fue designada titular del DIF.
Otro célebre palero que se sumó al circo mañanero de los llamados blogers y yutubers fue aquel que se presentaba con un parche en el ojo derecho quien un día apareció con el parche, pero del lado izquierdo.
Todo indica que eso se pretende para Veracruz.
Tener una prensa escenográfica a modo para justificar las acciones de gobierno tal como sucedió en la época de Fidel Herrera, fecha en que se creó la CEAPP para complacer a Pepe Robles Martínez y gobiernos subsecuentes en donde se registrarían el mayor número de asesinatos a periodistas.
Regina Martínez, asesinada y violada, Milo Vela y familia masacrados de 400 balazos, Yolanda Ordaz de Notiver decapitada y arrojada a la calle en Boca del Río, son algunos de los íconos sin resolver que marcan la historia del periodismo en Veracruz.
La gran mayoría de los periodistas asesinados han tenido en común que pertenecían a medios locales, pero de gran influencia y otros, iniciativas personales en redes sociales, en regiones alejadas y dominadas por el crimen organizado.
Hoy de manera tosca y sin mediar diálogo alguno se busca desdeñar la crítica y análisis al poder establecido contrario a la prensa chayotera que por 20 mil pesos -salario de la CEAPP- está dispuesta al aplauso cómplice.
Es una prensa que por orden expresa no tendría empacho alguno en volver a ofender a las mujeres periodistas y llenar de calificativos a los críticos con infundios y difamaciones.
Esa es la verdadera máscara de CEAPP.
Esa es la que se acomoda a quien paga, la que gusta a la patrona. La que no la hace de pedo.
La otra, la despreciada y vilipendiada, la que incluso se ha acercado en busca de diálogo, sin embargo, no desparecerá.
Es inextinguible, más que por el accionar de sus representantes de hoy porque Veracruz históricamente siempre ha contado con una prensa libre e independiente.
Una que a pesar de ser vituperada y vilipendiada por el sector oficial ha mantenido una postura de dignidad.
Y es que esa, la independiente, es la que siempre estará al servicio de las mejores causas de Veracruz.
Esa es la diferencia.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo