Este 2025 hagamos la promesa de no tratar, a como dé lugar, ser una «celebridad» en Facebook.
¿Quién soporta a esos sujetos que se la pasan publicando selfies y estados que muestren cuan patética es su soledad? Esos sujetos que creen que los likes son como el alimento del artista.
¿Quién soporta a esos que sienten la necesidad imperante de presumir el lugar donde pasan sus vacaciones, los restaurantes que visitan, los alimentos que digieren, como si eso fuera muestra de su “calidad” de vida, de la dimensión de su felicidad? No entienden esos sujetos que sólo exhiben su pobreza de espíritu.
¿Quién soporta a aquellos que publican sus estados de ánimo, a los plañideros de la era de las redes sociales, aquellos que suplican un saludito para empezar el día o a los que lanzan una oración por Facebook, al tiempo que con sus actos nos maldicen?
¿Quién soporta a esos que se quejan porque no contestas sus mensajes en redes sociales y se exhiben amagando con bloquear a quienes no los pelan? Allá ellos y su soledad, sólo muestran que su alma está incompleta. Como dice Sabines en “Los amorosos”, esos son “los que siempre -¡qué bueno!- han de estar solos”.
¿Quién soporta a aquellos que replican en sus muros las frases célebres sin entenderlas?
¿Quién soporta a los eruditos del plagio que hacen creer a los demás que el pensamiento de los sabios antiguos salió de su ronco pecho? Se extraña a los auténticos, a los originales; se extraña a aquellos que descubren la grandeza de las cosas pequeñas y nos la comparten; se extraña a los que tienen el sentido común tatuado en la inteligencia.
Por mi parte, prometo seguir siendo el mismo que cree que el 85 por ciento de los usuarios de las redes sociales son unos imbéciles, y espero que entre mis contactos haya muy pocos de ese 85 por ciento.
En fin, prometo seguir siendo el que soy, tan irreverente y desterrado de este mundo; tan pendiente de los míos y un poco ajeno de los demás. ¡Feliz año!
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra
