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Veracruz, una “política de nivel” desnivelada

by Édgar Hernández
Arranca la actúa administración con serios lastres.
No logra despojarse de los emisarios del pasado, los aviadores no terminan de volar, las cuentas mas que claras están espesas y los peces gordos no caen.
La nueva dinámica es de cero-diálogo con la oposición ya que la pluralidad no es lo suyo y con la prensa crítica y moderadores de opinión, también cero-diálogo.
Se percibe asimismo notable cerrazón con localizados sectores empresariales y prestadores de servicios ajenos al padrón de Morena.
Poco se sabe de las auditorias y rendición de cuentas y queda clara la consigna de “no barrer para atrás”.
Al concluir la entrega-recepción cuatro secretarias -SEV, Salud, SSP y Finanzas-, así como el Congreso del Estado y el Tribunal Superior de Justicia fueron las que registraron en mayor número de casos por desvíos de fondos, actos de corrupción y decenas de plazas entregadas a los bien llamados aviadores, pero ¿Y lo que se robaron el Bola #8 y secuaces?
En materia de salud, las vacunas descompuestas por las cuales se pagaron  900 millones de pesos siguen bajo siete llaves. En educación no hay quien diga nada del saqueo de mobiliario de las bodegas de la SEV Banderilla.
Son demasiadas las raterías, algunas de ellas vinculadas al crimen organizado como son el caso de las secretarías de Educación y Seguridad Pública ligadas al Cartel de las Grúas como para que simplemente se dejen pasar.
En materia financiera es notable el estado de quiebra que viven las finanzas públicas.
Y es que, si bien los anteriores dejaron para el aguinaldo y compensaciones de fin de año, no hay dinero en las arcas públicas por lo que se ha pedido a las dependencias del gobierno concluyan lo que está en proceso y esperen a marzo del año próximo cuando empiece a llegar el dinero fresco.
El panorama en ese sentido es preocupante, pero no se quiere llamar a cuentas a nadie.
¿Esa es la política de nivel?
La deuda pública rebasa, oficialmente, los 66 mil millones de pesos, pero la real supera los 82 mil millones de pesos a pagar -de parte de la ciudadanía- los próximos 40 años.
Y no hay quien aclare que se va a hacer.
Tras la tan intempestiva como sospechosa renuncia del titular de Sefiplan, José Luis Lima Franco se hizo un vacío dejando en el limbo y silencio total al nuevo Miguel Reyes Hernández quien ni pío dice.
Y así, una a una.
El Poder Judicial se quedó sin ahorro al disponer el ejecutivo de las reservas del Consejo Nacional de la Judicatura, fueron 600 millones de pesos los que se desviaron.
Su responsable Joana Marlén Bautista como castigo ¿o premio? fue inhabilitada por 10 años. Ha de estar inconsolable con sus millones al lado.
Como asignatura pendiente quedaron las 227 “Empresas Fantasma” que descalabraron al erario por el desvió de 5 mil millones de pesos, al igual que las raterías de Juan Javier Gómez Cazarín luego de que una auditoría reveló que el Congreso de Veracruz pagó millones de pesos por tablets, jabones y jardinería.
El colmo es que las famosas tablets de siete millones están desaparecidas, nunca se vieron.
Mientras el atarantado responsable del quebranto financiero y caos en la administración pública de Veracruz sigue tan campante en antros y actos públicos donde insiste en el “¡Cumplimos!”.
La administración entrante está por salir de vacaciones con motivo de las fiestas de fin de año y la incertidumbre rodea a la ciudadanía sobre lo que nos espera en el 2025 donde hay muchos proyectos de papel y palabra, pero cero acciones… por falta de dinero.
Típico el Año de Hidalgo y de Carranza porque no alcanza, pero hay límites.
Tiempo al tiempo.   
 
 *Premio Nacional de Periodismo

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