Mi abuela decía que en esta vida hay dos clases de personas; las que nacen con estrella y las que nacen estrelladas. Y la senadora Claudia Esther Balderas Espinoza nació con una estrella de este tamaño. Ingeniera química de profesión y con 31 años de edad, pasó del activismo en #YoSoy132, cuando era estudiante universitaria, a consejera nacional y estatal, así como coordinadora territorial y de campaña de Morena.
En el proceso electoral del 2018 metió su nombre a una tómbola y ¡sopas!, que va saliendo senadora de la República. Y de ahí a los diarios estatales y nacionales, a la pantalla chica y a las redes sociales, pero no por su activismo como legisladora, sino por sus mediáticos escándalos.
En febrero del 2020 su chofer Mario Espinoza Zetina se vio envuelto en un incidente de tránsito mientras la conducía por las calles de la CDMX. Claudia intentó impedir que la policía lo detuviera cuando al sujeto le encontraron polvo blanco, presuntamente cocaína. Y ese fue su primer escándalo.
Dicen que charoleó y amenazó. Ve tu a saber qué tan cierto sea eso, lector. Pero los policías se llevaron a Mario que salió al poco tiempo de prisión, solo para ser detenido meses después en Coatzacoalcos (y puesto nuevamente en libertad), presuntamente por posesión de cocaína.
También lo detuvieron (y también lo soltaron) acusado de violar a un menor.
Gracias a este sujeto (que aparte chofer es también su “asesor” por lo que devenga un sueldo de 60 mil pesos), Claudia Balderas estuvo por un buen tiempo en el candelero mediático.
Luego vino in impase hasta que fue exhibida en un video jaloneando y golpeando a una mujer en los pasillos del Senado. ¿El motivo? Al parecer la mujer que es su asistente y prima, se presentó ebria al trabajo y eso no le gustó a Claudia que le manifestó su enojo de esa manera.
Su último escándalo (al menos hasta ahora), fue por no pagar la renta de un depa en la Ciudad de México, adeudo que asciende a 200 mil pesos. La dueña del inmueble le dijo a Claudia que le pagara o la iba a sacar; pero la senadora ni le pagó ni abandonó el depa, por lo que fue necesaria una orden judicial para que se saliera. También tiene una notificación del Banco Azteca para que tenga la gentileza de pasar a pagar un adeudo por 126 mil pesos de un crédito que se le otorgó.
Ok, ok, ok, esos con los negativos de la joven, pero ¿cuáles son sus positivos?
Su mediocridad y grisura en la Cámara Alta.
Nadie se explica cómo es que el presidente López Obrador, con lo quisquilloso que es, nunca le jaló las orejas no sólo por sus escándalos, sino por su nulidad como senadora.
Y menos se explican cómo fue que dio el saldo de Morena al PRI, donde Alejandro “Alito” Moreno la recibió como quien recibe a una hija que se había perdido.
“Me da mucho gusto darle la bienvenida a la Senadora @ClauBalderasMX, quien se suma al Grupo Parlamentario del PRI en el @senadomexicano. ¡Este es el lado correcto para la construcción del gran futuro de México!” escribió el campechano en sus redes.
Futa… el malo hablando de la maleta. Con lo devaluado que está el PRI y hacer esas fregaderas.
Si por años los tricolores han dicho a los cuatro vientos que los priistas que abandonaron a ese partido para irse a Morena son la pura escoria. Claudia Balderas será el pretexto para que ahora sean los morenos los que reviren de la misma manera.
Ariadna Selene: más territorio y menos escritorio
Mientras la mayoría de la clase política veracruzana hace planes para las fiestas decembrinas y algunos preparan maletas para tomarse unas quizá no merecidas, pero sí necesarias vacaciones, la Oficial Mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz, Ariadna Selene Aguilar Amaya, se ha metido a fondo a atender los centros educativos de la capital veracruzana.
Ariadna es todo un caso y si me permites, me explico, lector.
Por lustros la Oficialía Mayor de la SEV sirvió para que su titular en turno se rascara la barriga y cobrara puntualmente sus quincenas. Dejar la comodidad de esa oficina para andar de aquí para allá visitando escuelas úchale no, qué flojera.
Ariadna Selene le ha dado un giro de 180 grados a esa Oficialía, ya que siguiendo la consigna de “más territorio y menos escritorio” ha recorrido la entidad atendiendo a maestras, maestros y conversando con estudiantes en los foros “Transformando la Educación”.
Su cercanía con el gremio magisterial ha sorprendido a muchos porque Veracruz no había tenido una Oficial Mayor tan activa con esta mujer.
Esto viene a cuento por lo que escribió recientemente en su Facebook: “Para atender y entender las necesidades de nuestra comunidad escolar, primero debemos escucharla. Y eso sólo lo podemos hacer visitando, conociendo y haciendo contacto social con nuestra gente”.
Y a renglón seguido añadió: “Por ello, hemos trabajado en transformar la educación en territorio y no desde el escritorio. De eso se trata la Nueva Escuela Mexicana, de hacer comunidad, de trabajar en conjunto, y sobre todo de voltear a ver las necesidades y hacer justicia social”.
Para quienes la conocen y para los maestros que la han tratado, queda claro que Ariadna Selene no llegó a la Oficialía Mayor a pasearse o a ver qué saca de la dependencia como lo hicieron varios de sus antecesores.
La funcionaria estuvo en las Telesecundarias “Nicolás Bravo”, “Carlos Arturo Carrillo Gastaldi” y “José Emilio Pacheco” llevando computadoras, material didáctico e impermeabilizantes, entre otras cosas de gran utilidad para los centros escolares.
Ahí, reconoció a maestros y directivos a quienes dijo, “Se sumaron a hacer equipo para seguir impulsando los sueños de nuestros jóvenes de la ciudad de Xalapa en las zonas que más lo necesitan”.
Si es verdad como se ha escrito, que Ariadna Selene Aguilar Amaya se inscribió para buscar una diputación federal por Morena, este partido tendrá sin lugar a dudas a una representante popular de lujo. Y no lo digo yo, lector, lo dicen los hechos que saltan a la vista.