En este país de Dios, dos de cada tres mexicanos de 15 años no saben hacer operaciones matemáticas simples, es decir ignoran cuánto es 9 por 8, por poner un ejemplo. Pero tampoco saben leer bien y desconocen las ciencias.
De acuerdo con la más reciente prueba del Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), que aplica cada año la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México registró un retroceso significativo al calificarse en los últimos lugares de las 34 naciones que integran ese organismo.
Los resultados indican que en 2022 los promedios de los estudiantes mexicanos en matemáticas y ciencias fueron 14 y 9 puntos inferiores en relación al 2018. Y lo mismo sucedió en lectura, donde la calificación también fue muy baja.
El informe de la OCDE agrega que para casi todos los estudiantes disminuyó la puntuación en matemáticas. Y en comparación con 2012, la proporción de estudiantes con calificaciones inferiores a un nivel básico de competencia empeoró 11 puntos porcentuales en matemáticas, 5 en lectura y no cambió significativamente en ciencias.
“Me avergüenza decirlo, pero nuestros chamacos son más burros que un buey”, me dijo un maestro jubilado que me enseñó el informe.
¿Y qué dijo la SEP?
Que la culpa fue del coronavirus.
Futa…
¿Qué tanta responsabilidad tiene el gobierno de la 4T en esta tragedia? Mucha, pero no sólo es privativa de la 4T; el problema con el atraso educativo viene de más lejos.
En los gobiernos de López Mateos y Díaz Ordaz el nivel educativo del país era junto con el de Uruguay y Chile, el más elevado de América Latina. Cayó con Luis Echeverría, López Portillo y De la Madrid; se recuperó un poco con Carlos Salinas, Ernesto Zedillo (ya con México como miembro de la OCDE) y Vicente Fox; volvió a bajar con Calderón y Peña Nieto y se desbarrancó con Andrés Manuel López Obrador.
Programas vienen, programas van y el sistema educativo nomás no avanza a pesar de que México es uno de los países de la OCDE que más dinero presupuesta para la educación.
Y quizá ese es el error porque el gobierno presupuesta, en lugar de invertir en la educación. Y ahí está el resultado…
Para este año presupuestó 945 mil 11 millones de pesos para la educación, lo que representó el 3 por ciento del PIB nacional y un aumento del 6.5 por ciento en relación al 2022. Pero aún con eso estamos rayando en la ignorancia.
¿A qué se deberá?
Si me permites, me explico lector.
A que gran parte de ese dineral se queda en los bolsillos de los líderes magisteriales o se va a las campañas políticas. Las secretarías de Educación de los estados llevan lustros convertidas en cajas chicas que han sacado de apuros a los gobernadores y han forrado de billetes a sus titulares que o salen millonarios o multimillonarios, pero pobres ya no vuelven a ser.
Cada manifestación, paro, bloqueo o marcha de los maestros de la CNTE que perturbe el orden y afecte a terceros, se “arregla” con dinero del presupuesto a la educación que también va a parar a manos de los líderes de esa agrupación.
¿Qué se necesita para que México deje de ser una vergüenza en educación? La solución es sencilla, pero es casi imposible su aplicación.
El día en que la tajada de león que se llevan los líderes magisteriales y demás zánganos se invierta en capacitar a los docentes y en mejores programas de estudio para los alumnos, (por no hablar de mejores laboratorios, talleres, bibliotecas y videotecas), México dejará de tener una escolaridad promedio de tercer año de primaria.
Pero para que esta bonita utopía se haga realidad, habrá que refundar (en lugar de transformar) a este bendito país.
Mientras esto no suceda no sólo nuestros jóvenes sino todos, seguiremos siendo una gigantesca yunta de bueyes.
Segundo Informe de Pozos Castro
El próximo domingo el alcalde de Tuxpan, José Manuel Pozos Castro, dará a conocer su Segundo Informe de Labores al frente de la columna de ese puerto.
Desde ahora te puedo adelantar lector, que José Manuel destacará el dinamismo económico de Tuxpan por la generación de empleos y la seguridad que existe en el municipio. De acuerdo al Sistema de Seguridad Pública, Tuxpan es una de las ciudades más seguras de Veracruz y esa es una buena noticia para los tuxpeños y sus visitantes.
Y ya que hablo de visitantes, José Manuel y su comuna le han dado un gran impulso al turismo. Se está haciendo una sana costumbre que (al margen de los periodos vacacionales), cientos de visitantes, principalmente de la Ciudad de México, aprovechen los fines de semana para viajar al Puerto de los Bellos Atardeceres lo que provoca una buena derrama económica.
Uno de los programas sobresalientes es el de Alumbrado Público que ha permitido iluminar colonias de la periferia que por años estuvieron casi en penumbras.
El pago de la deuda que heredó de gobiernos anteriores y que por años ha agobiado a los tuxpeños, será otro tema que toque el presidente municipal José Manuel Pozos Castro en su Segundo Informe.
Habrá que escucharlo.