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Entre la transparencia y la oscuridad del Bola #8

by Édgar Hernández

Dueño al fin de Veracruz, al secretario de Gobierno, Eric Cisneros, se le hace fácil pasarse por sus tanates leyes y tribunales, así como acomodar las instituciones para construir -¡Oh, iluso!- el camino que lo lleve a la gubernatura.

Toscamente ordena al OPLE amordace a la prensa veracruzana retirando las notas donde se le presenta como violentador de género ante la denuncia de la diputada Ruth Callejas, a fin de allanarse el camino a la candidatura.

Respaldado en la ilegalidad del OPLE”, que encabeza la arrebatada morenista Marisol Alicia Delgadillo, presiona a los periodistas para que bajen las notas donde se le presenta como violador de género lo cual, legalmente, le impide contender electoralmente.

Pero, como dice su Mesías: “¡Te conozco bacalao!”.

A Cisneros le importa un verdadero rábano atentar contra la libertad de expresión a través del OPLE que obliga a medios de comunicación estatales a eliminar notas periodísticas “impulsando un sistema de censura que violenta las normas constitucionales y convencionales que tutelan el ejercicio del periodismo”, escribe Armando Ortiz en su influyente espacio Libertad Bajo Palabra.

Pone el dedo en la llaga cuando desvela que la nota tiene que ver con los dichos del secretario de Gobierno en donde violenta verbalmente a la diputada Ruth Callejas.

“En el OPLE son obtusos, no entienden de libertades ni de derechos y si a eso sumamos que en los últimos años se ha convertido en la ramera de Eric Cisneros Burgos, entonces se entiende esa intención de censura contra 11 medios de comunicación”.

Queda consecuentemente claro que este oscuro amigo encontró ¡Oh, milagro! la estrategia para que, aprovechando un litigio auténtico, le de la vuelta y aparentando justicia en la emisión de medidas cautelares en favor de la víctima, ordene se bajen los dichos violentos para que así, ya no exista evidencia para casos análogos o subsecuentes del propio perpetrador.

Esa es la realidad de sus acciones bajunas.

Es como si en materia penal el juez ordenara destruir un video de evidencia porque este es ofensivo.

De Cisneros, el Bola #8, quien de pronto se abraza a una negritud veracruzana en franca extinción para fines no de rescate racial, no podía esperarse menos.

Le gana el protagonismo. Lo atrapa su mezquino interés político y busca caminos alternos arrojando su última carta en donde si gana será candidato a gobernador, pero si pierde tendrá garantizada una curul o un escaño que le de fuero e impunidad.

Quedará, sin embargo, en el imaginario colectivo aquella comparecencia ante el Congreso local en noviembre del 2022, cuando Cisneros Burgos tuvo un agrio roce con la diputada Ruth Callejas a quien cuestionó de manera ofensiva y burlona de “haber arribado al cargo como parte de una cuota de género” buscando evitar dar respuesta a los cuestionamientos lanzados por la legisladora.

Por respuesta la diputada de Movimiento Ciudadano inició una queja en tribunales por las afectaciones a sus derechos político-electorales que argumentó, son constitutivas de violencia política de género.

La presentó ante el Tribunal Electoral de Veracruz y la Sala Regional, que sospechosamente consideraron que “el acto reclamado no podría analizarse por tratarse de un asunto relacionado con derecho parlamentario y no electoral”.

Sin embargo, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) -ante el cual no tiene injerencia el Bola #8- revocó la determinación de la Sala Regional de Xalapa de desechar la demanda por violencia política de género.

Entonces, ya ve usted lo inteligentes que son los políticos cuatroteros, el Bola #8 decide borrar toda evidencias desapareciendo las minutas del Congreso del estado, para luego pretender lo mismo con los medios que registraron el hecho para que cuando se pregunte ¿Qué hizo el Bola #8? la respuesta sea: ¡Nada… ¡Es una blanca palomita! Bueno, corregimos, digamos que un poco oscura la palomita.

Esa es la historia de las rapacerías de quien hoy tiene el poder pensando que la opinión pública no se da cuenta de sus fechorías; de como se violenta la Constitución y las leyes que de ella emanan y de cómo se atenta en contra de la libertad de prensa amordazándola.

Total, como ellos mismos dicen, ¡Que tanto es tantito!

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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