Inicio ColumnasViernes Contemporáneo Yasmín Esquivel una plagiaria desvergonzada. Plagió también en su tesis de doctorado. Plagió más del 46% y todavía dice que fue “omisión”

Yasmín Esquivel una plagiaria desvergonzada. Plagió también en su tesis de doctorado. Plagió más del 46% y todavía dice que fue “omisión”

by Armando Ortiz

Yasmín Esquivel una plagiaria desvergonzada. Plagió también en su tesis de doctorado. Plagió más del 46% y todavía dice que fue “omisión”

Yasmín Esquivel es un caso perdido. Es el ejemplo de una mujer que, a base de trampas e influencias, ha logrado escalar hasta la posición más alta de la Justicia en México. López Obrador, pasando por alto sus trampas y sus plagios, la colocó como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, un lugar al que sólo se puede acceder si se tiene un prestigio bien ganado y una carrera impecable. Sin embargo, se ha comprobado ya que Yasmín Esquivel plagió en su totalidad su tesis de licenciatura en la UNAM. Un Comité de Ética investiga y estudia su caso, ella se defiende amagando con el silencio a la misma UNAM. Así de vil la señora. ¿Por qué su miedo? El periódico El País investigó ahora su tesis de doctorado. Una tesis presentada en 2009 en la Universidad Anáhuac, una tesis de 456 páginas titulada: “Los derechos fundamentales en el sistema jurídico mexicano y su defensa”. A los que analizaron esa tesis de doctorado no les sorprendió que la ministra también hubiera recurrido al plagio para su composición. Señala El País que “la jueza del máximo tribunal de México obtuvo en 2009 el grado de doctora en Derecho por la Universidad Anáhuac con un trabajo de titulación en el que plagió 209 de las 456 páginas”. Fue tan burdo y descarado el plagio que la señora plagió hasta las menciones de citas de obras del propio autor plagiado, apropiándose de esta manera hasta de las obras de ese autor. Todavía es más vergonzoso que ante tanta evidencia, descaro y mala fe, la señora ministra se atreva a justificarse diciendo que no hubo plagio, sino omisiones, lo que significa que más que plagio fue deficiencia o simple descuido al no citar a los autores de los que tomó páginas enteras. ¡Vaya desvergüenza! Esta vez a la ministra ya no se le debe de preguntar si renunciará, se le debe exigir que renuncie. ¡Plagiaria desvergonzada!

Yasmín Esquivel ya llenó de mierd@ a la UNAM, ahora le toca batir esa mierd@ en la Anáhuac. La Anáhuac ya dijo que no va a hacer nada

La Universidad Nacional Autónoma de México estaba rankeada en 2022 como la numero 1 entre las universidades de México; le seguía en el 2 el Tecnológico de Monterrey, la Anáhuac estaba en el lugar 5. A nivel Latinoamérica en 2022 la UNAM estaba rankeada en el lugar 2, sólo debajo de la Universidad de Buenos Aíres. Pues en este 2023 la UNAM está rankeada en el lugar 7 a nivel Latinoamérica, incluso abajo del tecnológico de Monterrey que se encuentra en el lugar 4. No sabemos si esta baja tenga que ver con el desprestigio que le causó a esta institución la ministra plagiara Yasmín Esquivel. Vale mencionar que la UNAM se pronunció demasiado tarde sobre ese delito, peor aún, se ha visto muy tibia la institución y su rector para tomar acción en contra de la plagiaria. Pues ahora, la misma mierd@ que fue a arrojar Yasmín Esquivel a la UNAM, ahora la arroja contra la Universidad Anáhuac, una vez que se descubriera que su tesis doctoral en esa institución también fue fruto del plagio. La Anáhuac ya anticipó que, sobre el plagio de la ministra en su tesis doctoral, no va a hacer nada. Sobre el particular, señala el periódico El Universal: “El reglamento de la Anáhuac establece que después de tres años de haber sido emitida el acta doctoral, las sanciones prescriben, por lo que no podrán llevar a cabo una medida en contra del supuesto plagio de tesis doctoral”. Así de solapadores los de la prestigiada Anáhuac.

El presidente no tiene quien le escriba. Nadie contesta las cartas de López Obrador, ni el gobierno de EE.UU. ni España ni el de Nicaragua

¿Así o más ignorado? Lo mismo que el personaje de la novela de García Márquez, el presidente López Obrador acude cada fin de semana, vestido de blanco y con sus botines bien lustrados a la oficina de correos para preguntar si le ha llegado alguna carta, alguna respuesta a las misivas que él ha enviado. El jefe de correos se compadece, y al gesto de una persona presente dice en voz baja: “El presidente no tiene quien le escriba”. Y es que López Obrador, el presidente importante, el que inauguró el “mejor aeropuerto del mundo, mundial”, ha mandado cartas a los gobiernos de los Estados Unidos. Una de ellas fue para pedir que no se apoyara a asociaciones civiles que atentan contra la democracia de México; ¡nadie le respondió! Después mandó una carta al rey de España, esperando una disculpa por las atrocidades cometidas en la Conquista; ¡nadie le respondió! Hoy nos enteramos en la mañanera que el presidente le mandó una carta va Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, señalando su preocupación por algunos ciudadanos nicaragüenses, que están sufriendo persecución. ¿Le contestó su amigo Daniel Ortega, aquel a quien defendió ante el gobierno de los Estados Unidos? ¡Tampoco le respondieron! Es decir, las cartas de López Obrador no surten ningún efecto. López Obrador ha sido un presidente tan incongruente, que todos, hasta sus aliados, lo toman a loco.

Armando Ortiz                                    Twitter: @aortiz52                             @lbajopalabra

 

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