En cuatro años, las mieles del poder fueron benévolas para la familia García Jiménez y hoy, al transitar por el 5º año de gestión estatal, los errores, inexperiencia, ocurrencias, los actos de corrupción y la ambición desmedida salen como herida con pus, demostrando que el hoy por desgracia gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez no es honesto y las omisiones a deberes legales realizadas por sus funcionarios y aliados, así como la protección de éstos, también se tipifican como corrupción.
Lo más lamentable, es que a sus casi 55 años, Cuitláhuac García es defendido por su papá Atanasio García Durán, quien ha sido el mayor problema en el pasado, presente y futuro del gobernador de Veracruz.
Y ser Atanacio quien metió con calzador al hijo de su hermano por parte de mamá, Julio Guerrero Durán y de su cuñada Bertha Pérez Benavides, siendo su sobrino, el subsecretario de Finanzas y Administración de SEFIPLAN, Eleazar Guerrero Pérez a quien le dieron todo el poder para manejar las Unidades Administrativas en todas las dependencias estatales y mover el dinero a su antojo, hasta que el caso “Aralygate”, corre el velo comprobatorio de lo que desde hace mucho tiempo informamos: Los antes “honestos”, hoy son pillos corruptos fundadores de empresas fantasmas para beneficio de la familia García y la asignación ilegal de contratos millonarios, utilizando a una ignorante prestanombres Araly Rodríguez Vez.
Con la difusión en el ámbito nacional sobre el “Aralygate”, se muestra la mano del secretario de Gobierno Eric Cisneros Burgos y su interés de destronar al pariente ambicioso y corrupto, como es Eleazar Guerrero Pérez, protegido por el papá y la mamá del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García.
Los negocios florecen para el poblano Eleazar y sus hijos incrustados en dependencias con mayor presupuesto como Seguridad Pública, siendo funcionario Eleazar Guerrero Barrera y Nitzia Guerrero Barrera en el DIF Estatal, en el área de programas a personas vulnerables, manejando millones de pesos. Y si no me creen, pregúntenle a Karime Macías Tubilla, quien creó empresas fantasmas para desviar dinero, bajo contratos millonarios. Por eso, su investigación y probable extradición de Inglaterra.
No debemos omitir la difusión de la asociación política “Unidos Todos”, propiedad de Eleazar Guerrero, repartiendo un pasquín promoviendo la imagen del primo del gobernador, quien además, tiene el negocio en la pinta de bardas y renta de espectaculares, promoviendo la imagen de la 4T.
Es una vergüenza que Atanasio García Durán defienda a su hijo al declarar: “Se está haciendo lo que ningún gobernador había hecho. Yo creo que el nombre de Veracruz (trascenderá), Cuitláhuac es un ciudadano veracruzano, trabajador, que es honesto”, como lo publica un medio de comunicación con la liga: https://vanguardiaveracruz.com/cuitlahuac-es-un-trabajador-honesto-mtro-atanasio-garcia/?fbclid=IwAR17hojkCGzt25Z23L1B26CLZyX8BUAYKQSc7WPmlyFiOURy6Ot-mGSlKXY
Es lógica la defensoría de un padre hacia su hijo, quien ha sido cómplice en la situación prevaleciente de ingobernabilidad y colocar a Veracruz en los últimos lugares en desarrollo, empleo e inversión, para ser uno de los primeros en inseguridad, pésimas condiciones en el sector salud y el incremento a la pobreza extrema.
Atanasio siempre evade su responsabilidad y busca su beneficio, como lo hizo con activistas que protestaban por las Granjas Carroll en Perote, durante la administración de Fidel Herrera Beltrán, además negoció beneficios, entre ellos, los frustrados estudios de Cuitláhuac García y su familia en el extranjero y ahora busca por todos los medios defender lo indefendible, asegurando que el “Aralygate” no afecta la imagen de su hijo, cuando este caso obligó al presidente de México visitar Veracruz, el pasado fin de semana, inventando un evento organizado por la Delegación de Bienestar y su titular Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
Curioso que en la calle Huelva número 12, de la Colonia Higueras, donde existe un cinturón de miseria en Xalapa, presuntamente se ubica el domicilio de la gran empresaria beneficiada con contratos con más de 100 millones de pesos, Araly Rodríguez Vez, quien tal parece no existe en el radar político. Y ni el ORFIS, ni la Contraloría General, ni las Contralorías Internas de SESVER, SSP y DIF presuntamente no detectaron este enorme fraude, administrado, orquestado y cobrado por Eleazar Guerrero Pérez, quien no actúa sólo, siendo protegido por su primo hermano el gobernador y la familia García Jiménez, los nuevos millonarios en Veracruz.
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