Un aliciente para los hombres de buena voluntad, es la llegada de Biden a la presidencia de Estados Unidos. Los pueblos ansían la paz, que les roban los gobiernos aviesos como ha sido en la historia de la humanidad. El mundo azotado por una pandemia que, si bien no ha cobrado más vidas que la gripe española, ha creado desolación general. Algo no experimentado en muchos años. El encierro, la sana distancia, los cambios bruscos de vida, la pérdida de cientos de miles trastorna a los sobrevivientes. El miedo paraliza y otras enfermedades se manifiestan, ante sectores de salud rebasados. El escenario es dantesco. Ante esto no importa la política sino sobrevivir. Los gobernantes no paran, sobre todo los populistas, de hacer campaña mediática importándoles un comino la tragedia. Eso pasó con el innombrable Trump, quien por fin fue derrotado. Omiso a su deber no tuvo control del Covid y su país tiene el primer lugar de muertos (240mil) y contagios (10 millones) y se resiste a la derrota. *** Nada que extrañar de un sujeto prepotente, soberbio, mentiroso, cinico, violento, grosero, impositivo. Su fracaso es el cúmulo de todo ello, que muchos le critican y repelen. Los países con gobiernos totalitarios, oponen resistencia. Biden es un hombre mesurado. Tiene principios, al parecer, sostenidos en sus discursos. Los berrinches de Trump hablan de su gran ambición, pues no quiere dejar el poder y no le importa llevar a su pueblo a una posible guerra civil. Ya había polarizado a su patria. No importándole el desprestigio de la democracia norteamericana, clama fraude como un mandatario bananero. Esos de algunos países del tercer mundo, que exigen voto por voto todo para descomponer la política local. *** La presencia de una mujer en la vice presidencia es alentador. Kamala Harris es una excelente representante del género y los sectores marginados. La sociedad norteamericana debe volver a ser una. Ni rojos ni azules. Podrían tener una gran oportunidad, con este nuevo ascenso de Biden-Kamala. *** En su egoísmo a Trump no le importa poner en tela de juicio, la historia de las grandes luchas de su población por la libertad en nombre de la justicia y Dios, que ya decidió desde las alturas. *** Si el Peje no se pone las pilas, su destino está a la vista. Ni chairos ni fifís. MÉXICO es más grande que sus gobernantes. *** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.
LA PAZ
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