Por Oscar Garza Bello
CDMX – 16/05/2020
La razón tiene que ver con nuestro tipo de petróleo y el fracaso de su estrategia de comercializarlo. El petróleo mexicano es de tipo pesado con mucho azufre. Costoso de refinar y como producto residual por su alto contenido de azufre, en vez de gasolina se genera aproximadamente un 30% de combustóleo.
El principal mercado para este combustóleo, eran los barcos mercantes. Sin embargo, por acuerdos internacionales para reducir los contaminantes del aire que sean tóxicos y/o generen gases que favorezcan el calentamiento global, se ha prohibido el uso mundial de combustóleo como energético de tales embarcaciones.
Por otro lado, recordemos que padecemos una coyuntura de exceso de petróleo, por lo que durante la pasada reunión de la OPEP+, la mayoría de los países productores de petróleo acordó reducir su producción para aumentar los precios. Pero México se negó a hacerlo en la medida en que la OPEP+ se lo solicitaba.
Como se los advertí en un artículo anterior, dije que los sauditas tomarían represalias contra México. Y así lo hicieron, bajaron su precio de su petróleo de calidad superior por más ligero a los clientes de México, y le arrebataron prácticamente casi todo su mercado, sobre todo el asiático.
Entonces, tenemos a México con un costo de extracción de petróleo superior al precio de venta, sin clientes, y con un 30 porciento de su petróleo hecho combustóleo que, por acuerdos ambientales internacionales, prácticamente nadie quiere comprar.
¿Y cuál es la “gran idea” de Rocío Nahle y Manuel Bartlett para “solucionar” por lo menos el problema del combustóleo? Prohibir las energías alternativas (solar y eólica) para que la CFE eche a andar sus empolvadas, viejas y más contaminantes plantas generadoras de energía eléctrica que funcionan con combustóleo.
Con esto, gracias a la 4T, tendremos energía eléctrica no solo más cara, sino más contaminante en su proceso de generación.
Es de esperarse que se avecina una avalancha de demandas por proyectos prvados cancelados ya aprobados, e incluso ya en construcción, como el caso de la cervecerían en Baja California. Además, es posible que recibamos sanciones por parte de la comunidad internacional por violar acuerdos internacionales en materia de generación de contaminantes atmosféricos.
¿Y dónde están las protestas de GREENPEACE y demás ambientalistas? ¿Será que no les vemos porque estamos todos en casita resguardándonos de la pandemia?
Cariñoso y respetuoso saludo de su amigo,
Oscar Garza Bello
SOBRE EL AUTOR: Oscar Garza Bello es economista, consultor de negocios, financiero y fiscalista. Graduado Licenciado en Economía por el ITESM, Master en Administración Pública por la Universidad de Harvard, y Master en Administración de Negocios por la Escuela Kellogg de la Universidad Northwestern. Se ha desempeñado profesionalmente en los sectores privado, no lucrativo, la academia, y los 3 niveles de gobierno.
Facebook/Twitter: Ogarzabello
