Somos gobernados por personas estultas. Ignorantes de las formas de gobierno. Insensibles a los requerimientos de la nación. Lejanos a la cultura. Un libro como “El Príncipe”, de Maquiavelo, es lo que menos les ha importado consultar. Un manual básico, del siglo XV, que orienta como se debe gobernar junto a los ciudadanos. Escuchar al pueblo, como lo hacían los grandes conquistadores del mundo como el Sultán Suleyman entre otros. Son tan reducidos, que insisten en poner grandes abismos con sus gobernados. La no solución a la grave violencia que azota a la población, la está llevando a desequilibrios mentales y físicos irreversibles. Grandes problemas de salud pública, que no alcanzarán todas las instituciones de servicios básicos, cuando se convierta en pandemia. La crisis en la que sobreviven los hospitales públicos, son deplorables y no hay avance alguno. Las mismas carencias de siempre, de insuficiente abastecimiento de medicinas y deshumanización en el trato médico en general. *** “El impacto que ha tenido en la población la violencia ocasionada por el crimen organizado, es similar al que sufren personas cuyas naciones se encuentran en guerra, afirma Peter Maurer director del Comité Internacional de la Cruz Roja. Más concretamente, para este organismo internacional una de las mayores preocupaciones es que la violencia generada por la delincuencia está ocasionando que en algunas entidades- como Tamaulipas- los ciudadanos no puedan acceder a servicios tan básicos como educación o salud. La violencia o alguna de sus demostraciones, ya sea que ocurra en situaciones de guerra o de criminalidad, como es el caso de México, tiene las mismas consecuencias sociales y psicológicas para las personas y comunidades”. El Universal. *** Veracruz ocupa primer lugar a nivel nacional, de extrema violencia y secuestros. Hay un fracaso de la seguridad pública y la impartición de justicia. Son cientos de familias, víctimas de todo tipo de agresiones. Las personas están temerosas, desquiciadas, angustiadas, ansiosas. Las instituciones de salud pública local, no podrían solucionar una psicosis generalizada. Se han perdido los espacios públicos y el toque de queda es a las ocho de la noche, aunque no sea oficial. Estamos en inanición. Confiamos en la capacidad garantizada y no vemos de la administración por fenecer, nada que haga confiar en las autoridades. ** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.
ESTULTAS
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