VIRGINIA DURAN CAMPOLLO
El despojo a los veracruzanos, es ya intolerable. No solo ha sido el saqueo innoble de sus arcas, que le llevó a la quiebra. Ahora resulta que también su espacio, se está substrayendo. Son cientos los conciudadanos de diferentes partes de la república, que se asientan en el estado. No vienen de turismo sino a quedarse en puestos públicos, que pertenecen a los locales. Desde el inicio de este fracasado gobierno, hasta el momento, hemos visto automóviles con placas de Quintana Roo, Puebla, Querétaro, Chiapas, etcétera. Dicen que se prepara el gobierno actual, para las próximas elecciones. Otros han sido colocados en puestos públicos claves, donde han desplazado a empleados veracruzanos. Se registran casos como en la Fiscalía, de personas con 26 años de antigüedad que han sido despedidos sin ningún miramiento. Reportan que los que han llegado, en una gran mayoría, no saben ni en dónde están parados. A tal grado que han tenido que regresar algunos, para realizar los trabajo y enseñarles el manejo de las instituciones. Les pagan por fuera. Doble gasto, porque los despedidos ganaban menos que los impuestos. *** La indignación por la falta de solución a la grave problemática del estado; las promesas incumplidas; el nepotismo y la ausencia de gobierno, sobre todo en la seguridad social, ha invertido el sentimiento de la población de esperanza a gran indignación. No es válido, que tiene poco de haber entrado la nueva administración. Se supone había experiencia de gobierno y se sabía cómo hacerlo. La parálisis es preocupante. No se ve dinamismo, en ninguno de los institutos. Todo callado. El ruido es sobre los candidatos, los desaparecidos, las fosas, la protección a inculpados y todo menos de hechos concretos. Tres sujetos en la cárcel, de 300 implicados en la delincuencia organizada de los ex gobernadores. *** La designación de Elizabeth Morales como delegada del ISSSTE, cayó como agua fría a la población jalapeña. Demuestra el PRI nacional con ello, que no hay ninguna intención seria de combatir la corrupción. Una mujer estigmatizada, con comprobable fortuna mal habida lo exhibe. Pudiera ser que el presidente priista local Renato Alarcón, paga con ello el apoyo que recibió de la Morales y Héctor Yunes, para ser elegido en el puesto. O fue una decisión incorrecta del centro. Ya empiezan los mitos y leyendas, de favores a ciertas amigas con mucho poder político de la ex alcaldesa. Para la población, es una cachetada pues nunca fue juzgada, como debieron ser todos sin exclusión, por su paso por la alcaldía de Xalapa. Sus panegiristas aseguran que cumplió con todas las auditorias, pero si las hicieron los organismos locales al respecto, es de dudarse. *** El cinismo de algunos políticos es inaguantable. La pilla de Gina Domínguez-¿cuándo gira ordenes el gobernador para su captura?- titular de la Fundación Colosio del PRI, asegura que las acusaciones en su contra es una guerra mediática. Y resulta, que en éste pueblo no hay ladrones. Todos los inculpados de los sexenios pasados, son blancas palomas que nunca mancharon su plumaje. Niegan las extracciones cometidas y sus inmensas fortunas, con poco tiempo en la función pública, son producto de herencias de familia. La ofensa a la inteligencia afrenta y mucho. Son descarados vividores, de doble moral. Ojalá que Miguel Ángel Yunes Linares, se apreste en lo inmediato a ponerles un hasta aquí, a quienes se burlan de manera tan vil. *** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.