Corría el año 1992, último del cuatrienio de Dante Delgado, quien había sustituido a su hasta entonces mentor político don Fernando Gutiérrez Barrios, quien a su vez había solicitado licencia para separarse del cargo a fin de asumir la Secretaría de Gobernación con el presidente Carlos Salinas de Gortari.
No se tiene claro de dónde surgió o cómo surgió la versión de que antes de que concluyera su gestión Dante se integraría al gabinete de Salinas, y de pronto la especie empezó a crecer como bola de nieve cuesta abajo y se empezó a dar por hecho que quien terminaría los últimos meses como gobernador interino sería el entonces secretario general de Gobierno Miguel Ángel Díaz Pedroza.
Y cuando la versión había alcanzado su clímax, un día se anunció que Salinas venía en gira de trabajo al estado, lo que ocurrió. Se programó un acto en la colonia Manuel González (Zentla) (por el rumbo de Huatusco-Paso del Macho) y ahí, aquel presidente, con el mayor tacto y la mejor diplomacia, ensalzó a Dante, destacó el trabajo que estaba realizando como gobernador, y cuando todo mundo esperaba que dijera que por lo tanto lo invitaba a integrarse a su equipo, soltó que era tan bueno su trabajo que iba terminar su administración a tambor batiente.
Dante terminó su gobierno, tiempo después se integró al Comité Ejecutivo Nacional del PRI con Ernesto Zedillo, quien cuando asumió la Presidencia lo invitó a formar parte de su equipo. Lo demás es historia.
Cambió todo el panorama político para el Gobernador
He recordado esto porque 31 años después se acaba de dar un caso parecido, aunque, lógicamente, con sus propias características.
Desde septiembre de 2020 fue público y notorio la cercanía que empezó a tener el gobernador Cuitláhuac García Jiménez con la entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Eran parte del grupo que apoyó inicialmente a Porfirio Muñoz Ledo para que fuera el nuevo dirigente nacional de Morena. Entre ellos estaban Alfonso Ramírez Cuéllar, Bertha Luján (madre de la hoy secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján), Clara Brugada y la propia Sheinbaum, todos inyectándole recursos al proyecto de Porfirio en contra de Mario Delgado, según se filtró un audio que hizo público el diario Reforma.
Un año después, en septiembre de 2021 el presidente López Obrador prácticamente destapó a Sheinbaum para sucederlo, cuando en una gira de trabajo por la Ciudad de México le levantó el brazo y la señaló con su dedo índice en una señal política que todos interpretaron como: “es ella”.
Entonces se empezó a ver a Cuitláhuac en actos públicos con Claudia, e igual que como en el caso de Dante empezó a correr la versión, que creció como bola de nieve cuesta abajo, de que él sería el futuro coordinador de campaña de la futura candidata presidencial, especie que el propio gobernador alimentó no desmintiéndolo en forma tajante sino abriendo la posibilidad de que así podría ser, e incluso en repetidas ocasiones pidió a los reporteros que le preguntaran sobre el tema en diciembre próximo.
Ya no hay necesidad de ello porque la noche del 15, en el marco de la transmisión en vivo de la ceremonia del “Grito”, el conductor estrella de Radiotelevisión de Veracruz (RTV), Ramsés Yunes, le preguntó a bocajarro si su “grito” de esta noche sería el último. No se sabe si la pregunta estaba preparada o si el periodista se la hizo al calor del fervor patrio que se vio que los envolvía, Cuitláhuac incluso emocionado, tan emocionado que dijo que era “mi quinto informe” y que abajo había ¡25 mil personas!
“No hay quinto malo, ¿será el último?”, le preguntó Ramsés. Cuitláhuac empezó entonces a hablar de los héroes patrios, etcétera, hasta que volvió al tema: “… y con este es el quinto grito, entonces pues vamos bien”. Yunes volvió a la carga: “señor lo vi muy emocionado en este quinto grito, ¿será el último grito?”, insistió. “No, no. Vamos a dar todo completo, el sexto acá estaremos y estaremos cerrando con broche de oro”.
¿Necesitaba decir algo más sobre su futuro político? Así, si hace 31 años Dante terminó su gobierno a “tambor batiente”, ahora Cuitláhuac cerrará el suyo “con broche de oro”.
Es más que obvio que como comenté la semana pasada en este espacio, Claudia Sheinbaum le asestó un duro golpe a su aspiración política futurista de integrarse a su campaña presidencial al nombrar a sus dos enemigos políticos de peso, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, como sus coordinadores, el primero Político y el segundo de Organización y Enlace Territorial, con quienes armará las listas de candidatos a cargos de elección popular y sus recorridos por el país.
Cuando el gobernador comenta que se queda, entonces es que canceló ya cualquier posibilidad de integrarse al equipo de la candidata presidencial, bien porque el presidente López Obrador le ordenó que se quede a concluir, o porque Claudia lo desengañó y le anunció que no lo necesita, o porque él mismo ve que no tiene nada qué hacer formando equipo al lado de Adán Augusto (y Sergio Gutiérrez Luna) y de Ricardo Monreal (y José Manuel del Río Virgen).
A fuerza de ser sinceros, y con el respeto que merece como persona, aquellos son jugadores de Ligas Mayores en la política del país, y él solo de campos llaneros, y habrá que ver si Sheinbaum, ocupadísima como está y estará en tratar de derrotar a Xóchitl para convertirse en presidenta, se va a estar distrayendo sacándolo de sus broncas y metiéndole el hombre y sosteniéndolo como lo vino haciendo Andrés Manuel.
Con ese cierre “con brocho de oro” que anunció, el panorama político para el gobernador ha cambiado, y con él para todo su equipo, lo que habrá de impactarles en sus aspiraciones a ocupar cargos de elección popular, cargos en los que ya se veían ya bien como senadores, ya bien como diputados federales, o ya bien como diputados locales.
Peor les puede ir si con la necesidad que tiene Sheinbaum se reunificar a los mexicanos para que la apoyen, luego de que los ha dividido López Obrador, decide negociar con opositores lo que tenga que negociar con tal de sumar, como por ejemplo que dejen en libertad a todos los presos políticos de la oposición que llevaron a la cárcel Eric Cisneros y Verónica Hernández Giadáns con el visto bueno de Cuitláhuac, y les exige que abran las cárceles.
Manuel Huerta “llevó el pueblo” a dar el “Grito” con AMLO
Bajo la proclama: “No es lo mismo ‘que te lleve el pueblo’ a ‘que te lleven el pueblo’”, el delegado de los programas de Bienestar en el estado, Manuel Huerta, le llevó a “su pueblo”, a “su gente”, a “sus muchachos” de Veracruz a acompañar a su amigo el presidente López Obrador a dar el “Grito”.
El también aspirante a la candidatura de Morena a la gubernatura, publicó el día 16: “Estoy infinitamente agradecido con la gente que nos sigue, que nos impulsa, que nos motiva y nos carga de energía todos los días en cada evento. Ayer desde la Ciudad de México agradecimos también a nuestro líder y compañero de lucha, el Presidente Andrés Manuel López Obrador con quien hemos igualmente recorrido el territorio a pie”.
“Su” gente cargaba carteles con las leyendas: “¡El pueblo manda!” y “Por el bien del pueblo primero los pobres”. Manuel ha venido repitiendo que la candidatura de su partido no se dará por dedazo sino que será “el pueblo” el que decida.
Vivaracho, porque conoce bien a Andrés Manuel desde hace muchos años, Huerta le llevó gente a la Ciudad de México para mostrar que él sí tiene “pueblo”, para llenarle el ojo, pues, como dice el dicho.
Nahle, en cambio, elitista, apareció de “jarocha” en el Palacio Nacional
En cambio, otra aspirante a la gubernatura, Rocío Nahle, publicó una fotografía donde se ve acompañada de su hija Rocío, pero desde uno de los corredores del Palacio Nacional y vestida ¡de jarocha!
Fue notorio el contraste entre uno que le llevó “el pueblo” al presidente, mostrándose entre los de abajo (Mariano Azuela dixit) y otra que se mostró “arriba” alejado del pueblo.
Y con todo el respeto que se merece la señora, no cabe duda que por más que la zacatecana se vista de jarocha, zacatecana queda.
En Morena esperan con ansiedad este lunes la convocatoria
De acuerdo a lo adelantado por Mario Delgado, este lunes se emitirá la convocatoria para elegir al coordinador o coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, en palabras menos rimbombantes, al candidato o candidata de Morena a la gubernatura del estado.
Hasta ahora han levantado la mano Rocío Nahle, Manuel Huerta, Sergio Gutiérrez y Eric Cisneros, mientras que Zenyazen Escobar García bajó sus pretensiones y anunció que aspirará solo a una senaduría.
Nahle, Huerta y Cisneros, quienes ocupan cargos federales y estatal, respectivamente, dijeron ya estar listos para renunciar, los dos primeros ella a la Secretaría de Energía y él a la delegación de los programas federales de Bienestar en Veracruz, y el tercero a la Secretaría de Gobierno, si la convocatoria marca como requisito que tienen que hacerlo.
Por lo que se ha visto hasta ahora, Huerta y Cisneros le echaran en cara que no ha terminado la refinería de Dos Bocas y la dejará inconclusa, y que no es veracruzana sino zacatecana.
