Cerca de 100 mil mujeres mexicanas- solo en el CDMX- fueron a manifestar al gobierno su descontento en su día. No era celebración sino una fuerte denuncia. De madres, abuelas, tías, primas, hermanas, compañeras que han perdido a sus mujeres. Las que han sido ultrajadas, violadas, desaparecidas. Quiero vivir y no sobrevivir! era uno de los muchos reclamos en lonas, pancartas, cartulinas, en el cuerpo, rostro, cabeza. Un numeroso contendiente de jovencitas comprometidas con las víctimas, los sucesos. Una energía que hacía vibrar emociones en las participantes. En la capital de Veracruz- primeros lugares en feminicidios- se colocó en la Catedral un Tendedero de Acoso que mostraba fotos, nombres, señas de los acosadores. Algunas participantes hablaban de actos de violación de parte de sus mismos padres, hermanos, padrinos y hasta abuelos. Alucinante y preocupante. Mientras la presidencia esté en manos de un macho Alfa misógino no habrá mayor esperanza. La tragedia no le interesa. Está en campaña.
ENMOLADAS
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