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“CUANDO UN AMIGO SE VA”

by Carlos A. Bravo Matus

Seis meses de vivir con esta pandemia que cual espada de Damocles se mantiene sobre nuestras cabezas.

Habiéndose iniciado en febrero en China, extendiéndose a Europa y al resto del mundo, llegó a nuestro país sin las medidas necesarias para contener al menos un poco a ese malévolo virus que ha causado más de un millón de infectados y miles de fallecimientos sin perdonar edad, clase social ni credo, afectando un poco más  al sexo masculino. La línea de combate, los médicos, se han visto en alto riesgo de exposición debido a la falta de previsión y mezquindad para dotarlos de los equipos de protección necesarios, por lo que somos el país con mayor número de profesionales de la salud fallecidos a causa del Covid 19 y no vemos cuándo terminará a pesar del color de los semáforos.

Uno de esos médicos que han perdido la vida, fue el Dr. Rafael Velazquez Melgarejo, eminente oftalmólogo, egresado de la Universidad Veracruzana, pionero del nacimiento del Colegio Médico y Ciencias Afines de Xalapa A.C. en 1979, al que siempre le dedicó entusiasmo, gran energía, ocupando diversos cargos en la directiva y siempre dispuesto a colaborar en todas las actividades sociales, altruistas así como de defensa y protección del médico. Excelente médico oftalmólogo que además realizaba muchas actividades altruistas de apoyo a los más necesitados para mejorar su visión. Hombre de gran tamaño y enorme corazón, gran persona que entregaba su mano y amistad sincera, excelente y amoroso padre de familia que levantó a sus dos hijos con gran ejemplo y educación, haciéndolos hombres de bien. Magnífico hijo, de espíritu alegre que compartía con familiares y amigos en reuniones que por sencillas que fueran, siempre se recordaban. Creyente devoto, cuya vida siempre fue recta y honesta, sin vanidad, lo que hacía que quienes lo conocíamos le tuviéramos gran aprecio. Actual secretario del Colegio Médico y dedicado a sus pacientes además de dar servicio al personal de la Universidad Veracruzana, fue atacado por el virus que rápidamente hizo estragos en su organismo y que a pesar de su lucha y de los esfuerzos de los médicos que lo atendían, dejó de existir la semana pasada, dejando un enorme hueco en su familia, gran pesar en sus pacientes, tristeza en sus amigos y compañeros médicos además de una huella imborrable en nuestro grupo colegiado.

Querido amigo, siempre vivirá tu imagen y espíritu en nuestra memoria y nuestro corazón, creyente como eras, seguramente estarás gozando de una mejor vida, al lado de tus padres, hermano y otros seres queridos a los que amaste en tu paso por esta existencia.

Uno más de los hombres y mujeres de blanco que afectados por este mal que ensombrece nuestro ambiente y nuestras vidas sin que veamos su fin en el horizonte. Me aqueja el sentimiento de un querido amigo que se va, dejando gran tristeza en quienes te conocimos, pero también el recuerdo de la mano amiga y el abrazo sincero que siempre nos brindaste. Descansa en paz.

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