Estamos ciertos, que la fracasada Seguridad Pública Estaral – parece embrujada- no sirve para un carajo. Se entiende que no puedan combatir a los narcotraficantes, porque estos los superan en todos sentidos. Preparación, armamento, estrategias. Por otro lado, la institución está contaminada al interior, donde algunos malosos son los que administran. Pero que no puedan con la seguridad local, eso sí calienta. Hay una delincuencia casera, que asesina, secuestra, levanta, roba de todo y amenaza. Pueden estar en las colonias más populosas del estado, como en los fraccionamientos más exclusivos. Son miles de millones de pesos, destinados por la federación para ese menester y nada. Lo único que ha trascendido, casi al término del actual mandato, es el desmayo de su titular por no dormir ni comer. Como te ofendimos Dios , los veracruzanos?
Enmoladas
Precampañas, íntercampañas y campañas formales, que llevan meses de artera y millonaria propaganda que fastidia al respetable. Los argumentos se agotan y las propuestas en firme y creíbles no llegan. Cómo interpretar la tonada jocosa de Movimiento Ciudadano, utilizando a infantes y niños. Cuál es el mensaje? Por qué la algarabía? Un país condenado al exterminio, con cientos de miles de asesinatos, secuestros, desapariciones forzadas, feminicidios, robo de infantes. Gobiernos delincuenciales, con lazos con él narcotrafico que no podrán enjuiciar pues son cómplices. Como lo son los funcionarios depredadores impunes, por gracia del presidencialismo. Ya paren esta carpa, tan onerosa y fastidiosa por el bien de la nación.
Las caballerosidad en la política ,no se entiende. Los grandes políticos veracruzanos como don Adolfo Ruíz Cortines, Jesús Reyes Heroles, César Garizurieta y muchos más hombres y mujeres valiosos y comprometidos, quedan en la historia. Desde Miguel Alemán Velasco al actual, hay un gran abismo. De la Inteligencia, cultura, preparación, trato de mano suave y constructores de las instituciones, nos quedo la maldicion de funcionarios corruptos, ignorantes e indolentes. La rebatinga asquea. Los candidatos rodeados de trepadores, ambicionando un puesto público. La traición, a flor de piel. Qué lástima, que algunos no lo entiendan. Dicen que 50 de estos especímenes, seguían por todos lados al boxeador Julio César Chávez, cuando perdió se quedaron 5, así la cosa.
El estacionamiento de Plaza Animas, está invadido de taxistas que ocupan los espacios destinados a los clientes. Lo han convertido en una base, donde decenas están parados. Algunos son agresivos y se molestan si se les llama la atención, de estar en doble fila o en grupo estacionados como les da la gana. Lo mismo sucede en Plaza Américas, que por la falta de gobierno todos hacen lo que les viene en gana. En vez de estar creando leyes para infracciones, debieran poner orden en todo el tránsito local. Es otra mafia en el poder, que a nadie del gobierno interesa poner en orden. En donde está el piloto?
Una de las tantas reflexiones ciudadanas a considerar, es pugnar para las reformas severas del sindicalismo nacional. Ese libertinaje, donde los Lideres se enriquecen sin ton ni son, medrando incluso con las cuotas de los trabajadores. En el ayuntamiento de Xalapa, por ejemplo, hay 32 sindicatos y muchos trabajadores, laboran 3 horas con sueldos hasta de 80 mil pesos -trasciende- mensuales y tienen un poder omnímodo. Así ningún gobierno, puede salir adelante. Ellos también, son la mafia del poder.
La falta de responsabilidad política y voluntad de la misma, es lo que trastorna el clima ciudadano. Tal vez el termómetro del gobierno está descompuesto, pues no es posible no perciban el fragor del descontento. Los veracruzanos están desesperados, en todos sentidos. Ni el gélido frío infiere, en el ánimo de indignación colectiva. Importan muy poco las campañas, cuando el reclamo es dar seguridad real. Ni el envío de helicópteros, según en busca de delincuentes, tranquiliza. Urge alguien, que les haga entender que han errado el camino.
Rios de sangre púrpura, corren por las calles como cascadas. Pinta escenarios macabros, en diferentes rincones de la capital del estado. Brotan de cuerpos mutilados y no sabemos las VÍCTIMAS quienes son realmente. Ignominia y dolor, mucho dolor. Ni las autoridades locales, ni estatales, ni federales están. Nos han abandonado, preocupados en otros menesteres políticos. A la población, que se la lleve el Diablo que viste del mismo color. Ese rojo intenso que Fidel Herrera dejara, como sello de su megalomanía. Azotados los veracruzanos por la plaga electoral, lo que menos importa es conocer de promesas incumplidas. Estamos en alerta roja y nadie atiende la masacre. El movimiento no es naranja, sino rojo como el amanecer del 68, al igual de sanguinario.
La alcaldía xalapeña de Morena, es la vitrina de ese partido para que se conozca, si realmente saben gobernar. Entraron con el pie izquierdo, agrediendo a la prensa y juzgando sin elementos posibles cohechos, que no pueden comprobar. Tienen mucho trabajo, pues les dejaron una cloaca terrible de corrupción por todas partes , según trasciende. El gris alcalde se comprometió en campaña con vecinos de varios fraccionamientos, que auditoría a Americo Zuñiga Martinez y no hay ningún pronunciamiento al respecto. No tienen experiencia de gobierno y ante la crítica fundamentada, responden con furia y lo atañen a que no se les dio convenios, según jugosos. No tienen ni idea, en donde están parados. Una cosa es López Obrador y otra sus rémoras.
Todo funcionario público, debe ser receptivo ante la crítica fundamentada. No debe haber molestia, sino rectificación. La realidad es que aquí en Veracruz, en el cambio de administraciones, se ve una falta de ejercicio público y desconocimiento de gobierno. No se entiende como subirse a un ladrillo, les marea y se vuelven insoportables déspotas, groseros y rijosos. Acusan estulticia, pedantería. Allá ellos, pues los tiempos electorales están en marcha y el escrutinio ciudadano pendiente. Una reflexión se sugiere, al encargado de prensa del ayuntamiento xalapeño actual, de quien muchos periodistas se quejan por sus maneras poco diplomáticas. Morena aún no la tiene segura.
Ningún líder partidista nacional o local, puede comprometerse a acabar con la corrupción e impunidad, si se acompaña de corruptos e impunes. En Veracruz, de todos los partidos políticos en contienda, sobresalen las lacras. Los diputados priistas Erick Lagos y Adolfo Mota, por ejemplo, al tocar el tema se sumieron en sus asientos. Pero había decenas, de impresentables. Lo mismo con los panistas, que al concepto algunos palidecieron como Ricardo Guzmán Jr- el hijo del cacique más impopular- que traía los estragos de sus excesos. Y también en Morena, hace agua. No ofendan la inteligencia, no pueden ofrecer el cambio, rodeados del pasado de personas corrompidas, que han desprestigiado a su propia militancia.