La semana pasada comentaba sobre la impunidad que crece en la totalidad de ciudadanos, pero ahora es mucho más notorio en los vándalos, quienes no obstante ocultando su identidad, pues usan capuchas, agreden, insultan, mutilan, transgreden excesivamente nuestras normas y no reciben ninguna sanción, ni castigo por sus flagrantes abusos y delitos cometidos, solamente la amenaza del presidente de que, hablará con sus padres o abuelitos, para que les den un jalón de orejas o un zape, si se llegan a portar mal otra vez.
Nos dimos cuenta el miércoles 25 del mes pasado cómo encapuchados arremetieron en contra de todo lo que estuviera enfrente de ellos; prendieron fuego a una librería Gandhi mientras coreaban: “Leer es de burgueses”. Solo cuando algunos comerciantes se armaron de palos y realizaron una barrera en la Calle Motolinía y 5 de Mayo de la Ciudad de México, los vándalos cambiaron sus destinos, pero dañaron todo lo que les era posible y, las autoridades, muy cómodamente les permitían todo, pues para ellos sí es posible manifestarse de esa forma que no deja de ser impune. Pero cómo ha sido mal visto por la sociedad lo causado, el presidente les señala a esos vándalos como: “una rama del conservadurismo”.
El pasado viernes 28, también un grupo de mujeres encapuchadas participó en una manifestación exigiendo la legalización del aborto, en donde quemaron la puerta de la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México, y frente a la catedral arrojaron todo tipo de objetos encendidos, y coreaban: “Saquen sus rosarios de nuestros ovarios” y, “Si no hay aborto legal, el desmadre que se va a armar”.
Este miércoles 2, no obstante que se expuso irresponsablemente a cerca de 12 mil servidores públicos de la Ciudad de México para que formaran el “cinturón de paz”, quienes dejaron de laborar por proteger a los manifestantes, con el resultado de 14 lesionados y la mayoría de ellos policías, y en donde se invirtió para camisetas con la leyenda “CINTURON DE PAZ” y amurallar toda la ciudad; se calculó la asistencia de un centenar de encapuchados; policías sin uniforme que quitaban celulares a personas que filmaban o retrataban las agresiones de los vándalos que tiraban bombas molotov, quebraban vidrios y agredía a todo lo que ellos quisieran, con excepción de personas que los enfrentaron, que, por supuesto, esto deberían haber hecho los policías para procurar el orden.
En todos estos casos, los policías fueron agredidos, pero ellos tenían órdenes de no contestar las agresiones, consintiendo la ilógica impunidad de la muchedumbre, bajo la supuesta creencia de la jefa de gobierno, de que, no caería en provocaciones.
Señala el presidente que el grupo de esos vándalos a quienes se les llamó anarquistas, no son anarquistas, que sí puede ser, pues el anarquismo es un sistema filosófico y una teoría política que corresponde a la ausencia del gobierno. La palabra anarquismo es de origen griego “ánarkhos”, que significa sin gobierno o sin poder. También, propone principios basados en el fin de la propiedad privada y de la división de las clases sociales del Estado y de las instituciones en general, lo que suponía la ausencia de autoritarismo, opresión y dominación, lo que puede simpatizar y estar identificado con quienes ostentan en la actualidad el poder.
Pero tampoco se les puede señalar como conservadores o como una rama del conservadurismo, pues los conservadores son proteccionistas y defienden el nacionalismo, en concordancia con sus ideas, de mantener los valores y la identidad nacional. Conservadores son aquellas personas que abogan por el mantenimiento de las tradiciones, los valores, y la religión en la sociedad para conservar la estabilidad y el bienestar de la familia.
Lo que yo sí creo, es que, esos energúmenos que desquician el orden, son socios de quienes ejercen el poder y a su vez, los que ahora mandan, son cómplices de ellos, pues así como los toleran y aquellos actúan con impunidad, de la misma manera han venido actuando en su devenir histórico los morenos de hoy, como ejemplo narro lo sucedido en el año 2012, en que, la Asamblea Legislativa del entonces D.F., el 27 de diciembre del mismo año, forzaron una ley aprobando con 50 votos a favor, uno en contra y seis abstenciones, la reducción de la penalidad de los delitos de ataques a la paz pública, para liberar a 14 porros mal vivientes, que trastornaron la toma de posesión EPN, además de que causaron daños físicos a fachadas y ciudadanía en general. Cooperando dos diputados de izquierda con 140 mil pesos, para cubrir las multas de los vándalos desquiciadores y salieran de la cárcel, por consiguiente, ni duda cabe, que la autoridad en turno es cómplice de sus socios, que, sin pensarlo más, han de ser parte del “Pueblo Bueno y Sabio”.
Es necesario darnos cuenta que, de la DEMOCRACIA estamos pasando a la OCLOCRACIA, pues es de todos conocido que, los desquiciadores consiguen lo que quieren y se premia a quienes desestabilizan la paz social, no obstante, se les amenace con dar la queja a sus madrecitas o abuelitas. Se consciente a supuestos maestros que toman carreteras y aeropuertos, se les paga, aunque no cumplan y se reforman leyes para su beneficio y excesos. Se les paga sueldo a los huachicoleros como si fueran profesionales, y a los ninis se les da por no hacer nada, pero despiden a miles de empleados productivos. Entonces nuestra forma de gobierno no es una democracia, en donde se gobierna con la voluntad general y legítima del pueblo, sino una OCLOCRACIA, (de OCLOS = muchedumbre, multitud, y CRATOS = gobierno), que es el gobierno de la muchedumbre o de la plebe, es un agente de producción biopolítica, que para abordar asuntos políticos presenta una voluntad viciada, evicciosa, confusa, injuiciosa o irracional, por lo que carece de capacidad de autogobierno y por ende no conserva los requisitos necesarios para ser considerada como pueblo, sino de muchedumbre o plebe, y no tardará algún pseudo historiador, que señale a esta horda de malvivientes como: “jóvenes valientes”.
Opinión de:
Ciudadano, es toda aquella persona que forma parte de una comunidad política, donde toma la condición de miembro de esa comunidad, a la que se le da el nombre de ciudadanía, misma que conlleva a respetar una serie de derechos y obligaciones, con el fin de obtener la conservación de la paz social, con una disciplina adaptable a la totalidad de esa colectividad.
La comunidad política, es precisamente el núcleo de la persona, del ciudadano, pues la palabra política, proviene del griego “politikós”, que quiere decir “ciudadano”, “relativo al ordenamiento de la ciudad” y es, la actividad humana quien tiende a gobernar o dirigir la acción del Estado en beneficio de la sociedad.
Todos los habitantes de cualquier lugar, en donde contamos con leyes que nos señalan nuestros derechos y nuestras obligaciones, somos políticos por el sencillo hecho de ser ciudadanos.
Desafortunadamente, en nuestro país ejercemos una ciudadanía pasiva, por causas muy diversas, pero resalta en forma sorprendente la apatía a estar enterados, el desconocimiento de nuestras normas fundamentales, así como la ignorancia de nuestros derechos. Si en nuestro municipio existe un Bando de Policía y Gobierno que regulan nuestro comportamiento, así como las facultades que tiene la autoridad para hacer cumplir las normas para la obtención de una disciplina propia y vivir en paz, nos percatamos que ni la autoridad conoce sus facultades y tampoco el ciudadano sus derechos y obligaciones. Esto sobrelleva a nuestra exclusión en los espacios donde se definen las políticas públicas, lo cual genera a su vez, la pobreza, el analfabetismo, la violencia como método principal de solución de conflictos, entre otras consecuencias que refuerzan el sub-desarrollo a nivel local, regional y nacional.
En días pasados, mencionaba que existe una impunidad ciudadana, en la que cada quien hace lo que le da la gana, como pintar de amarillo los frentes de su casa sin autorización del municipio, pero tampoco las autoridades del municipio hacen nada en absoluto, para que el ciudadano respete, y ocasiona que los vicios se arraiguen y se agranden. Impunemente estacionan armatostes con llantas desinfladas, con un aspecto nefasto para nuestras ya imposibles calles peatonales, en donde no existen señales para el paso de personas, y donde hasta la misma autoridad contribuye al desorden, por no hacer nada al respecto, pero además por contravenir ellos mismos las normas de conducta disciplinaria para nuestra ciudadanía.
Impunidad, es la circunstancia de no recibir castigo por una falta cometida. Y, todos los casos en donde hay impunidad se caracterizan por la frustración e impotencia de las personas que son afectadas. En ocasiones la negligencia de las autoridades puede sembrar rencores en quienes afecte la impunidad. En la actualidad ya se está poniendo de moda a nivel federal la impunidad, pues el arma sugerida de: “Fuchi, Guácala, Al Carajo con la delincuencia; acuérdense de su madrecita y pórtense bien” no ha surtido efecto, y la impunidad es materia de proliferación, como se ha visto recientemente, en donde soldados y policías han sido afectados, en donde los sindicatos nefastos siguen mandando y haciendo de las suyas violando a diestra y siniestra, en donde hay marchas y mítines de los pseudo maestros, provocando que los legisladores y el mismo mandamás, les haga sus gustos y leyes a su modo; y que decir de anarquistas que vandalizaron este miércoles 26 el palacio federal, aunque los exculpe, ya saben quién, señalándolos como una rama de del conservadurismo.
Si las autoridades hicieran un compromiso de conocer primeramente ellos nuestras leyes y hacerlas respetar, no con las arbitrariedades que siempre lo han hecho, sino con el deseo de contribuir a una mejor convivencia, se podría lograr una mejor disciplina y el orden de nuestra comunidad política sería manifiesto.
Según el orden y disciplina que muestre un determinado núcleo social, es causa de progreso. Al respecto mencionaré que, hace pocos años conocí el Poblado Mesillas, que se encuentra antes de llegar a Mazatlán, que es un lugar en donde se labora con madera de la localidad, y se crean muebles de todo tipo, cuyo precio es menor al cincuenta por ciento de las mueblerías de la ciudad. Pero la característica de dicho núcleo es que, en ningún rincón de dicho poblado se encuentra una sola cantina, todos los habitantes se encuentran laborando y creando arte con la madera, para venderlo legalmente y dar un verdadero servicio a quien así lo solicite y, la forma de vida de sus habitantes es de paz, producción, convivencia y disfrute.
En cambio, existen otros núcleos, en donde es menester traficar con la ilegalidad y, todos sus habitantes se encuentran ya contaminados de actuar con impunidad y de la mala forma de vivir de los demás, y su forma de vida es de permanecer en guardia, de odio y de discordia.
En nuestra ciudad, resalta como crece la impunidad, en la que el habitante hace lo que le pega en gana, pero también donde la autoridad, es la intocable y actúa irresponsablemente, con el solo hecho de sentirse poderoso y que su impunidad sea la que vale.
Hasta que el ciudadano se decida a actuar con el pleno derecho que tiene, y con la disposición de participar en una comunidad a través de una acción autorregulada, inclusiva, pacífica y responsable, con el objetivo de optimizar el bienestar público, hasta ése momento, habremos de contar con dirigentes políticos que no engañen a la ciudadanía, y no se escuden en la miseria de nuestra sociedad, para ofrecerles ayuda, a quienes de momento sí les darán el pez para que sacien su hambre, pero a quienes nunca les enseñarán a pescar; y lo mejor de todo, es, que tendremos representantes que de verdad ostenten un criterio jurídico apropiado, sepan en verdad dirigir un núcleo social dentro de un clima de paz social, y no gente improvisada quienes llegan a ser legisladores, por haber participado acomodando sillas y templetes, organizando reuniones y acarreando gentes, prometiendo a diestra y siniestra, pero sin ningún conocimiento ciudadano que lo acredite de verdad como instructor para ciudadanizar a una población.
Nada más que quede registrada mi propiedad para hacer el testamento.
Muy seguido escucho ese comentario: – “Ya nada más que quede registrada la propiedad a mi nombre, para hacer mi testamento”. Por supuesto que lo hace una persona que no se encuentra familiarizada con lo que es un testamento, toda vez, que el testamento surtirá sus efectos hasta después del fallecimiento del testador o testadora. Pero, ¿Usted sabe cuándo se va a morir? Claro que no, así como puede ser que en este momento pueda sufrir algún percance y tenga como consecuencia la muerte, que, también pudiera ocurrir por algún problema cardiaco, pero la fecha de partir de este mundo es realmente incierta. Se ha sabido de muchos casos, en donde personas sumamente jóvenes, se nos han adelantado al final que tarde o temprano llegará, sin que hayamos escogido la fecha.
De igual manera, ninguna persona sabe cuantos bienes podrá tener al momento de su muerte, pues en el lecho mortuorio, se le puede estar notificando a la persona que ha recibido una herencia, o bien, que ha sido el ganador en la lotería o de la rifa y el premio fue una residencia, etc., por consiguiente, en el testamento es menester tener una cláusula en la que, se haga especial mención que, “todos los bienes, derechos y obligaciones que llegare a aparecer a nombre del testador o de la testadora al momento de su fallecimiento, dispone heredarlos a favor de “X”, que ese “X”, puede ser: el o la cónyuge, los hijos, el concubino o la concubina, quien así desee el testador o la testadora designar y que no tenga disposición en contrario por parte de la Ley.”
Pero, no obstante, el o la testadora señalen que nombran heredero o herederos para la totalidad de bienes, derechos y obligaciones que llegaren a aparecer al momento de su fallecimiento, pueden señalar las excepciones. Por ejemplo, en la cláusula principal del testamento se puede mencionar lo siguiente: CLÁUSULA “X”. – Es voluntad del Testador (a) nombrar a su cónyuge como su único y universal heredero de la totalidad de bienes, derechos y obligaciones que llegaren a aparecer a nombre del testador (a) al momento de su fallecimiento, con excepción de la Granja denominada “La Lupita”, que es su deseo legarla o heredarla en su totalidad a favor de su hija GUADALUPE. De igual manera, el Departamento ubicado en Calle Chichimecas, actualmente identificada con el número doscientos cuarenta y ocho, de esta ciudad, que desea legarla o heredarla en su totalidad a favor de su hijo CUDBERTO.
Nos podemos preguntar, pero ¿cómo se van a identificar cuales bienes, derechos y obligaciones tiene el testador en el momento de su fallecimiento? Precisamente, es la tarea que debe realizar la persona o personas que nombre el testador como albacea de su sucesión, pues es tarea de dicho albacea, el formular un inventario y avalúo de los bienes que llegaren a aparecer a nombre del testador o de la testadora, para después encargarse de administrarlos y adjudicarlos de inmediato a las personas a quien se haya designado en el testamento como herederos o legatarios, con la ayuda de un notario público.
Es completamente compresible que, siendo el testamento algo desconocido y poco manejable por cualquier persona, realicen conjeturas y además las transmitan a los demás, pero es absolutamente lo mejor para evitar problemas entre los herederos y, mejor dicho, para que, cualquier persona libremente, y sin ninguna coacción, manifieste que es lo que desea se haga con sus bienes, derechos y obligaciones para después de su muerte.
Cualquier persona, aunque no tenga bienes, pero que esté en sus cinco sentidos y sea mayor de dieciséis años, puede hacer testamento; pero si no tiene bienes y sí tiene hijos, puede realizar su testamento para nombrar tutor a los hijos que sean menores de edad y el patrimonio que pudieran llegar a tener dichos menores, sea de provecho para ellos.
Si todos los herederos son mayores de edad y con capacidad para trabajar y valerse por ellos mismos, habiendo sido nombrados herederos en un testamento, podrán acudir ante un notario público, presentando el acta de defunción del autor (a) de la herencia, el testimonio del testamento, y la identificación con la que acrediten que son los herederos o legatarios nombrados en el testamento, para que sin necesidad de juicio alguno, manifiesten ante notario que aceptan la herencia, así como el cargo de albacea y que, protesta cumplir fiel y legalmente. El notario levantará una acta iniciando la testamentaría en forma extrajudicial, (no juicio, porque los juicios se realizan en los juzgados), solicitará información a las dependencias respectivas si no existe testamento posterior, además de dar dos avisos de diez en diez días en uno de los periódicos de mayor circulación en el lugar, y presentados todos los inventarios y demás, se podrá hacer la adjudicación en los términos que señaló el testador (a) en su última voluntad para con relación de sus bienes, derechos y obligaciones, en un plazo sumamente breve y sin las burocracias ya conocidas por muchos de los juzgados y sobre todo a un costo sumamente inferior a si se hubiere llevado a un juzgado para su conocimiento.
Considero que cualquier notario estará dispuesto a dar información gratuita en materia de testamento y que, quedarán convencidos (si el interesado (a) permite hablar al notario y lo escucha), que, es la mejor manera para evitar problemas en los sucesores y sobre todo evitar pleitos y gastos innecesarios.
LA CULPA ES DE LOS DEMÁS.
La cosa más fácil del mundo, es que todo de lo que tengamos un resultado negativo, sea malo, que no se cumpla con lo prometido o deseado, es culpa de los otros, pero nunca nuestra.
Nuestra mente siempre tratará de deslindarse de los problemas y buscará en todo momento, los trucos más sesgados y tendenciosos para echar la culpa a los demás, de lo que hubiésemos prometido y no cumplido, o de lo que no se obtengan resultados positivos.
Pero cuando se empieza culpar a la misma persona o al mismo gremio, puede que se trate de una fijación o una fobia, que tal vez los peritos en la materia lo podrían definir correctamente.
Al culpar al otro o a los otros, nos liberamos de nuestra responsabilidad, pero también se está renunciando a nuestro compromiso, máxime si manifestamos que conocíamos perfectamente el lugar en que llevaríamos a cabo algún cometido. Pero si aun así, negamos que alguna vez ofrecimos algo y no lo podemos cumplir, somos personas de poco fiar, deshonestos, faltos a la verdad e irrazonables.
Facundo Cabral, señalo en alguna ocasión: “Nada peor para la cabeza y, por lo tanto, para el cuerpo, que el miedo y la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta. Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella (cuando somos responsables no hay culpables ni desilusión).”
La soberbia y el orgullo, nos impiden aceptar que nos equivocamos, nunca vamos a aceptar que cometemos errores, pero ya lo había mencionado Rabindranath Tagore: “Si cierras la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará afuera”
Es preciso recordar cuando se nos ofreció que, incluso un día posterior de la elección, se acabaría la delincuencia, la corrupción, absolutamente todo lo malo. Incluso, al preguntarle al candidato, que como acabaría con los huachicoleros, señaló que iba a convocar, pero no indicó más, pero sí aseguró que se acabaría y que, se predicaría con el ejemplo.
Pero si la corrupción se define como “el uso ilegítimo del poder público para beneficio privado”, considerando que “todo uso ilegal o no ético de la actividad gubernamental como consecuencia de consideraciones de beneficio personal o político”. Es de considerarse que, el emitir un memorándum a sus secretarios, para que no atiendan lo dispuesto por nuestra Carta Magna, por la obtención de un fin meramente político, indudablemente que es corrupción también.
Acabo de recibir un pensamiento de Octavio Paz, que señala: “La ceguera biológica impide ver. La ceguera ideológica impide pensar” Para todos aquellos que han señalado que, cuál ha sido la causa por la que, a los anteriores no se les han hecho críticas. Están en un error, pues claro que se les ha criticado y en forma totalmente severa, pero no se habían cometido tantas ocurrencias meramente infantiles y nefastas como en la actualidad; pero resulta muy difícil creer, cómo es posible que puedan aceptar que su mesías les señale que: “a los pobres es necesario alimentarlos como a las mascotas”, pero si por su ceguera ideológica se les impide pensar, si es preocupante pues, tener ciudadanos de ese tipo, repercute indudablemente en el progreso del país.
El que, los delincuentes humillen a los soldados y a los policías, por las instrucciones que reciben estos últimos de no responder a las agresiones; que se les obligue a pagar impuestos hasta a los vendedores por catálogo, pero se siga tolerando el ambulantaje; y que, a los contribuyentes, porque le queden a deber facturas puedan ir a la cárcel y se equipare a un delito de crimen organizado, mientras se les da amnistía a secuestradores y a verdaderos criminales. A los huachicoleros, se les fije un salario para que no continúen con sus robos; a los ninis se les pague por no hacer nada. Se señale sin probar, la existencia de corrupciones y sin proceder en contra de nadie y solo se gaste en la cancelación de un aeropuerto, (necesario para el país, y que ya se encontraba en más de un treinta por ciento de su edificación); se tolere que Mireles como sub delegado de Seguro Social, y buen chairo, siguiendo el ejemplo de Paco Ignacio Taibo, (quien públicamente dijo: “se las metimos doblada” y haya sido tolerado por toda la turba de chairos), llame a las mujeres: “pirujas y nalguitas”, y pida el mesías que lo perdonen. Que no haya crecimiento económico para el país y el desempleo cada vez sea mayor; no existen medicamentos; desaparición de programas sociales; destrucciones ecológicas; desabasto de combustibles, y muchísimas cosas más; que tengamos un predicador en lugar de un mandatario, que para combatir al crimen organizado les diga textualmente: “Ya bájenle. Fuchi, guácala. Al carajo con los del crimen organizado. Acuérdense de sus madrecitas. Ya pórtense bien.” Y se tenga cada vez, más de ochenta muertos diarios ocasionados por el crimen en la actualidad.
Pero sin lugar a dudas, toda la culpa es de los anteriores. Y no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre.
Por supuesto que las promesas de campaña de todos los candidatos, siempre han sido halagüeñas, y, efectivamente creo que, quien llega a ocupar algún cargo, lo hace con la limpia intención de realizar un trabajo encomiable y que deje huella positiva, solo que, “el pueblo bueno y sabio” no les ayudamos.
Además de considerar que, si se va a trabajar con auxiliares, no todos ellos tienen su misma intención o capacidad, pero, si se trata de la atención de la administración de un municipio, en donde se sopesen las necesidades de una sociedad, con mala disciplina hábitos negativos, intenciones y creencias adversas, esto representa una gran dificultad.
Además de los grupos de choque, que existen y que tratan de sacar provecho y acarrear agua a su molino, nos encontramos con el “pueblo bueno y sabio” que señala ya saben quién, plagado de indisciplina y hábitos corrosivos que cada vez dañan y contaminan a los demás.
Siendo el principal de los malos hábitos la indisciplina, pues muy pocos de los que somos partes de este “pueblo bueno y sabio” acatamos las normas que nos rigen para regular un correcto modo de vivir.
La disciplina es hacer lo que tenemos que hacer, cuando sea preciso hacerlo, para procurar una vida correcta. Los japoneses lo consideraron así, y de esta manera pudieron reconstruir un país devastado por la segunda guerra mundial. Si no fuera por la disciplina de los japoneses, no sería una potencia económica y de gran tecnología. A ellos no les importa ser inteligentes sino disciplinados porque es en la disciplina donde, según ellos, está el éxito. La prueba es que no fueron los japoneses quienes inventaron el automóvil, ni las motos, ni las radios, ni las calculadoras, sin embargo, son los dueños del mercado mundial de los automóviles, motos, radios, calculadoras, televisores y cuántos otros productos más.
Si el hábito es la conducta que se repite en el tiempo de modo sistemático, existen los malos hábitos con los cuales se contamina constantemente nuestra sociedad, y que tienen consecuencias totalmente aberrantes, que van creando una mala forma de vivir y de convivir.
Malos hábitos y carencia de disciplina que tienen su originan desde la familia, posteriormente por una educación deficiente, malas compañías, etc., que van desde: tirar basura o los chicles en la calle; pintar grafiti; conducir en estado de ebriedad; faltar al respeto a las mujeres; no usar el cinturón de seguridad; no recoger las heces de las mascotas; desperdiciar el agua; no usar el cinturón de seguridad; no usar las direccionales; conducir en las noches con las luces altas para deslumbrar al contrario (muy frecuente en los propios vehículos de las policías); no respetar a los peatones ni los pasos peatonales, ni las señales de viabilidad; no respetar los cajones para minusválidos; pintar las banquetas, así como señalar estacionamientos exclusivos, sin autorización municipal, (pero ni saben, ni se dan cuenta en el municipio); estacionarse en doble fila (también muy tolerado por las autoridades municipales, sobre todo en los merenderos); tocar el claxon para que salgan o abran la puerta, etc.
Qué decir de quienes apartan sus lugar o tienen sus coches chatarras con llantas ponchadas en la calle dando lástimas, ocupando varios lugares, contraviniendo lo dispuesto por en la Fracción XV, del Artículo 14 y Fracción XX, del Artículo 238 del Bando de Policía y Gobierno, (que nunca hacen cumplir en el Ayuntamiento, que puede ser po0r desconocimiento y sobre todo para los inspectores que no ponen orden), pero en seguida lo expreso en el presente artículo haciendo votos que se ponga en práctica.
“ARTÍCULO 14.- Son obligaciones de los habitantes y vecinos del municipio, las siguientes: – XV. – Abstenerse de abandonar en la vía pública, sobre la banqueta, en lotes baldíos, sobre los camellones, o cualquiera otro lugar, basura, materiales de construcción, escombro, animales muertos, desperdicios o basura, vehículos automotores de cualquier tipo, o remolques que visiblemente evidencien abandono por parte de sus propietarios, así como cualquier tipo de objetos que impliquen contaminación o suciedad; ARTÍCULO 238.- Son faltas administrativas o infracciones contra el bienestar colectivo y la seguridad pública, las siguientes: – XX. Dejar en la vía pública, abandonado o en forma permanente por más de tres días, unidades vehiculares, en cuyo caso, se remitirán al corralón por la dirección municipal de seguridad pública, previo procedimiento.” En calle Mascareñas, a un lado del inmueble identificado con el número 200, tiene más de tres años un vehículo color azul con llantas ponchadas y ocupa varios lugares que impiden estacionarse, además su dueño tiene cochera que no la usa, pero no deja que se estacionen frente a ella.
Además de eso, lidiar con el vecino egoísta, cargado de auto impunidad, cuando acabando usted de estacionar su coche, le indican; – ¿Se va a tardar mucho? Extrañado uno le responde que, a que se debe la pregunta, y le contesta: – Es que, ahorita viene mi hijo y no va tener donde estacionarse. ¿Que ese vecino desconocerá que la calle es de todos?, pero desgraciadamente se sienten dueños del área de la parte frontal de su casa. También en Calle Mascareñas a un lado del número 310, en una puerta sin letrero, si uno llega a estacionarse, en donde usted se encuentre, va la persona a solicitar que mueva su coche porque va a estacionar su coche él ahí, y si le dice que la calle es de todos, se corre el riesgo de encontrar su vehículo con la pintura rayada, o las llantas “navajeadas” o ponchadas. Sin embargo, aún existe el vecino que sí coopera quien, aunque tenga su vehículo guardado en su cochera, permite estacionarse y al momento de necesitar salir, acude a solicitar que el vehículo que obstaculiza sea movido, tal es el caso de la familia Peschard, que amablemente lo permite.
Mientras que los buenos hábitos y la disciplina nos conducen al éxito, los malos hábitos que, no debemos negar que existen, así como la indisciplina, solo ocasionarán inseguridad, rechazo, dificultad de integración, carencia de valores, marginación y fracaso.
Pero si desde el gobierno federal se tolera la indisciplina y los hábitos nocivos, permitiendo que se ataque a guardias del orden y a soldados por grupos vandálicos, reinará siempre la impunidad e indisciplina.
Actualmente en política nos están vendiendo la idea que somo felices, felices, felices. Tratándose de políticos se puede vender cualquier idea, incluso el alma al diablo, al grado de querer hacer pacto con la delincuencia, sin considerar que “quien pacta con el diablo pierde el alma”.
La felicidad es un estado mental de bienestar cargado de emociones positivas, que van desde la alegría hasta el placer, pero su significado es difuso y puede variar de acuerdo a la persona y la cultura en la que vive.
Los antiguos sabios de Grecia decían que para todo se necesitaba “el saber” y que, para ser felices era necesario saber serlo. Sófocles señaló que, “La sabiduría es la parte suprema de la felicidad” y Confucio indicó: “Solo puede ser feliz siempre, el que sabe ser feliz con todo”.
Quien encuentra satisfacción en su vida, que logró vencer los obstáculos y supo manejar sus fracasos o errores, y de acuerdo sus expectativas, logros, éxitos y autoestima, revela un estado de felicidad, sin que tenga que anteponer ganancias económicas, compras de cosas caras o superfluas, vivir en residencia, o realizar viajes exuberantes.
Epicteto, también nos señaló que “la felicidad consiste en ser libre, es decir, no desear nada”; y Benjamín Franklin también mencionó: “el dinero nunca ha hecho a un hombre feliz, ni lo hará, no hay nada en su naturaleza que produzca felicidad. Cuanto más se tiene más se quiere”. También vale la pena lo expresado por Armando de las Fuentes Catón, quien son su sabiduría humorística dice: “el dinero no da la felicidad y menos si es poco”.
Lo más importante es, como dice la canción de Napoleón, tratar de ser felices con lo que se tiene, o lo indicado por Aristóteles: “la felicidad depende de nosotros mismos”. Por su parte, Antoine de Saint-Exupéry, expresó en su libro de El Principito que, “el pato es feliz en su sucio charco porque no conoce el mar” y si las acrobacias que realiza el pato en su indecorosa charca, elevan su autoestima y él se considera el mejor, por eso es tan feliz, feliz, feliz como dice ya saben quién. Pero mucha razón considero tuvo Marco Aurelio Antonio Augusto, el último de los llamados Cinco Buenos Emperadores de Roma, al mencionar que: “la verdadera felicidad es disfrutar el presente, sin dependencia ansiosa sobre el futuro”, o bien, tal y como lo mencionó Abraham Lincoln, “la mayoría de las personas son tan felices como ellas mismas deciden ser”.
Y de conformidad a la genética, en la forma que fuimos creados y nuestra experiencia de vida, es la forma en la que somos en el presente, y también, podemos ser tan complicados como nosotros queramos, o tan infelices como nos empeñemos en serlo.
Lo importante es estar satisfechos con nuestra vida, con lo que hacemos cotidianamente, con nuestros actos, con nuestro entorno, con nuestras relaciones, con el servicio que realizamos a los demás y con todo el conjunto de posibilidades de crecimiento moral, para poder sentirnos en un estado de felicidad. El psicólogo y escritos Martín Seligman, señala que atendiendo a las necesidades básicas que propone en su pirámide Abraham Maslow, en su obra Una Teoría Sobre la Motivación Humana, se puede apreciar las necesidades básicas para llegar al estado de la felicidad, realizando una pirámide en el que son:
TENER BIENESTAR, considerando que no podemos sentirnos bien si no satisfacemos nuestra primera y esencial necesidad básica, la fisiología.
VIVIR EN UN AMBIENTE ADECUADO, como la seguridad, libertad, clima, alimentos, belleza, hogar.
PLACER, alegría, sexo, el amor y la alimentación.
TENER RELACIONES, considerando que las bases de nuestras relaciones sociales serán fundamentales para la construcción de nuestra personalidad.
AFÁN DE SUPERACIÓN, tener metas elaborar planes y luchar por cumplirlos.
COMPROMISO, estar plenamente comprometido en lo que se hace en forma activa.
ÉXITO Y LOGRO, el haber cumplido con las metas propuestas son satisfacciones completas que darán más impulso para seguir creciendo.
ESTIMA, necesitamos quien nos quiera y sentirnos queridos que es una valoración positiva de nosotros mismos y de nuestra labor profesional.
FLEXIBILIDAD, para adaptarnos a los cambios que la vida pone en nuestro camino.
De todos los aspectos de la pirámide anterior, podemos extendernos bastante y cuadrar todas las claves que nos pudieran dar pauta para saber que tan felices somos de acuerdo a lo que estamos viviendo y afirmar entonces, que la felicidad depende de la persona y de lo que se proponga lograr reconociendo sus limitaciones y alcances, pero de ninguna manera, porque algún político por más que se desgañite diariamente con explicaciones incomprobables, pueda inducir felicidad, felicidad y más felicidad a toda una ciudadanía.
Derivado del artículo del sábado anterior, que este prestigiado diario me hizo el favor de publicar, las consultas telefónicas y por el correo electrónico no se hicieron esperar; de muchas de ellas deseo dar contestación en este comentario pues son similares la gran mayoría de ellas.
De las personas que ya hicieron su testamento pregunta que, en el testamento que llevaron a cabo, no se puso correcto el domicilio del bien que señaló para que heredara alguno de sus herederos. Partiendo que el testamento, puede ser en un momento de urgencia del testador, no importa de ninguna manera la descripción de los bienes a heredar, puede tener el testador o testadora, dos inmuebles en la misma “Calle 12”, pero uno lo quiere heredar a la hija y otro al hijo, para distinguirlos basta que en el testamento se diga que la finca del testador ubicada en la parte Oriente de la Calle 12 de esta ciudad será para la hija y, la finca ubicada en el Poniente de la Calle 12 de esta ciudad será para el hijo, con lo que es más que suficiente, y de ninguna manera se tiene que describir en el testamento a los inmuebles a heredar, tales como señalar dimensiones, colindancias ni datos de registro, eso le competerá al albacea dela sucesión al momento de llevarse a cabo la sucesión.
Ante la alta calidad de la mala burocracia que existe en todo nuestro país, en donde tal parece que lo que se busca es no acceder a lo que se solicita, o interponer las miles de trabas para que se pueda lograr un objetivo, mucha gente preocupada en virtud de que, en su testamento el nombre de quien se señaló como heredero no se encuentra como está en su acta de nacimiento, ya que señala como heredera a su hija MA DEL PILAR, pero el notario le puso MARÍA completo, en lugar de MA, como está en su acta de nacimiento; al efecto me permito contestar que sabiamente nuestro código civil, intuyendo, que tarde o temprano habría burocracia que hiciera más difícil o imposible las cosas, artículo 1273 del Código Civil, que textualmente señala: “El error en el nombre, apellido o cualidades del heredero, no vicia la institución, si de otro modo se supiere ciertamente cual es la persona nombrada.” Y reforzando lo anterior el artículo 1272, textualmente señala: “Aunque se haya omitido el nombre del heredero, si el testador le designare de otro modo que no pueda dudarse quien sea, valdrá la institución.” De tal manera que, si a su hija se le conoce como “PILI”, y así se le ha señalado en la familia y conocidos, si así se le menciona en el testamento, como “PILI”. Vale la institución de heredera.
Un dilecto amigo, primero por la red social privada me indicó que, era necesario cambiar su testamento, puesto que, después de haberlo dictado ante notario público, adquirió otra propiedad y que, era necesaria anexarla en su testamento. Para lo cual le recomendé que leyera su testamento, pues, como nadie sabe cuándo se va a morir y es cuando vale el testamento, hasta el último momento de su existencia puede estar recibiendo bienes y formarán parte de su herencia, por tal motivo, el notario le sugiere al testador que señale que todos los bienes, derecho y obligaciones que llegaren a aparecer a nombre del testador o testadora, al momento de su fallecimiento, decide legarlos o heredarlos a favor de quien corresponda, en este caso el albacea designado por el testador en su testamento, será quien realice el inventario y avalúo de los bienes de la sucesión.
Una amiga me pregunta que, estando casada bajo el régimen de sociedad conyugal, se le aconsejó que nombrara en su testamento a su esposo como su único y universal heredero, para que los bienes adquiridos dentro del matrimonio, fueran en un ciento por ciento en favor de él; y en sustitución de él, los hijos, en determinadas partes o en determinados bienes; lo que también puede ser correcto. Pero también, en su testamento podría nombrar ya a sus hijos en los bienes se desee y se hayan puesto de acuerdo heredar en favor de ellos; pero para que, el cónyuge supérstite, tenga siembre el mando de los bienes adquiridos dentro del matrimonio, el testador, o la testadora, podrán dejar en su testamento el Usufructo Vitalicio de la totalidad o de determinados bienes, en favor del cónyuge supérstite, de esta manera, la porción de los derechos de propiedad que le correspondieran a la testadora o al testador, pasaría a ser propiedad del hijo que se hubiere dispuesto en el testamento, el cónyuge supérstite los seguiría conservando su cincuenta por ciento de derechos de propiedad, pero además gozaría del usufructo vitalicio otorgado en el testamento por el otro cónyuge, y, aunque alguno de los hijos se haya convertido en copropietario del cónyuge supérstite, y las decisiones sobre el inmueble para su venta y conservación se tengan que tomar por ambos, el cónyuge con el usufructo vitalicio, podrá usar, gozar y disfrutar del inmueble o inmuebles usufructuados sin destruir su sustancia de por vida. Podría vivir en el inmueble dado en usufructo, o bien rentarlo y disfrutar de las rentas para sí.
En un testamento es necesario siempre, tomar en consideración el régimen por el cual se encuentran unidos en el matrimonio los testadores, pues, en caso de que el matrimonio sea bajo el régimen de separación de bienes, y los bienes sean “exclusivos” de uno de los cónyuges, este podrá disponer de ellos en forma “exclusiva” para quien desea heredarlos o legarlos. Y aunque el matrimonio sea haya celebrado bajo el régimen de sociedad conyugal, si los bienes fueron adquiridos por uno de ellos por donación, por herencia por la fortuna (esto es, si se los ganó en una rifa), dichos bienes, serán exclusivos para el cónyuge que los haya recibido como donatario, como heredero o legatario, o bien por habérselos ganado en una rifa o sorteo.
Al igual que la música que estimo de mi agrado y escucho con atención, de la misma manera, la sutil y buena lectura, realiza una sensación que ensancha el espíritu, al grado de apreciar que se desborda en mi interior y se unifica con la paz gratificante que desde mi cerebro se concibe.
Dicen los eruditos que una buena escritura produce vitalidad en un yermo y en el mutismo rememora bellas melodías, los pensamientos estimulan la profundidad que descubren realidades y aglutinan ideas más despejadas. Y así como la música bien combina los sonidos con el tiempo, la buena escritura con un fino estilo y tono bien equilibrado, igualmente armoni
Detallo lo anterior, pues una de mis hijas cuyo nombre es Laurencia Zavala Banda, tiene el don de expresarse en sus escritos y transmite con un ritmo equilibrado, directa y metafóricamente sus inquietudes y vivencias, y yo, como mamá cuervo lo hizo al describir a sus hijos, me ensancho y presumo el último escrito que desde Ascalón, en Israel, lugar en el que por el momento ella radica, y desde allá la consultan, como buena maestra en psicología que es, para terapia en línea, y escribió lo siguiente:
“Hace tiempo había leído una petición de ayuda de una mujer de la que hoy me inspiro para hacer esta denuncia.
Hace 15 meses que estoy en una relación unilateral con un hombre y es momento de romper el silencio.
En todo este tiempo no me he separado de él más que algunas horas y, aun así, no le es suficiente para dejarme libre.
No puedo alejarme ni unos metros porque siempre existe algún tipo de objeción ante mi ausencia.
Ya no puedo bañarme, vestirme, cocinar o incluso ir al baño, sin que exista un reclamo por no darle mi atención exclusiva.
Desde que nuestra relación inició, todos nuestros pasatiempos giran en torno a sus gustos. He descuidado mis relaciones sociales y decepcioné algunas amistades que no comprendieron mi aislamiento.
Ha invadido completamente mi vida, nuestra casa está llena de artefactos suyos y lo peor, es que paso todo el día levantando sus cosas. Y qué decir de las noches en las que también me solicita, no ha habido una sola que haya dormido por completo en estos más de 15 meses.
Debo confesar que también he recibido agresiones de su parte. Ayer me dio un golpe en la cara y no hace mucho, tuvimos una época en la que solía morderme. No sé por qué, pero parecía fascinarle mis gestos de dolor cada vez que lo hacía.
Ahora disfruta pellizcar el gordito de mi brazo cuando trata de dormir y se ha mostrado entusiasmado de verme enojar al jalar mi pelo.
Continuamente me grita y no parece importarle hacerlo en lugares públicos.
En ocasiones tiene desbordes emocionales y no sabe cómo controlarse. Es por eso que paso gran parte de mi tiempo libre aprendiendo cómo ayudarle a superarlos.
A veces, aunque haya pasado horas en la cocina tratando de preparar algo que le guste, sin ninguna vergüenza, lo ha aventado al piso.
El mayor problema es que lo amo con locura. Hay días que despierto decidida a hacer cambios, pero no pasa ni una hora y ya estoy nuevamente rendida a sus encantos.
No puedo negar que, aunque soy la luz de sus ojos, es también un hombre coqueto. Cuando salimos, se alegra al encontrar otras mujeres y no esconde su deleite por ellas. Les grita, las persigue y les manda besos.
Y esto sí es que es injusto para mí, pues últimamente, ya ni a mi esposo me deja besar.
En fin, hoy me agaché a barrer los restos de su desayuno que tiró al piso y como siempre lo hace, corrió a abrazarme y envolvió mi espalda con su pequeño cuerpo.
Son esos segundos mágicos que me hacen olvidar todos mis pesares y me doy cuenta que la recompensa que todos los días recibo es mucho mayor de lo que yo puedo dar.
Se que no siempre seré su mayor enamorada, así que ahora es así. Este pequeño hombrecito me maltrata y yo soy tan feliz de que esté a mi lado.”
Espero que al igual que a mí, les haya deleitado esta hermosa narración.
Por el año de 2016, este prestigiado matutino me hizo el favor de publicar un artículo que intitulé “Año de 1940, fecha en que se legalizó la droga en México”, en el que me permito mencionar cómo el médico investigador, Leopoldo Salazar Viniegra, quien se desempeñaba como Director del Departamento de Salud Pública, daba a conocer las propiedades curativas de algunas de las drogas, logrando que el entonces presidente de la república Lázaro Cárdenas, el día 17 de febrero del año de 1940, que coincidía con el último año de su mandato, emitiera un decreto publicado en el Diario Oficial, por el cual legalizaba las drogas, pretendiendo con esto, crear un monopolio para la venta de fármacos prohibidos, pero con la idea primordial de distribuirlos también a los adictos a su costo y de esa manera evitar la proliferación del narcotráfico.
Como era de rigor, me imagino que actualmente también, dicho proyecto de utilizar las drogas para la producción de fármacos, así como para monopolizarlos y venderlos a los adictos al precio que corresponde, se presentó al gobierno de Estados Unidos, señalando incluso que también era una medida para que, se dejara de traficar con la droga y eliminar la corrupción de los funcionarios y las policías, lo que indignó gravemente a Washington, arguyendo que dicha legalización sería un peligro latente para su país, realizando comentarios adversos a lo investigado por el Doctor Salazar Viniegra, solicitando incluso la remoción del investigador de la Dirección del Departamento de Salud.
No obstante, nuestro país autorizó el día 17 de febrero del año indicado, el nuevo reglamento que autorizaba a los profesionales de la medicina proporcionar drogas a los adictos, principalmente morfina, droga que hasta en las boticas se vendía en forma clandestina y el precio en el que era vendida estaría entonces supervisada por un funcionario del Departamento de Salud. Para que esto se pudiera surtir en forma correcta, se requería receta médica y que el adicto contara con un número de registro.
Al constatar Estados Unidos la legalización de las drogas y ventas que se realizaban debidamente autorizadas por el decreto referido, solicitó en forma diplomática ante la Oficina Central Permanente de Opio de Ginebra Suiza, la imposición de un embargo de cualquier medicamento a nuestro país, uniéndose esta solicitud del poderoso varios países, pero E. U., no contento nada más con eso, solicitó la remoción del Doctor Salazar Viniegra, al cargo de Director del Departamento de Salud, provocando todo esto una escasez de narcóticos y medicamentos, existiendo entonces la necesidad de suspender la reglamentación de la legalización de las drogas, publicándose el día tres de julio del mismo año de 1940, en el Diario Oficial de la Federación, la suspensión del Reglamento Federal de Toxicomanía.
Desde hace ya algunos años, que en Estados Unidos, se usan las drogas prohibidas en nuestro país y de las que, mismo Estados Unidos se opuso que hubiera investigaciones con ellas, para la elaboración de medicamentos, pero incluso ya existen Estados dentro de la Unión Norteamericana, que usan la mariguana en forma recreativa, sin embargo, al Doctor Leopoldo Salazar Viniegra, no se le ha expresado una disculpa ni un reconocimiento, no obstante que, hasta de su trabajo fue removido y quien gracias a su trabajo, quizás el mismo Estados Unidos haya encontrado las fórmulas para los medicamentos apropiados a base de drogas prohibidas y para la curación de diversas enfermedades.
Solo en la Universidad Complutense de Madrid, la investigadora Araceli Manjón – Cabeza Olmeda, ha continuado con los estudios que en alguna ocasión realizó el Doctor Leopoldo Salazar Viniegra, con base en los documentos que alberga la Biblioteca General de la UNAM.
Por supuesto que, si se hubieran monopolizado las drogas por parte del gobierno federal, desde aquel año de 1940, dosificando a los adictos mediante recetas médicas, las mafias de los narcotraficantes, no serían tales, tan poderosas y sanguinarias, cuya legalización en los Estados Unidos, también consideró que era una buena forma para eliminar la proliferación de las mafias de los narcóticos.
No creo que nuestros eminentes legisladores conozcan de estos datos, pues para ellos tiene mayor importancia alargar periodos gubernamentales como en la Ley Bonilla, o darle un revés a las garantías individuales consagradas en nuestra máxima Ley, como ha sido, la autorización de la privación de la libertad a las personas, aunque no hayan sido juzgadas y condenadas por algún delito cometido; el quitarle los bienes a cualquiera, sin haber sido juzgados y considerados culpables de los quebrantamientos por los cuales se les señala; prohibir en un determinado lugar de la república como es Tabasco, las marchas o los bloqueos, imponiendo penas sumamente severas, para quienes impidan la ejecución de obras públicas, como la conocida “Ley Garrote” que este día toma vigencia; algo de lo que era experto en sus organizaciones, nuestro ahora presidente de la república, pero como buen izquierdista, ahora no le conviene y hasta la manda castigar. Me imagino que se trata de legisladores emanados del pueblo bueno y sabio, que solo elaboran leyes a lo tarugo sin tener conocimiento jurídico alguno, pero mucho menos de los datos históricos relevantes en los que nuestro país era pionero, y que, por la fuerza del poderoso, sus avances y proyectos terminaron en frustración, pero eso sí, a pesar de no estar de acuerdo o ignorar de que se trata, autorizan y emiten leyes que les indica ya saben quién.
CUIDADO CON LA ADULACIÓN.
Cuando alguien te lame las suelas de los zapatos, colócale el pie encima antes de que comience a morderte.
Por los años 60, estando en el edificio central de la UJED a donde, quien escribe estas líneas llegaba con mi violín oculto en su estuche, y mientras esperaba sentado en las enormes bancas apostadas en los pasillos del imponente caserón la llegada de la hora para las clases o ensayos en los que tenía que participar con mi instrumento musical, se acercaban muy seguido a mi banca cuatro jovencitas que estudiaban en ese famoso centro. Ninguna de ellas era reconocida por tener algún atractivo que llamara la atención, sino que, solamente el atributo de ser mujeres.
Otro grupo de muchachitas del mismo lugar educativo, describían a las cuatro chicas que he mencionado anteriormente como “las mantequillas” que, a decir de ellas, dicho mote lo habían obtenido por resbalosas y ser notoriamente coquetas con los jóvenes de aquella época.
A las cuatro jovencitas que me refiero en primer término, les gustaba mucho jactarse de que tenían lo que se conocía en aquellas fechas como “pegue”, resaltando que, les obsequiaban piropos para halagarlas y exaltaban las cualidades que, quienes proferían las carantoñas, consideraban ver en ellas, aunque no fueran ciertas.
Dice un dicho popular que “nunca falta un roto para un descocido” y no habrá mujer a la que algún hombre le haya rendido las cumplidas o incumplidas adulaciones y muchas damas se pueden jactar de ello, por las lisonjas y piropos que, honesta o deshonestamente reciben. Sin embargo, el hombre es adulador por naturaleza, pero toda adulación, lleva el objetivo de conseguir un beneficio de quien hace la zalamería, siendo las mujeres más socorridas con estos halagos las divorciadas y las viudas, en ese orden. De tal manera que, casi siempre, toda adulación acarrea implícita una manipulación con intenciones nocivas. Aristóteles mencionó “Todos los aduladores son mercenarios, y todos los hombres de bajo espíritu son aduladores.”
Teniendo en cuenta que las apodadas “mantequillas” se embelesaban cuando les hacían gala de sus supuestos atributos, aunque fueran notoriamente falsos, y considerando su baja autoestima, este tipo de halagos las llevaba a la cima de una felicidad momentánea, que mientras más respondían complacientes a las alabanzas de los muchachos, más predominaban las lisonjas y obsequios hacia ellas.
Es el caso de los aduladores que halagan para doblegar la voluntad del otro y así poderlo manipular con el fin de obtener algún beneficio específico, pues el elogio prepara el terreno para usarte de algún modo y, solo pueden descubrir este tipo de trampas quienes, con algo de madurez, tienen un amor propio sólido y fuertemente afianzado a un conocimiento de causa.
A través del tiempo la adulación se ha considerado propia para señalar en forma deshonesta atributos que no son auténticos de la persona y siempre encaminados a la búsqueda de la obtención de un beneficio. En la Biblia, se indica algo de ello en el libro de los Proverbios, en su capítulo 26 y en sus versículos 23 y 28 respectivamente señalan: “Como escoria de plata echada sobre el tiesto son los labios lisonjeros y el corazón malo” y, “La lengua falsa atormenta al que ha lastimado, y la boca lisonjera hace resbalar”. El escritor español Francisco de Quevedo, mencionó “Bien puede haber puñalada sin lisonja, mas pocas veces hay lisonja sin puñalada.”
Las personas que tienen algo de equilibrio emotivo, volitivo e intelectual, conocen que el que adula solo busca su beneficio propio, no le interesas tú sino solo un medio para llegar a su fin; que solo busca tu atención para sacar provecho de ti; que busca reconocimiento y si es posible, lograr una posición a través de ti, pero no le interesas tú, ni tu bienestar, por ello conscientemente lo hace y lo insiste.
La adulación se encamina a conseguir los beneficios de: sexo, dinero y posición, y los más vulnerables a ser arrastrados por ella son la gente de baja estima, o de falta de identidad; gente carente de atención, ya sean mujeres, hombres y niños; gente con sed de tener algún reconocimiento; los huérfanos emocionales que, aunque tengan lo necesario, se sienten solos y vacíos.
Las palabras pueden llevar un contenido espiritual de vida o muerte, de bendición o maldición, de honra o de adulación, pero esta última alimenta el ego y puede destruir tu vida espiritual, además hacerte dependiente, es un veneno para el alma que desvía tu camino y te conduce a relaciones incorrectas.
El escritor griego Plutarco, redactó: “Los cazadores atrapan las liebres con los perros; muchos hombres atrapan a los ignorantes con la adulación.”