Llegamos a tener en producción 22 ingenios en el territorio veracruzano —ahora solo lo hacen 18— y, al ser el estado principal en el solar de la caña de azúcar, el etanol, aún con un volumen limitado, puede potenciarse y maximizarse en términos de economía para el desarrollo.
El etanol (alcohol etílico), dicen los ingenieros químicos y agrónomos en las fábricas azucareras, es un compuesto químico orgánico alifático que funciona por la mezcla de una fórmula empírica, semidesarrollada y masa molecular. Se obtiene a partir de la fermentación de los azúcares y sirve como combustible, ya sea solo o en combinación con gasolina en diversas proporciones. Su uso se ha extendido para reemplazar en cierta medida a los derivados del petróleo.
En Veracruz se sabe que los ingenios La Gloria (Ursulo Galván) y San Nicolás (Cuichapa), así como una planta piloto de bioetanol de segunda generación instalada en el Instituto Tecnológico de Veracruz, producen etanol, aunque de manera limitada debido a la dependencia de la industria azucarera y al desarrollo tecnológico. Entre las dos fábricas se estima que podrían llegar a producir unos 120 mil litros de etanol anhidro por día. La Planta Piloto del ITV aprovecha residuos de la caña de azúcar.
La reconversión del sector cañero y azucarero hacia la producción de biocombustibles abre una vía en la economía energética. Para ello se requiere mucho más que voluntad de gobierno, ya que se necesita la participación de diversos actores para lograr mayor eficiencia en los suelos, sustituir combustibles fósiles e importados y, al mismo tiempo, otorgar una fuente adicional de ingresos a productores de caña de azúcar. Esto implica también diversificación en ese mercado y la modernización tecnológica para el desarrollo de los biocombustibles.
Expertos sostienen que Veracruz es pionero en el desarrollo de tecnología de bioetanol de segunda generación, pero se necesita incrementar la producción para poder satisfacer la demanda nacional. El sector gubernamental debería autorizar un mayor porcentaje de mezcla de etanol en la gasolina para aumentar la demanda y, con ello, la producción aseguran profesionales consultados.
Quienes nos hemos desarrollado entorno a la caña e industria azucarera, vemos con interés estos temas que no deben pasar por alto para todos nuestras autoridades.
DE SOBREMESA
Industriales y comercializadores de azúcar coinciden en advertir que, además de buscar subproductos de la caña, el gobierno debe impedir el contrabando del endulzante, lo cual también contribuiría a resolver quejas de productores, obreros y empresarios de la industria de la gramínea.
Actualmente las quejas del sector azucarero giran en relación a la falta de mejor apoyo institucional, el aumento de los precios de los insumos, la sequía, el estiaje, la inseguridad y el menor número de productores. Todo ello ha impactado en la producción y en el cierre de ingenios por causas laborales, económicas y financieras. Se estima que la producción tenderá a disminuir, lo que afectaría el desarrollo económico regional, pues miles de familias dependen de la caña de azúcar.
En plena época de reparación de factorías para iniciar pruebas en noviembre y comenzar la zafra en diciembre del periodo 2025-2026, las expectativas de productores, trabajadores y ejecutivos apuntan a una baja en comparación con la zafra anterior. Se espera revertir esta tendencia para mantener a Veracruz como primer productor de azúcar en México y ayudar a sostener la economía de poco más de cien municipios veracruzanos que dependen de la caña en nuestra entidad.
UN CAFÉ LECHERO LIGHT
La industria azucarera necesita el respaldo de los gobiernos de Rocío Nahle y Claudia Sheinbaum. En Veracruz el tema reviste gran importancia para el desarrollo económico, agropecuario, laboral, político y social.
UN CAFÉ CON PILONCILLO
Los ingenios azucareros no se asentaron en cabeceras municipales, quizá por decisiones tomadas en su momento por ingleses y holandeses al instalarse en Veracruz, con apoyo de cubanos y estadounidenses.
UN CAFÉ NEGRO CON DOBLE CARGA
Al problema de la caña de azúcar se suma la necesidad de que los ayuntamientos —salientes y entrantes— apoyen, y que el gobierno federal y estatal consideren en el Presupuesto de Egresos 2026 la mejora de los caminos saca cosechas. En temporada de lluvias las vías se deterioran más, pese a los esfuerzos de productores e industriales que destinan recursos propios para su mantenimiento y conservación.
Aquí la SIOP, SEDARPA, SEDECOP, SSP, STYPS, SEGOB, SEDEMA y SEFIPLAN, al menos, deberían aportar a favor de la industria azucarera desde la visión del nuevo Veracruz que impulsa la ingeniera Rocío Nahle y la trilogía; industria, productores cañeros y trabajadores en las factorías (ingenios).
¡ES CUANTO!
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