La otra cara de la política

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Inicio ColumnasConversatorio 40 años de una leve crisis política entre México y la Unión Soviética desde Veracruz

40 años de una leve crisis política entre México y la Unión Soviética desde Veracruz

by Angel Rafael Martínez Alarcón

Quiero conversar sobre el 40 aniversario de una crisis política que iba a tener el gobierno de México y el gobierno de la Unión Soviética. Resulta que el alcalde de Chicontepec, Veracruz, en septiembre de 1985, viene al Instituto de Intercambio Cultural México-URSS “José Mancisidor”, sede en la ciudad de Xalapa, para hacerle una invitación al cónsul general de la Unión Soviética en Veracruz, Iván Nikolaevich Goyán. Se aceptó la invitación para viajar a Chicontepec con motivo del 25 aniversario del fallecimiento del exgobernador Adalberto Tejeda Olivares, que había fallecido un 8 de septiembre de 1960, en la Ciudad de México. También viajaron el ing. Raymundo Aguas Franco, la historiadora Soledad García Morales, quien dictó una conferencia alusiva al personaje. Un servidor se quedo en Xalapa

 

Tejeda Olivares había sido ingeniero; inició en la Revolución Mexicana en el maderismo y, tiempo después, se unió a Venustiano Carranza. Diputado de la República constituyente de 1917. Gobernador de Veracruz de 1920 a 1924, después gobernador de 1928 a 1931, secretario de Gobernación; con Plutarco Elías Calles le tocó ejecutar toda la persecución de la Revolución contra los cristeros y posteriormente fue embajador de México en Francia y ante el gobierno de España con los republicanos. Tejeda Olivares, en su primer gobierno en Veracruz, estuvo muy cercano a la Liga de Comunidades Agrarias, al Partido Comunista Mexicano y a la Unión Soviética. Él, como gobernador, mandó a un grupo de veracruzanos a conocer la Unión Soviética. Entonces se va al evento del 25 aniversario y el cónsul hace una declaración a un reportero de la región y anunció Iván Goyán que estaban próximos a llegar unos buques del ejército soviético al puerto de Veracruz. Ese reportero envía su nota al periódico porteño El Dictamen y la recoge el Departamento de Estados Unidos. Estamos en la Guerra Fría, años del presidente Ronald Reagan, y el Departamento de Estado pregunta al secretario de Relaciones Exteriores de México qué pasaba; Bernardo Sepúlveda Amor no sabía nada, consultan al embajador en Moscú y se enteran de que, efectivamente, el gobierno de la Unión Soviética era el primero en los meses iniciales de Mijaíl Sergeyevich Gorbachov. Tenían esa ruta de la naval soviética. Esto provocó que, el 13 de septiembre, hace 40 años, el diario de Xalapa en primera plana dijera: “Nos invaden los rusos”. Poco tiempo después Iván Goyán me explicó de qué se trataba: era una visita, una misión cultural, y que a lo mejor había habido un error en no informar en tiempo y forma al gobierno de México, al gobierno de Miguel de la Madrid.

 

El miércoles 18 de septiembre, el grupo parlamentario de Acción Nacional sube a la tribuna y empieza a cuestionar las intenciones de que los soviéticos visitaran el puerto de Veracruz; la naval se hace todo un escándalo parlamentario. Ustedes lo pueden consultar en la Gaceta del Congreso de la Unión. Todo se queda ahí; hay que pedir una explicación a Moscú y a México, porque Washington está muy inquieto. Resulta que al día siguiente, jueves 19 de septiembre, viene el temblor de la Ciudad de México y ese gran escándalo en la Cámara de Diputados se diluye; ya nadie más volvió a retomar la nota sobre si iban a venir los soviéticos o no. Y finalmente queda como una parte de las relaciones entre México y la Unión Soviética en 1985. Hablamos de 61 años de relaciones entre el Estado soviético y el mexicano; el 60º aniversario se celebró en 1984, con grandes festejos tanto en México como en Moscú y en Jalapa, por este establecimiento de relaciones diplomáticas entre México y el Estado soviético. Hasta pronto.

 

BARCOS RUSOS EN AGUAS TERRITORIALES El C. Humberto Enrique Ramírez Rebolledo, del Partido Acción Nacional: Señor presidente; compañeros diputados: En mi vida profesional como maestro universitario, que ejerzo desde hace 15 años, he aprendido a darle a las cosas la objetividad y la verdad que requiere el asunto en cuestión…

 

En los diarios de la ciudad de Veracruz, Universal y Dictamen, y en el periódico Excélsior de esta ciudad, fue dirigida una comunicación al señor Presidente de la República y a esta honorable Legislatura, en donde se le preguntaba, en primera instancia, al responsable de la administración federal si era verdad que nuestras fuerzas navales tendrían maniobras con sus equivalentes de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Las respuestas dadas a través de los secretarios correspondientes fueron, como ustedes también lo saben, confusas, difusas y profusas. Me atrevo a decir algunos hechos.

 

El señor cónsul de la República Rusa en el municipio de Chicontepec, Ver., el día 9 del actual, anunció la inminencia de estas maniobras militares. El señor secretario de Marina y el señor secretario de Relaciones Exteriores, al ser entrevistados por la representación periodística nacional, contestan que no tienen información al respecto. Al mismo tiempo, de estas respuestas confusas, en la ciudad de Veracruz, el señor comandante de la Fuerza Naval del Golfo confirma lo aseverado por el cónsul ruso, diciendo que efectivamente, en primera instancia, arribarán a la ciudad de Veracruz el 4 de octubre dos buques de guerra soviéticos. No acaba todavía aquí la explosión de hechos confusos.

 

El día de ayer, el día de antier, nuevamente, ahora en boca del secretario de Relaciones Exteriores, se niega que exista siquiera la información o solicitud de la Comandancia Naval del Golfo, que es lo operativo de lo naval-militar en todo nuestro litoral, de esa zona de México, ya ha confirmado la inminente visita.

 

No es posible que, en estos momentos en que las tensiones económicas que nuestro país está pasando sean violadas, violentadas con acciones para —militares o militares en potencia— que en nada benefician, porque permiten la intervención, aunque sea en lo verbal, de representantes de otros países. En el caso concreto de un senador yanqui, en el sentido de que aquellos países a los cuales toque puerto, buque soviético armado con capacidad de portar misiles nucleares, se les negará cualquier tipo de ayuda. Esto es deleznable. No es posible aceptar que autoridades del extranjero tengan injerencia, ni verbal ni real, sobre la política de nuestro país, que ustedes, en lo particular, conocen profundamente y de los cuales muchos sentimos, pero que por el pacto de este cuerpo colegiado será exponer a las Naciones Unidas en fecha próxima.

 

Yo quisiera decirles que estos son los hechos, más todavía la misma persona, el señor respetable cónsul de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Iván N. Goyán, declaró en el mismo foro, en una reunión en la que había candidatos políticos a la contienda municipal, que el partido que llegara a ganar las elecciones y gobernar en esa zona del estado de Veracruz, debía ejercer un gobierno con carácter popular socialista y de acuerdo a la doctrina marxista. Estos hechos están confirmados, posteriormente en una supuesta nota aclaratoria, en donde define el entendido de lo que es para él “popular” y lo que no lo es. La nota fue publicada el sábado pasado en el diario El Dictamen de mi ciudad y puerto de Veracruz… https://cronica.diputados.gob.mx/Debates/53/1er/Ord/19850918.html

 

En la sesión 23, martes 24 de septiembre de 1985, del primer año de la LIII Legislatura Federal, continúa el debate. El C. Humberto Ramírez Rebolledo menciona lo publicado en los diarios Dictamen y Universal del estado de Veracruz sobre las maniobras navales de buques de guerra en las aguas territoriales de nuestro país, procedentes de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en los primeros días de octubre. Comenta lo expresado por el Secretario de Relaciones Exteriores de México y por el señor Iván N. Goyán, Cónsul de la URSS, sobre el particular. Después de preguntarse cuál es verdaderamente el fondo de esas declaraciones, propone que una comisión investigue la actuación del cónsul Iván N. Goyán, y de probarse el agravio en contra de nuestra Carta Magna, se le expulse de nuestro país.

Hoy, con el narcogobierno de México, que grita como dementes la defensa de la Soberanía Nacional, los Estados Unidos de Norteamérica pueden enviar drones al territorio nacional y salen en su defensa que fueron invitados.

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