“Si no se respeta lo sagrado, no se tiene nada en que fijar la conducta.” – Confucio.
Ya lo había manifestado la presidenta Clauida Sheinbaum Pardo, el nepotismo y la reelección eran temas de congruencia ideológica y política, por eso la resolución dictada en el Senado por Morena y sus partidos aliados PT y PVEM, no cayó nada bien en el Palacio Nacional.
Había que aplicarla en 2027, porque la imagen y el mensaje que se envía no resulta el más adecuado para el proyecto transformador de la 4T.
El segundo piso del que tanto se ha hablado consiste en no separarse del proyecto de nación construido por Andrés Manuel López Obrador, que tantas vidas y tantos sacrificios le costó a la política mexicana.
Evidenció eso sí, una clara intención de un grupo de presuntos “machos alfa” de esos que han sido no dañinos, sino lo que le sigue a una sociedad que pretende garantizar la igualdad sustantiva como derecho real.
La pésima coordinación y mala leche del tabasqueño Adán Augusto López Hernández vislumbró su evidente malestar y enojo por no haber sido él, el candidato presidencial de Morena, y el revanchismo político, como evidencia de su tamaño político.
Pero siempre existen luces en el horizonte, esos faros que iluminan con su sapiencia el rumbo y que mejor que llegará esa señal de quien es el artífice político de la rebeldía social de izquierda en México, el primer gran promotor del cambio de régimen político en nuestro país, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
El ingeniero publicó en una cuartilla en el Diario La Jornada lo que pudiera considerar una sentencia moral y lógica para la izquierda transformadora, explicando clara y sencillamente el porqué de la conveniencia y razón fundamentada de la presidenta Sheinbaum para enviar una reforma constitucional de ese nivel. https://www.jornada.com.mx/2025/03/01/opinion/008a1pol
Palabras más, palabras menos, Cárdenas Solórzano recrimina a la Cámara de Senadores -origen de la iniciativa- su infundada y absurda decisión de pasar la operación de la iniciativa del año 2027 -elección intermedia- hasta el 2030, argumentando que la misma fue oportunista y personalista.
Cárdenas argumenta: “integrado por legisladores de Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México, lo único que no contó fueron los principios. ¿Por qué conviene la no reelección de legisladores o por qué no conviene? ¿A quién beneficia y a quién perjudica la no reelección de legisladores? ¿Es más importante y trascendente mantener la unidad circunstancial de un bloque parlamentario o dar vigencia a un principio que se considera correcto por su utilidad política a la nación?”
Y su reflexión es sin lugar a dudas idónea para cuestionar no solo el papelazo que hizo el aun notario Adán Augusto López Hernández -quien anda de madre ardiente- invitando y convidando al Movimiento Transformador al heredero de Miguel Ángel Yunes Linares, el mismo quien en la década de los 90’s del siglo pasado orquestará aquel incidente en donde valiéndose de algunos miembros de la comunidad LGTBI le jugaron una trastada al que fuera una de las imágenes disruptivas que rompieron con el priismo hegemónico del siglo pasado.
Y ahí uno se pregunta… ¿para eso necesitaban el voto y afiliar a Yunes? Y el golpista de Manuel Huerta en lugar de responder por sus actos emprende una campaña contra familiares que quieren competir por un puesto. A Manuel Huerta se le olvida que un “cuñado” constitucionalmente tienen derecho, aunque éticamente no es correcto, creando con sus presuntos dichos una cortina de humo para no reportar y aclarar su complacencia para con el peor enemigo de la izquierda mexicana, hoy presuntamente investido de impoluto morenista.
Que deleznable, que poco ético, el actuar del ex secretario de Gobernación, López Hernández y otros senadores incluyendo al veracruzano Huerta, empleando aquella filosofía caciquil del famoso Gonzalo N. Santos alías el Alazán Tostado, quien afirmaba sarcástico “en política la moral, es un árbol que da moras” pasándose con ello los principios y valores del movimiento transformador por el arco del triunfo.
Queda claro que Adán Augusto es una muy mala copia de aquel personaje que también fue conocido por afirmar que a sus enemigos les aplicaba sus “ierros” -encierro, destierro y entierro- vaya modelos que algunos pretenden emular.
Las reflexiones vertidas por Cárdenas Solórzano lo enaltecen y lo catapultan en momentos en que la izquierda mexicana pareciera por parte de algunos perder el rumbo, lo valioso a su vez es que confirma que la decisión del ex presidente Andrés Manuel López Obrador fue la correcta, dejando como “custodia” del Movimiento a la misma presidenta Sheinbaum Pardo y en lo que esto respecta a Veracruz, reconfirma la congruencia política de la gobernadora Rocío Nahle García –también custodia en la entidad- quien entrevistada el pasado 21 de febrero afirmó: “Miguel Ángel Yunes Márquez no es la persona ni es el momento adecuado para afiliarlo a Morena, pues el movimiento debe priorizar la congruencia, el oficio político y el mandato del pueblo.”
Cuestionada por periodistas, Nahle García dejó claro que su postura “no responde a cuestiones personales, sino a la necesidad de preservar los principios del partido.” “Ya está en el Senado, votando a favor de las reformas de la presidenta, qué bueno, pero de eso a meterlo a tu casa ideológica y política, hay un mundo de diferencia”, afirmó.
En ese momento la mandataria enfatizó que Morena es un movimiento incluyente, pero con límites bien definidos. “En Morena cabemos muchos, muchísimos, pero no todos”, subrayó. Aseguró que la militancia ha sido solidaria con sus principales representantes y que es necesario escuchar su voz en decisiones como esta.
Es así como las reflexiones de Cuauhtémoc Cárdenas sirven de faro y guía en momentos en los que más que nunca se debe ser congruente con los principios y valores de un movimiento único en el mundo, que permitió el cambio de régimen de manera pacífica y sin la vía de las armas. Ojalá hubiera en Morena muchos más Cárdenas y menos, muchos menos López Hernández, que no son ni faro, ni guía, ni nada, sino simples candelas que con el primer norte se apagan.
Solo como colofón hay que recordar que en Morena “el pueblo manda”.
Al tiempo.
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