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NO parece existir regulación sanitaria, ni de transporte, vialidad, ni de seguridad pública y urbana por parte de las autoridades del estado, la federación y municipios veracruzanos que norme a los moto repartidores o al menos se presume que poco o nada se hace en favor de ellos y de la población.
Lo real y cierto es que cientos o miles de motociclistas circulan por las calles y avenidas de Xalapa y todo Veracruz – incluyendo áreas conurbadas y de alta densidad en movilidad – entre llevando y dejando pedidos y comida a través de las aplicaciones, con mochilas que en muchas ocasiones se encuentran extremadamente sucias y, además, expuestas a diversas infecciones en plena época de COVID.
Pareciera también que solo basta con tener una motocicleta, – emplacada o no, – bajar la aplicación, llenar cuestionarios para darse de alta como repartidor, para luego comprar por su propia cuenta la mochila y empezar a trabajar con un código que les proporcionan desde un celular y listo.
Hay que reconocer que no están sujetos a ninguna autoridad sanitaria que los supervise, pues no trabajan bajo ningún contrato, ellos son sus propios jefes en cuanto a horarios y rutas, pero tampoco cuentan con ninguna prestación de naturaleza social y económica, lo que les pone en un mayor riesgo e igualmente a conductores y la población que circula por diversas razones.
Creo que es muy necesario regular la circulación de motocicletas no solo en Xalapa sino en el Estado, bajo un buen y estricto apego a la legalidad, dónde haya la participación de todas las instancias de gobierno necesarias e incluso de la sociedad organizada, sobre todo con el propósito de salvaguardar la integridad de la población en su conjunto.
Pienso que es necesario instrumentar medidas de control no solo para los moto repartidores sino también sobre los conductores y pasajeros de las motocicletas, pero también a quiénes ocupen ese tipo de transporte para vender o solicitar un servicio óptimo sea por alimentos, medicamentos, despensa u otra naturaleza.
Los accidentes de transporte de por si son constantes, pero tratándose de los motociclismos suelen resultar de niveles a veces más lamentables y si además no existe regulación, se convierte en un problema de altas consecuencias.
La alta incidencia de accidentes viales en las ciudades y municipios de mayor densidad poblacional y vehicular -incluye moto repartidores – se concentran en más de diez y dónde Xalapa sobresale frente a Veracruz, Boca del Río, Orizaba, Coatepec, Córdoba, Poza Rica, Tuxpan, Coatzacoalcos, Minatitlán y Martínez de la Torre, según estadísticas del INEGI, y no debemos omitir que hay territorios de las municipalidades de Veracruz que se enlazan y cruzan con tramos carreteros federales.
La temporada de lluvias potencia el número de accidentes viales y el peligro es para todos.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
La solidaridad con voluntad no riñe con la programación y el presupuesto para la hora de la elaboración del proyecto de egresos desde las instituciones – cómo en esta época – así que ojalá le dediquen tiempo y esfuerzo los responsables para incluir un fondo para atender posibles daños de la población vulnerable ante los embates de la madre naturaleza e incluyendo la conservación y el mantenimiento de la infraestructura en su conjunto.
¡ ES CUANTO!