La otra cara de la política

La otra cara de la política

La otra cara de la política

La otra cara de la política

La otra cara de la política

La otra cara de la política

Inicio ColumnasAstrolabio Político El irrespeto de Carmen Medel

El irrespeto de Carmen Medel

by Luis Baqueiro

“Hay que respetar el dolor que no tiene palabras, el derecho que no tiene defensa”. – Publio Virgilio Marón.

El respeto en la política también se enseña.

El episodio ocurrido este martes en Minatitlán durante un evento en apoyo a la población más vulnerable ha generado un necesario debate sobre los límites del respeto y la urbanidad política.

La presidenta municipal, Carmen Medel, al dirigirse a la gobernadora Rocío Nahle García con la frase “ya gobernadora, luego cuentan el chisme”, no solo cometió un exabrupto, sino que faltó al decoro institucional que debe prevalecer en actos de esta naturaleza.

Podrá argumentarse que entre mujeres suele existir un ejercicio de confianza, incluso de sororidad. Sin embargo, ese argumento no justifica la falta de consideración hacia la figura de la primera dignataria del estado.

La urbanidad y la educación cívica no son un accesorio en la política: son parte fundamental del ejercicio del poder y de la representación. No se trata de formas huecas, sino de reconocer en el protocolo un instrumento que otorga orden, seriedad y respeto a quienes ostentan la investidura gubernamental.

En la práctica política, es común que al iniciar el mensaje de la anfitriona, haya un corrimiento de lugares para dar paso al discurso de la autoridad principal. Ese movimiento no es un capricho ceremonial, sino una oportunidad para que la mandataria quede en el centro del evento y los asistentes puedan expresar de manera cercana sus inquietudes. Es precisamente en esos momentos cuando la ciudadanía, que muchas veces espera horas, pero esta representada por alguien que la conforma logra esa cercanía para ser escuchada por la titular del Ejecutivo.

El gesto de la alcaldesa, lejos de entender ese contexto, interrumpió con un tono impropio, enviando un mensaje equivocado de irreverencia. Y si bien la política se nutre de franqueza y cercanía, la línea entre la confianza y la descortesía nunca debe cruzarse, mucho menos en un espacio público donde la gobernadora acudía a respaldar acciones en beneficio de los sectores más desprotegidos.

Además, cabe recordar que Rocío Nahle no es ajena a las problemáticas del sur del estado. Su trayectoria de más de 25 años en la región la respalda y le permite comprender con claridad las demandas históricas de Minatitlán y sus comunidades. Por ello, el reclamo no solo resultó innecesario, sino fuera de lugar en un escenario que debería enfocarse en la atención a la población vulnerable, y no en gestos de protagonismo político.

Hoy más que nunca, la sensibilidad política exige altura de miras, respeto a las investiduras y la capacidad de anteponer el interés común sobre cualquier actitud personal. Porque, al final, gobernar también implica dar ejemplo, y ese ejemplo empieza por la forma en que se trata al otro.

 

Al tiempo.

 

astrolabiopoliticomx@gmail.com

“X” antes Twitter: @LuisBaqueiro_mx

también te podría interesar