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LA BASURA ES TAREA DE GOBIERNO Y SOCIEDAD; CRECEN BASUREROS ILEGALES

by José Luis Enríquez Ambell

Con cierta frecuencia por las calles de varias localidades de Veracruz solemos ver, y con una creciente movilidad, a los recolectores de la basura “libres” , no precisamente por las unidades recolectoras reguladas por los ayuntamientos veracruzanos, actividad que supone recoger basura independientemente sea por personas sin regulación alguna o quizá alguna organización irregular, y ajenas a los trabajadores de gobierno o alguna empresa contratada para la gestión de residuos.

Los recolectores en esta actividad irregular, las personas que a eso se dedican buscan mayoritariamente materiales reciclables como una forma de ganarse la vida, y pueden operar en áreas urbanas o rurales, y las autoridades municipales -al menos- poco o nada hacen para atender está situación.

Esa actividad nos conecta a saber que existen basureros clandestinos en predios urbanos, semiurbanos, rurales, al pie de las carreteras y caminos de Veracruz, donde se logran apreciar descargas de toneladas de basura, igual en sitios apartados a la vista ciudadana y otros no tanto, pero parece que viene creciendo este fenómeno.

Algunas poblaciones denuncian y otras no, pero la falta de rellenos sanitarios autorizados y al desamparo de la normatividad favorece que existan tiraderos a cielo abierto, y en este asunto de salud pública debemos intervenir tanto autoridades como sociedad.

En el estado se dice que existen más de 100 basureros clandestinos, pero también es verdad que las autoridades municipales y el medio ambiente, estatal y federal, no tienen el dato preciso, incluso ni siquiera existen algunos con la metodología y herramientas que lleven a precisarlo, al menos que se sepa o lo difundan.

Y es que entre las dependencias del estado, la federación, los ayuntamientos y particulares – los negocios y el comercio en su conjunto generan desechos – hace falta coordinación y, por supuesto presupuesto, pero también hace falta educación y cultura entre la población para coadyuvar con tareas de la recolección y separación de la basura.

Es inevitable aceptar que todos los residuos sólidos, así como los no sólidos son fuente de contaminación y daño diario a los ecosistemas terrestres y marinos, sin omitir que logran convertirse en un problema de salud por todas las enfermedades que generan a la población.

Desde hace varios años solo se oye decir por las autoridades que los rellenos sanitarios existentes son insuficientes y son pocos los que cumplen con las normas establecidas por la SEMARNAT y quien es la dependencia normativa en la materia, pero hasta ahí.

Los rellenos sanitarios no son todos operados por los ayuntamientos, sino también por empresas particulares que de alguna forma les asignan ese servicio público que se supone es responsabilidad de los municipios desde sus ayuntamientos en una primera instancia.

Todo ese universo lleva a que la Secretaría del Medio Ambiente en el Estado (SEDEMA), implemente planes de remediación que busquen y encuentren la mitigación de los daños ambientales, pero hasta ahora no han sido suficientes estos esfuerzos.

Y es que el saneamiento de no atenderse integralmente, los daños crecerán no solo en los ríos – muchos de ellos sin dragar – y el mar, sino que además llegarán a causar impacto y problemas de salud pública en algunas zonas o regiones del estado en el devenir no lejano.

“Un elemento adicional en todos los basureros clandestinos, es la participación de quienes exponen su salud en lo personal, familiar y colectivo”.

DE SOBREMESA

En diversas municipalidades de veracruz, este es un serio asunto por atenderse.

Recordemos la problemática del basurero Las Matas, en el sur (Minatitlán), donde por años los municipios de Cosoleacaque, Minatitlán y Coatzacoalcos depositaron sus residuos.

Ahí se dijo en su momento que removieron más de siete mil metros cúbicos de residuos y la cobertura de unas 8 hectáreas con material arcilloso, así como estabilizar taludes y habilitar caminos, controlando 70 mil metros cúbicos de emisiones de biogás y hasta la extracción de una cantidad importante de metros cúbicos de lixiviados (sustancia líquida, densa y de muy mal olor).

En resumen y dicho de otra forma, la Ley de Prevención y Gestión Integral de Residuos Sólidos es tarea que ojalá no tarde en observarse y cumplirse por todos, incluyendo el Congreso del Estado.

UN CAFÉ CON DOBLE CARGA

Abatir basureros clandestinos y construir rellenos sanitarios es una misión que involucra a los tres niveles de gobierno y a particulares, y estos a través del impuesto a la nómina – “que nació para obra pública” –  puede ser opción en materia de los trabajos para la infraestructura necesaria.

¡ES CUANTO!

enriquezambell@gmail.com;
enamjl62@gmail.com

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