Inicio ColumnasVisión y Evolución Cuando el hambre une la prensa y la política.

Cuando el hambre une la prensa y la política.

by Julio Alonso

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la frase: sitiar por hambre, como: Valerse de la ocasión o apuro, para reducirlo a lo que se desea.

En el pasado quedaron los tiempos veracruzanos de Fidel Herrera y Javier Duarte compraban la dignidad de los periodistas ya sea con pocos o muchos pesos dependiendo del medio de prensa a manipular, por parte de grupos políticos, y partidos nuevos locales dirigidos por gente quemada, e incluso con antecedentes de contar con denuncias por delitos cometidos y haber sido huéspedes de cárceles ya sea de Veracruz o de otros estados como Nuevo León entre otros, por haber defraudado a gobiernos y empresarios (solo en Veracruz los hacemos diputados y hasta miembros de la comisión de vigilancia de la cámara de diputados). Hoy en día ya no abunda tanto el reparto del famoso “chayote”, por lo que varios medios de prensa actualmente sus artículos son bastante agresiva contra el gobierno en turno (por supuesto hay honrosas excepciones).

Gracias a los fondos asignados a comunicación social,  durante los periodos de Fidel, Duarte y en menor medida del corto y penoso gobierno de Yunes, se tuvo sitiada por hambre a la prensa, lo que explica porque actualmente muchos periodistas en sus escritos no son objetivos en lo que escriben, y se aprecia una agresiva parcialidad simulada de neutralidad.

Veracruz llegó a tener  más de 90 periódicos y revistas pagados por los gobiernos estatales y municipales. Resulta increíble en Veracruz donde hay poco hábito de lectura y menos para gastar de su bolsillo en un periódico, si no se lo regalan.

En el pasado, en la época del dispendio y saqueo Fidelista y Duartista, las cafeterías y restaurantes del centro se llenaban de ejemplares de 6 o más periódicos que se dejaban gratis para los clientes de estos lugares para poder simular que sus periódicos eran objeto de lectura por la población (en realidad se llevaban estos ejemplares para el calentador o para limpiar ventanas en la casa.

En el congreso en materia de presupuesto la partida destinada a comunicación social para los medios de comunicación es anualmente de muchos millones de pesos, y lo peor es que buena parte de ella se destina a medios de prensa en la que muchos diputados son dueños de medios de periódicos, páginas de internet o revistas de mala muerte.

De risa son las convocatorias que hacen los senadores, diputados y otros políticos locales para presentarse en algunos cafés históricos del centro de la capital o ciudades importantes para dar noticias “importantes” a los “medios” comprados de prensa. Y lo mismo en foros que organizan los políticos en hoteles para simular que escuchan la opinión de sectores económicos y sociales del pueblo veracruzano, juntando como borregos a la gente y a la prensa, y una vez lleno el local, aparecen una hora tarde con aplausos de los paleros que los acompañan (y la clásica disculpa de su retraso, debido a sus múltiples actividades).

Sin duda existen medios de prensa muy profesionales en Veracruz y periodistas comprometidos con su actividad y una ética real, desafortunadamente es la minoría ante una avasalladora podredumbre política que abusa de la necesidad de comer de la gente que se dedica al medio periodístico.

La reflexión es suya, hasta la próxima.

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