Inicio ColumnasVisión y Evolución De la grandeza diplomática a ser pelele de Trump.

De la grandeza diplomática a ser pelele de Trump.

by Julio Alonso

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la palabra invasión como: irrumpir, entrar por la fuerza ocupar anormal o irregularmente un lugar.

Juárez en momentos de gran peligro para México, pronunció la frase “Entre los individuos como entre las naciones el respeto al Derecho ajeno es la paz”, y un ejemplo de esto lo dio México en la primera mitad del siglo XX.

Lejos quedaron los tiempos en que de manera valiente, México en la liga de las naciones fue la única que protestó contra la invasión nazi de Austria y posteriormente de Polonia, cuando ni las que serían potencias aliadas de la segunda guerra mundial, se atrevieron hacer enojar a la Alemania Nazi (su esfuerzo sería reconocido de diversas maneras por estas naciones, como el hecho de que la única embajada que se le permite el privilegio de estar cerca del parlamento austriaco es la de México, y existe el parque México en Viena, por haber acogido a los refugiados de Austria en aquellos momentos bélicos y de persecución nazi.

Donde países como Gran Bretaña y Francia por temor a la furia alemana se oponían a protestar abiertamente, y Estados Unidos que llego a tener desfiles de simpatizantes de Adolfo Hitler, México en la liga de las Naciones, levantó la voz contra esta invasión naciones libres.

Sumisión de la Secretaría de Relaciones exteriores.

En los años previos al conflicto de Irak en el que se hablaba si tenía bombas nucleares o no este país, para efecto de autorizar su invasión (después los mismos americanos e ingleses confirmarían que nunca tuvieron armas nucleares los Iraquíes, pero fue el pretexto ideal para invadir Irak), Aparece la figura del embajador Aguilar Zínser, que se opuso aceptar una invasión a Irak. Y en esas fechas mencionó que México era el patio trasero de Estados Unidos.

Aguilar había dicho que a Estados Unidos no le interesa una asociación de igualdad con México, sino una relación estrecha de conveniencia y subordinación. “A nosotros nos ven como patio trasero” y, conforme a las circunstancias, “a veces tenemos una relevancia estratégica mayor y otras menor”.

La subordinación a los intereses de los Estados Unidos y a los de México como país dependiente de la economía de aquel país, provocan la falta de respeto y congruencia en el trato hacia nosotros. Hoy lo que está en juego es el futuro del país: Ser un país del primer mundo, respetado por Estados Unidos como socio e igual, o un país del Tercer Mundo (o emergente), ninguneado por los estadounidenses. Los últimos tres ex presidentes de México han subordinado la relación de México con los Estados Unidos a los asuntos de carácter económico y los dos últimos han ofrecido como interlocutores a dos economistas: José Ángel Gurría y Luis Ernesto Derbez, este último un verdadero pelele en materia de política exterior, y que siempre salía mal parado, cada vez que lo comparaban con Aguilar Zinzer, la secretaria de Estado Condoleza Rice, cuando presentó acreditaciones Derbez, como nuevo embajador de México, lo tuvo esperando horas en la antesala, antes de recibirlo, dejando claro que no tenía la estatura de Aguilar Zinzer.

El único caso reciente de hacer respetar los derechos de México, fue en realidad un asunto de vecindario, ya que el embajador americano durante el gobierno de Calderón se refería a él con toda la sinceridad del mundo, como un borrachito bipolar con banda presidencial, y como salió en Wikileaks, tuvo la Casa Blanca que canjearlo por otro menos hablador, ya que la “señorita” presidente se había puesto histérica y dejó de recibirlo en los pinos.

En el caso de la invasión de la República de Ucrania por parte de los rusos, y con el pretexto de defender a ciudadanos rusos que ellos llevaron a Crimea para controlar a la población local, y asegurar el dominio de la región (como también a lo largo de la historia lo han hecho como una política de colonización y apropiación en países como Lituania, Letonia y Estonia, países que tienen una gran proporción de población rusa). La idea es doblegar con una tenaza militar y económica a Ucrania y someterla a sus designios expansionistas, disfrazados de seguridad nacional.

Sin embargo la respuesta oficial de México, emitido por la Secretaria de Relaciones Exteriores de México ha sido bastante leve o mediocre, a pesar de que la amenaza de invasión total parece inminente.

A nivel nacional por lo que se refiere al muro fronterizo, el pueblo mexicano paga la nomina de 14,000 hombres de la guardia nacional haciendo el trabajo sucio de los guarda-fronteras americanos. Y el gobierno federal nos vende la idea como si fuera un triunfo de México. El T-mec es un acuerdo que se firmó por estar entre la espada y la pared, aunque el gobierno federal lo niegue. La muerte de miembros de la familia Lebaron fue una gran desgracia, sin embargo casi diario hay matazones en México, y el gobierno ni las menciona. Trump amenazó con incluir al crimen organizado como terroristas, pero omite mencionar a las 14,000 armerías proveedoras de armas y municiones a los carteles del crimen en México y los millones de americanos que son los clientes de las drogas, y que podrían considerarse como parte del terrorismo mundial, ya que son parte de la cadena “terroristas”.

México requiere alzar la voz en defensa de las naciones libres y su propia autodeterminación. Solo en la medida que sus funcionarios actúen en defensa de los ideales Juaristas, podrá también ejercer como país independiente. La reflexión es suya, hasta la próxima.

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