| Astrolabio Político
El caballo negro; inicia campaña por Veracruz Por: Luis Ramírez Baqueiro
“A mí juicio, el mejor gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz.” – Whitman.
A partir de este lunes comienza la carrera por la Presidencia de la República y también la elección del candidato priista a la Gubernatura del Estado de Veracruz quedará entre el jaloneo de los dos virtuales candidatos a la contienda por nuestro estado, dos actores políticos eternos: los senadores Héctor y Pepe Yunes quienes pactaron con la Entidad como si el destino de los veracruzanos fuera de su propiedad, por cierto. Ante la confrontación que está por venir y que los actores políticos auguran como imposible de pactar, por la ambición de Héctor y la tibieza de Pepe, no habrá nada para nadie y se perfila una tercera opción, un caballo negro que será destapado y que saldrá a la luz en cuanto lo crean conveniente: Juan Manuel Diez Francos, actual presidente de Orizaba. Y es que vea usted de ser el candidato de unidad del PRI, Diez Francos no está ni estuvo relacionado en ningún momento con Javier Duarte, principal requisito para ser candidatiable por el PRI, además tiene buena imagen pública y el Gobierno Municipal que encabeza ha arrojado resultados en obra pública, servicios y transparencia del gasto. Con esto, la balanza del PRI quedaría garantizada y sin confrontaciones entre los dos senadores que tanto han dividido al partido. El alcalde de la pluviosilla tampoco ha sido ajeno a su futuro político y ha tenido cuatro años para pulir su imagen, también tiene buena relación con los medios y a través de la Fundación “Orizaba propone” que dirige su esposa ha resaltado la labor altruista a través del apoyo a niños con cáncer, imagen positiva que tanto necesitan los veracruzanos para decidir su sufragio en los próximos comicios. Por si son peras o son manzanas, el director del grupo empresarial Diez-Fénix que incluye concesionarias de autos, plazas comerciales, y supermercados en Orizaba, también tiene la imagen de empresario, de aquellos que dan la apariencia entre el electorado de no incursionar en la política por intereses monetarios sino por buscar el bien común. Una imagen similar a la de él pero en Xalapa tiene Ricardo Ahued, prominente xalapeño que hubiera sido el único en conservar Xalapa para el PRI. Volviendo al tema, al cierre de esta edición la delantera en Orizaba para la presidenta municipal la llevaba la morenista, Guadalupe Fuentes Barco dejando de lado al gallo del alcalde, Igor Rojí López, pero esto más allá de restarle puntos Diez Francos lo hará empeñarse en superar la adversidad tal como lo hizo cuando fue elegido como presidente municipal de Orizaba, tras haber sido destituido del cargo el anterior candidato, Víctor Castelán Crivelli en 2007 por el Tribunal Federal Electoral y haber sido elegido como candidato una semana antes de la elección y ganador por muchos votos de la Presidencia de Orizaba.
Sextante El que se quedó solo es el dirigente del PRI en Veracruz Renato Alarcón Guevara pues todos los muertitos del partido moribundo se los cargaran a él. Renato con las manos atadas será el que se quede a afrontar las consecuencias de la desarropada elección municipal del PRI en Veracruz, pues la delegada del CEN del PRI, Lorena Martínez ya tiene sus maletas listas para irse en las próximas semana a su natal Aguascalientes donde pretende lanzarse por la candidatura a la senaduría tras su pésima actuación en Veracruz. Martínez solo acudió a pelear por un pequeño coto de poder y a boicotear todos los planes de Alarcón por sacar adelante al partido. Ya veremos si ahora ya de vuelta en tierras hidrocálidas ahora si es profeta pero allá en su tierra.
Al tiempo.
astrolabiopoliticomx@gmail.com Twitter: @LuisBaqueiro_mx |
Noticias
#Veracruz Militante panista, avergonzado por la forma en que están comprando votos.
En una acción que se visualiza desesperada y usando de pretexto a la empresa de radiodifusión propiedad de su candidata a la alcaldía de Xalapa, la alianza PAN-PRD estacionó un tráiler con equipo de sonido frente a Palacio de Gobierno y, con el apoyo de agentes de Tránsito del Estado, está procediendo a montar bocinas, plataforma, luces y demás.
El vehículo tiene los logotipos de la empresa Avan Radio, el consorcio de comunicación propiedad de Ana Míriam Ferráez y su familia.

Durante el día se han reportado operaciones de mapachería electoral por parte del PAN-PRD en la ciudad, como la compra de votos, el trabajo de decenas de taxistas que pagan por los votos, operadores que en ciertas casillas están pagando por los sufragios y colaboración de la policía estatal para respaldar esas acciones.
La autorización del gobernador es obvia, porque a las 12 y media aproximadamente llegó al café La Parroquia de Enríquez y Tránsito del Estado depende del Poder Ejecutivo.
En el seno del OPLE, a las 2:00 PM, a incitativa de Morena, los consejeros abordaron el asunto criticando que se hubiesen instalado esos aparatos. Solicitaron un servicio de oficialía electoral para que se verifique y se retire porque afectaría la equidad en la competencia electoral.
Taxis están operando en el parque Murillo Vidal, en la parte posterior del Hotel Xalapa, donde está el reparto de despensas a favor del PRI; en la Central de Abastos, en la colonia Revolución, entre otros.
También se informa que en El Tronconal y El Castillo personas disfrazadas de funcionarios del INE están retirando sus nombramientos a los representantes de partido.
con información de: http://sociedadtrespuntocero.com
PROCESOS ELECTORALES: PERVERTIDOS Y
FALSEADOS.
Por Francisco Berlín Valenzuela*
Los estudiosos del Derecho Electoral hemos dedicado muchos años de nuestra vida a exaltar las virtudes de éste campo del mundo jurídico. Lo entendemos como el instrumento normativo de la democracia. Por eso, contemplar el contraste existente entre sus nobles fines y las y patologías que presenta la vida electoral de nuestro país, resulta desalentador. Las prácticas cotidianas -más reiteradas-, por la mayor parte de sus principales actores dejan mucho que desear y no tienen nada que ver con el propósito de avanzar en el fortalecimiento de nuestra endeble democracia. Para conmover su aparente inconciencia deberían de tener presente un hecho por demás alarmante: cada vez, un mayor número de mexicanos parece desilusionarse del modelo democrático. Ojalá que -cuando menos por curiosidad-, consulten los informes contenidos en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, ahí podrían advertir -a través de las cifras asentadas-, el hartazgo y el desencanto existente por esa forma de dirimir la disputa por el poder. La democracia está en riesgo. Créanlo. Afirmarlo no es una forma de llamar la atención, o una manera de llenar las líneas de un artículo editorial.
Cuando decimos que los procesos electorales se pervierten y falsean por las prácticas, vicios y manipuleos, queremos referirnos a que, en su esencia, están faltando a la ética política y a la legalidad, provocando que dejen de ser verdaderos instrumentos normativos con los que se decide la contienda electoral. Pero todavía más, que su ilegitimidad ética de origen contamine el modo de vida democrático al que se refiere nuestra constitución en su artículo tercero.
Los académicos hemos conceptualizado al Derecho Electoral como una rama del Derecho Constitucional, fuente primaria de donde deriva su contenido y principios. En ese contexto, el derecho electoral “establece el reclutamiento democrático de un cierto número de los órganos del Estado”, y debería de ser utilizado en forma eficaz para asegurar una representación auténtica, legítima e incuestionable de los miembros de aquellos órganos que se integran mediante un proceso de decisión de los electores.
Desde un punto de vista estrictamente jurídico, el derecho electoral es el conjunto de normas que regulan los procedimientos para que a través del voto se decida la designación de los gobernantes que conforme a la ley, deben ser electos por los ciudadanos.
El derecho electoral desarrolla los siguientes temas centrales de la democracia: elecciones, representación, partidos políticos, participación popular, control de la actividad de los gobernantes, garantías del voto libre, entre otros. Su regulación se encuadra en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en donde se establecen los principios rectores que deben de ser observados.
En una breve exposición de algunas de las principales instituciones contempladas en la normatividad que regula a nuestra democracia, es conveniente señalar que en el artículo 41 constitucional, apartado A, se establece: que “el Instituto Nacional Electoral es un organismo público autónomo dotado de personalidad jurídica y patrimonio propios, en cuya integración participan el Poder Legislativo de la Unión, los partidos políticos nacionales y los ciudadanos, en los términos que ordene la ley.
En esa previsión se apunta que: el ejercicio de esta función estatal, la certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad y objetividad serán principios rectores”.
Este artículo no tiene el propósito de hacer un análisis minucioso de los aspectos jurídicos fundamentales del derecho electoral mexicano, pero si intenta referir a algunos puntos que -me parece-, resultan suficientes para motivar algunas reflexiones. Son los que, en la práctica, advierten los ciudadanos sobre el comportamiento de los actores que intervienen en la realización de las elecciones y se centra en las razones que han dado lugar a que exista una manifiesta desconfianza, desprestigio y alejamiento de los postulados democráticos que deberían de ser celosamente observados por todos los funcionarios electorales y por los partidos políticos participantes.
Es muy probable que muchos de los lectores estén convencidos de que el acatamiento de los principios rectores de los procesos electorales en nuestro país constituyen una verdadera falacia, pues todos hemos sido testigos -durante muchos años-, de la manipulación que se ha venido haciendo al permitir que se lleven a: cabo conductas inciertas por falta de seguridad jurídica; ilegales por no ser acordes a lo establecido por las leyes vigentes; y en no pocas ocasiones hasta hemos presenciado intentos por constituir normas que son contrarias a lo preceptuado por la propia constitución.
Es de puntualizarse el hecho de que después de más de tres lustros de haber ocurrido la primera alternancia política en la presidencia de la república, no se haya podido lograr la consolidación de la confianza de la ciudadanía en los procesos electorales, y que tampoco hayamos sido capaces de instaurar prácticas confiables para crear certidumbre en la realización de las elecciones.
Por otra parte, resulta cuestionable la publicidad que tienen que emitir los órganos electorales para convocar a la participación ciudadana, cuando debería de ser una intervención menos inducida, si se estuviera en la convicción de que los comicios constituyen una verdadera “fiesta de la democracia”. Sobre todo porque en varias partes del país -pese a las carretadas de dinero invertido-, el abstencionismo va en aumento. Ni que decir del presupuesto que se aplica para que los partidos políticos funcionen y/o traten de concertar la preferencia del electorado. Además de que resultan poco transparentes las medidas y los controles establecidos, se tiene la percepción de que los grandes beneficiados del sistema político mexicano son los partidos, en virtud de que reciben grandes cantidades del erario público sin aclarar -de manera indubitable-, la forma en que se gastan las participaciones económicas otorgadas.
Por cuanto hace al principio rector de la independencia que debe de existir en la función electoral para que se lleve a cabo sin sometimiento a los poderes del Estado, es manifiesta la intervención -sobre todo del poder ejecutivo-, con la complacencia de los partidos políticos representados en las cámaras de diputados y de senadores, cuando se trata de seleccionar y nombrar a los funcionarios que van a integrar los órganos electorales.
Lo mismo podríamos decir del principio de objetividad -tan estrechamente ligado al de independencia-, pues las autoridades electorales que realizan las elecciones no mantienen sus criterios pensando en la claridad, la certeza y la aceptación que el electorado debe tener sobre sus actos. En muchas ocasiones la ausencia de una actuación institucional ha producido opiniones interesadas y parciales que afectan la existencia de este principio.
Las anteriores consideraciones, no son ajenas a los procesos electorales que se están llevando a cabo para elegir a tres gobernadores en los estados de México, Coahuila y Nayarit, así como en los 212 municipios de Veracruz para integrar sus ayuntamientos. En todos estos procesos se han presentado algunas de las más negativas conductas por parte de los partidos políticos participantes y de parte de varios candidatos que no han dudado en realizar acciones para ensuciar las campañas, constituyendo preludios de posibles fraudes electorales y de actitudes violentas que se pensaban estaban ya superadas. Se ha dado paso a una guerra entre adversarios para tratar de exhibir sus vicios, corrupción, defectos -y problemas personales-, sin reparar que estamos ante un electorado desconfiado y con un profundo hartazgo por el proceder de partidos con los que ya no se identifican. En ese contexto, uno de los efectos más importantes a estudiar después de los comicios será observar la aceptación registrada por los candidatos independientes.
Las lecciones que dejarán al electorado mexicano los próximos comicios del 4 de junio, deberían de conducir a efectuar una revisión profunda del sistema electoral mexicano, poniendo énfasis en atacar las causas de las patologías políticas que generan tanto descontento y desconfianza. Será necesario revisar, por ejemplo: la institución de la representación proporcional; la necesidad o la conveniencia de la implementación de la segunda vuelta electoral para tratar de producir gobiernos con mayorías claras y triunfos indiscutibles; la reducción del financiamiento a los partidos políticos para limitar el enorme gasto que el estado hace en esta materia; el fortalecimiento de las candidaturas independientes, mediante el establecimiento de reglas más equitativas que hagan posible la participación igualitaria de los ciudadanos con respecto a los partidos políticos. Todo ello, con el propósito de ir avanzando en una real consolidación democrática.
De no realizar los cambios que las circunstancias políticas del país demandan para mejorar los procesos electorales, nuestra sociedad podría comenzar a experimentar -muy pronto-, formas de expresión de disidencia política no-institucional. Por su parte los dirigentes de los partidos políticos pudieran comenzar a registrar un alejamiento -todavía mayor-, de sus partidarios y miembros, quienes cansados del abuso que han visto, se ha venido cometiendo -a lo largo de tantos años-, ahondaran la dispersión, el cambio de filiación o -de plano-, terminaran por incrementar la apatía que ya presenta una gran parte de la ciudadanía. El enriquecimiento que han experimentado muchos de los líderes que ellos -con su apoyo y militancia-, encumbraron, constituye el caldo de cultivo que alimenta el cansancio y el hartazgo que caracteriza el ambiente preelectoral.
Después de las elecciones del próximo domingo, seguramente se hará evidente la necesidad de una profunda transformación electoral que solo será posible con el cambio de las reglas para elegir a los gobernantes en el futuro mediato.
México lo necesita y seguramente será para bien de la democracia mexicana.
Analista político. Autor de libros sobre Derecho Electoral y Derecho Parlamentario. Profesor- Investigador Emérito de “El Colegio de Veracruz”. Receptor de la Medalla Defensor de la Libertad y Promotor del Progreso otorgada por el Club de Periodistas de México, A.C. (2016)
Fotografía: Blogexpediente.com.mx
En las elecciones del próximo domingo 4 de junio se juega mucho más que tres gubernaturas en el país y 212 presidencias municipales en el estado de Veracruz.
Para el gobierno de Enrique Peña Nieto y para el sistema político priista en general, los comicios de este domingo pueden representar su funeral como opción de gobierno. El repudio a las prácticas corruptas que han distinguido al priismo niveles parece haber llegado a un punto de no retorno, una debacle que sólo podría ser detenida, momentáneamente por lo menos, a través de la operación de la maquinaria del sistema que, a pesar de todo, aún funciona cuando se le echa a andar.
Sin embargo, esta vez ni eso podría ser suficiente para que el PRI salga bien librado. Salvo en Coahuila, donde la oposición aún no es tan fuerte y el priismo aún tiene una oportunidad de ganar sin tanto apuro, en el resto de las entidades en disputa se encuentra al borde del precipicio.
En Nayarit es prácticamente un hecho la victoria del candidato del PAN-PRD-PT Antonio Echevarría García. Y en el Estado de México, por primera vez en su historia el PRI está en serio riesgo de perder la gubernatura frente al Movimiento de Regeneración Nacional.
Una derrota del Revolucionario Institucional en territorio mexiquense, su último gran bastión y la tierra natal del actual Presidente de la República, significaría la expedición de su acta de defunción adelantada, pues su salida de Los Pinos el año entrante sería casi inevitable.
Pero aun cuando por arte de la “alquimia electoral” el priismo pudiera sacar la victoria en el Estado de México, esta sería invariablemente por un muy pequeño margen de diferencia, lo que en los hechos también representaría una derrota frente al lopezobradorismo, máxime si se toman en cuenta las limitaciones personales de la candidata de Morena, Delfina Gómez, que sin la figura de Andrés Manuel López Obrador a su lado jamás habría llegado hasta donde está, como sucede con casi todos los candidatos de Morena en el resto de los estados.
En Veracruz no se juega la gubernatura, pero el resultado de los comicios es tan importante como el del Estado de México. Con todo y que diferentes análisis sobre los escenarios del 4 de junio vaticinan una catástrofe para el PRI, al que si bien le va ganaría unas 40 presidencias municipales, principalmente en la zona norte, también auguran una caía de la alianza PAN-PRD, producto del desgaste y la decepción por la falta de resultados del gobierno estatal, y en casos como el de Xalapa y otras de las principales ciudades de la entidad, como una revancha por los despidos masivos de burócratas que ejecutó el yunismo al inicio de la presente administración.
Nuevamente, es Morena el partido que podría dar el campanazo ganando la mayoría de las alcaldías, colocándose también en posición de disputar seriamente la gubernatura veracruzana en 2018, cuando además esté en juego la Presidencia de la República y su líder máximo, Andrés Manuel López Obrador, aparezca en las boletas, lo cual siempre ha ayudado a todos los candidatos que lo acompañan.
Lo que está de por medio este 4 de junio es la reconfiguración del espectro político de la República Mexicana para los próximos años, así como la supervivencia de un régimen que parece haberse agotado por completo, pero para cuya sustitución no existe una propuesta realmente viable, que aglutine en torno suyo el consenso de todo el país.
Una sociedad fragmentada saldrá a decidir este domingo. Ojalá que la división no se convierta en quebranto.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
NI DUARTE SE ATREVIÓ A TOCAR EL ÁREA NATURAL PROTEGIDA DE TEMBLADERAS, EN EL PUERTO DE VERACRUZ; ‘GOBIERNO DEL CAMBIO’ YA LO VENDIÓ
– Los del “gobierno del cambio” han salido peores que los anteriores funcionarios estatales en eso del cuidado del medio ambiente. Y es que la señora Mariana Aguilar López, secretaria de Medio Ambiente, ha dado su anuencia, obviamente siguiendo órdenes de su jefe el “gobernador del cambio”, Miguel Ángel Yunes Linares, para que se le abran las puertas de par en par a la empresa Corporativo Hospitales S.A. de C.V., y pueda construir en el Área Natural Protegida de Tembladeras un complejo médico, un centro comercial y un hotel todo con el nombre de Covadonga, en parte de ese predio ubicado a un costado de la autopista Veracruz-Córdoba, cerca del monumento Cabeza Olmeca. Ni Javier Duarte de Ochoa, con todo y su desmedida voracidad llegó a tanto, máxime cuando en esa zona se pretendía construir la Villa olímpica de los Centroamericanos y del Caribe, y ante las protestas por ello, decidió declararla Área Natural Protegida de Tembladeras, mediante resolutivo SEDEMA/DGCCEA/Oficio N° 2830/2016, de fecha 22 de noviembre de 2016. Pero el “gobierno del cambio” se ha pasado por el arco del triunfo esa resolución, y Corporativo Hospitales SA de CV, logró que la nueva titular de Sedema, Mariana Aguilar López, emitiera el oficio SEDEMA- DGARN-134/2017, a través de la Dirección General de Gestión Ambiental y Recursos Naturales, autorizando esa obra, pisoteando la disposición de la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente, (PMA), y ya están dando inicio los trabajos de construcción del Complejo Covadonga dentro del Área Natural Protegida Tembladeras. La PMA tan solo ha aplicado una multa de 10 mil pesos a Corporativo Hospitales por “la falta de Registro como Generador de residuos de Manejo Especial, para las actividades de construcción, operación y mantenimiento de la obra”, según se detalla en el documento, más no por edificar dentro de Tembladeras. La inversión será de mil millones de pesos, más la pregunta es: ¿a quién beneficia esto? Gob.com
La cuestión es simple ante la decisión de por quién votar en las elecciones del próximo domingo 4 de junio. Basta con reflexionar que el voto es el mejor y más poderoso instrumento con que contamos para premiar o castigar a los partidos que gobiernan.
La mejor manera de saber por quién votar, es ver qué han hecho en el poder los partidos que postulan a los abanderados, porque si bien hay quienes aseguran que debemos de fijarnos en la persona más que en el partido, lo cierto es que los compromisos de quienes llegan a ser candidatos son muchos y muy grandes con quienes los palomearon, es decir, con los líderes y dirigencias de los partidos.
Al deberle su candidatura al gobernador o a personajes destacados de las dirigencias, a líderes morales o de plano a quienes aportaron para sus campañas, su margen de maniobra es mínimo. Y de triunfar en los comicios, su lealtad estará con ellos, con esos intereses, más que con el elector. Así ha sido y seguirá siendo. No nos equivoquemos. Aunque creamos votar por la persona en realidad le estaremos dando nuestro apoyo a los afanes y apetitos que mueven a la clase política que padecemos, que ya sabemos que van en sentido contrario al interés público, a las demandas y preocupaciones del ciudadano.
Si usted cree que en Veracruz las cosas marchan muy bien, que vivimos un cambio genuino en las formas de gobernar, que la honradez de los funcionarios públicos es la divisa suprema, que los veracruzanos ya recuperamos la tranquilidad, que la inseguridad fue abatida, que se tiene un rumbo claro en la administración, que hay más empleo, que el aparato gubernamental dejó de ser visto como patrimonio de quienes llegaron al abordaje, que ya se resarcieron los daños causados por Javier Duarte y su banda de ladrones, que lo robado ya regresó intacto a las arcas públicas y que se persiguen y enjuician a todos los corruptos, sin excepciones, entonces ya sabe por cuáles partidos votar.
Lo mismo si considera que vale la pena volver a otorgar la confianza a aquellos que convalidaron por conveniencia u omisión el accionar de la cleptocracia que asaltó Palacio de Gobierno en los últimos doce años, y que serían corresponsables del quebranto que sufre Veracruz en todos los órdenes. Si creemos en sus ofertas de que aprendieron la lección, que otros fueron los que fallaron y ellos son distintos, entonces ya sabe el sentido de su voto.
Y si cree que vale la pena dar la oportunidad a otra fuerza política, por hartazgo ante los partidos que gobernaron y están en el poder en Veracruz, y piensa que pese al verticalismo de su organización y al abrumador peso de su líder nacional en las decisiones de ese partido, supeditado todo su accionar a las elecciones del 2018, pues adelante y dele oportunidad al cambio.
E igual si juzga que hay que dar chance a fuerzas políticas emergentes o cree que el perfil de sus candidatos o de los abanderados independientes satisface sus expectativas, sea como castigo a los partidos tradicionales o por genuino interés en rostros, ofertas o estilos nuevos, entonces ya sabe qué hacer.
Lo que sí debe reflexionarse con gran cuidado es que este domingo 4 de junio tenemos la oportunidad de ejercer nuestra ciudadanía, de alzar la voz, de mostrar que la cosa pública no nos es ajena (y desde luego que no puede serlo porque las decisiones que toman quienes gobiernan nos afectan a todos).
Es la oportunidad de que sepan partidos y candidatos que no estamos dormidos o anestesiados, que no somos una masa manipulable que se cree y aplaude todo lo que nos dicen. Debemos y podemos decirles: se acabó. Que les crean sus incondicionales y quienes tengan compromisos con ellos.
Vote por quien guste pero hágalo. Quedarse en casa y quejarse después es la peor decisión. Incluso si quiere anular su voto hágalo, pues esa es una forma más de mostrar el rechazo al sistema de partidos y a quienes medran con la ignorancia y la pobreza de las mayorías.
Vote en conciencia. Por más que le digan o pretendan confundirlo, el voto es libre y secreto, nadie sabrá el sentido de su sufragio. No venda su voto, cualquier cosa que le den se le irá como agua entre las manos, y después tendrá que esperar cuatro años para que vengan de nuevo a ofrecerle migajas. Rompa el círculo vicioso que tiene hundido a Veracruz y al país.
El voto de castigo es lo que más les duele y, le apuesto doble contra sencillo, es lo único que puede cambiar el estado de cosas.
Usted tiene la palabra.
jecesco@hotmail.com
www.deinterespublico.com
Astrolabio Político
Morena si roba, si mienten y si traicionan: Felipe Calderón
Por: Luis Ramírez Baqueiro
“Reflexiona cuidadosamente antes de actuar.” – Buda.
Tras ofrecer una conferencia de prensa en la Ciudad de México, Eva Felicitas Cadena Sandoval, destapa de nueva cuenta la caja de pandora, una caja, que en el fondo de la misma resguardaba aún muchos secretos e implicaciones, nombres como el de Rocio Nahle coordinadora de la bancada de Morena en San Lázaro o Amado Cruz Malpica coordinador de los legisladores a nivel local del mismo partido son tan solo algunos de los datos extraídos del fondo de la caja.
Por muchas razones el tema no es menor, pues, los demonios que brotaron, habrían de poner sobre el escrutinio nacional él como y de donde se logran financiar todos los partidos políticos durante sus campañas electorales.
El preconcebido recurso público –prerrogativa- de donde se supone saldría el dinero para cubrir las campañas resulta por mucho insuficiente, eso aparentemente, resulta ser el causal de que en todos los partidos se den acciones al margen de la norma con tal de alcanzar el triunfo según lo expresó la misma legisladora Cadena Sandoval.
Al aludir que en todos los partidos políticos están inmiscuidos en este mismo entramado, el asunto pone los ojos de alerta, y expresa muchas dudas dentro de la legislación democrática de México.
Pero en el caso del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) el mismo que representó, del cual fue hecha a un lado, tras haber sido designada candidata a la alcaldía de Las Choapas, a donde todos le dieron la espalda porque sienten que la virgen les habla y eso no les conviene.
Entrevistado por este reportero en exclusiva para el noticiero En Contacto de Avanoticias el ex presidente de México, Felipe Calderón -misma que puede ver en https://www.youtube.com/watch?v=FOFnmiOTYuI – afirmó “si, es que la verdad la vi y me sorprendió, son declaraciones muy fuertes las que hace la diputada Eva Cadena, yo la vi muy sentida, no me parece que este recurriendo al engaño que uno pudiera pensar, pero mire, hablando de ese lema de Morena que ellos dicen, no robar, no mentir, no traicionar”.
