Trasciende que Sara Ladrón de Guevara, parece más política que académica. Gusta de amenizar sus fiestas, la de familiares, amigos y funcionarios públicos, con los grupos artísticos de la UV. Tal vez por eso quiere reelegirse, para continuar su reinado lleno de gustos muy caros como sus valiosos automóviles, valuados en miles de pesos. Mientras los baños de los campus de todo el estado, según reporte, se están cayendo materialmente. Sara aparenta sencillez, por su vestuario, pero es tan pretenciosa y al parecer corrupta, como sus antecesores.
Estamos más que fritos los mexicanos. Resulta que se instaura la presidencia de México, para parejas. No hay más valor y conocimientos, que ellos sean jóvenes y ellas de la farándula. Para seguir la tradición, vamos, de los que se van. Por ello el senil de Carlos Salinas de Gortari, en burla para el pueblo, se atreve a ofrecer a su hijo Emilio y su esposa, para el próximo inquilino de la presidencia. Así o más aviesos estos sujetos? Que maldicion, ha caído en nuestro país! Lamentable