El regreso de José Yunes Zorrilla no extraña, pues es un animal político. Lo trae en la sangre, en su mente, su ser. Muchos años en ello, lo sufiente para haber sido candidato a la Gubernatura de Veracruz. Sin olvidar, de lo mas destacado de su trayectoria, su paso por el Senado. Muchos sectores sociales veracruzanos, se vieron beneficiados. En las elecciones pasadas, no fue favorecido por las circunstancias y un hecho histórico, de las votaciones más nutridas y el efecto domino de AMLO. Pero su figura, dentro de la clase política nacional, es reconocida. Su presencia enriquece, pues los veracruzanos reconocen al joven político, por sus maneras suaves y su trato humano. Se puede decir es un político de clase. Como algunos, de la llamada vieja guardia. Bienvenido Pepe! Hacer buena política, en beneficio de Veracruz, que hoy más que nunca lo necesita.
Enmoladas
Ricardo Ahued ha demostrado ser institucional. Respetuoso y conciliador. Congruente, la mayoría de las veces. El exitoso empresario, que ha logrado con mucho esfuerzo, trabajo, entrega crear un próspero negocio no sin el apoyo familiar. Tiene equilibrio y es congruente. Pone pasión a lo asignado. Ni fácil ni seguro. La política es así. Es hombre de retos y los asume. Ninguna otra posición, le quita el sueño. Su compromiso vital, es con la comunidad y tiene registro de logros en las cámaras. Ahued camina por las calles de Xalapa relajado, recibiendo infinidad de muestras de cariño de sus habitantes. Polémico, tiene los pies firmes sobre la tierra. Ha aprendido y asimilado mucho, de lo delicado y tortuoso que es la política.
Dicen que los mexicanos no tenemos memoria, pues si la tuviéramos no permitiríamos más a la élite de la clase gobernante nacional. Viene a cuento por el abanico de nombres , que se maneja para los candidatos a la alcaldía de Xalapa. Es increíble que se esté apostando a corruptos, ineptos y hasta estultos. No hay nombres ni caras nuevas, de ciudadanos – que existen- con verdadero interés de servicio. El afán pinta a una continuidad malévola, de extensión del poder y la riqueza. No son culpables ellos sino quienes olvidan. Un ejemplo, entre muchos, lo es Sergio Hernández Hernández, el diputado panista enriquecido a través del erario, dispuesto para el Congreso local. Y así sumariamos a varios más. MORENA nos acabó de hundir y parece que no entendemos.
Los veracruzanos estamos abatidos, por nuestra mala suerte. Solo nos ven como votos. Nos usan, roban y desechan. Desde Miguel Alemán a Cuitláhuac García sus partidos políticos, nos han obligado a vivir un infierno. Un estado con primeros lugares en desastres, desde lo económico hasta la violencia más cruel. Feminicidios, secuestros, desapariciones forzadas, empobrecimiento. El otrora estado más rico del país, hoy es de los más empobrecidos y recomendado- internacionalmente-para no visitarlo por su violencia. Alemán que se llevó unos millones para su empresa, Fidel que metió a los Z e impusó a Duarte, Javier y su corrupción extrema, Miguel Ángel y su abandono a la ciudadanía y el más nefasto por su arrogancia y estulticia, como lo es Cuitláhuac. En qué hemos fallado? Tal vez en no razonar el voto o sumirnos, en vez de sumarnos para frenar a esta clase política nacional aberrante y corrupta.
Por lo mismo que son enanos son soberbios, advierte el filósofo. El Peje no aterriza como presidente y por ello no se le puede nombrar así. Está alzado y su ejemplo cunde, en su disminuido gabinete donde nadie brilla. Tal vez porque el jefe no quiere que le roben, su supuesta luz. O es que no hay quien destaque, por sus méritos propios. Nunca habíamos visto tanta mediocridad. Mujeres y hombres de lo más gris. Ineptos, omisos, corruptos. La mayoría no tiene el perfil para el puesto y de ahí el fracaso. El servilismo es su sello. Se olvidan que los mandantes, son los contribuyentes y si las acciones de gobierno van en contra del bienestar común , serán responsables. Su alfil el lacayuno Gatell, destaca por su gran error en el manejo de la pandemia. Llevamos 90 mil. El sujeto sonríe de manera estúpida, a la alabanza de su patrón que le ordena mienta ante el desastre. Se muestra orgulloso, ante el dolor inmenso de los deudos de miles de mexicanos, víctimas del Covid. El que al cielo escupe, a la cara le cae.
Tal vez las circunstancias, no le permitieron a José Yunes Zorrilla llegar a la Gubernatura de Veracruz. Todo ese capital político, producto de años de esfuerzo y entrega a lo que para él es una vocación. Tal vez fue la traición, el mal manejo de estrategia, la confianza, el descontento acumulado o cualquier otra razón. Era por mucho, el mejor de la terna. Educación, preparación, cultura, trayectoria exitosa en la función pública. Esa convicción, compromiso, deseo de cumplir a sus representados que le llevó a bajar recursos económicos importantes desde el Senado. Los destinó con transparencia, a diferentes sectores productivos del estado. Su trato cordial, amable, sincero con la población en general, que le da expresiones de afecto reales cuando transita por por el estado. 500 mil votos firmes, pensados, valiosos. Si Pepe hubiese sido, otro cantar se escucharía en Veracruz, hoy azotado por tantas plagas. La más cruel y lastimosa, un gobierno inepto, omiso, soberbio que tiene a la población en hartazgo. El joven y brillante economista, es un animal político. Disfruta mucho la convivencia, con importantes integrantes de toda índole de la sociedad veracruzana que le buscan. Hoy, ahora, en éste momento.