Los temblores de hoy pusieron a temblar a todos en el centro del país. Es una zona sísmica de origen. Los gobiernos no pusieron cuidado y el Distrito Federal se llenó de pesados edificios y cientos de miles que transitan diariamente por el lugar. Quienes vivimos el terremoto del 85 jamás olvidaremos. Miles de muertos, desaparecidos, heridos. Una mañana gris llena de humo y polvo de los escombros. Se derrumbaron las construcciones, como una torre de fichas de domino. Escalofriante los lamentos y gritos de los que sucumbieron. Ninguna narrativa logra el registro preciso de la tragedia, pues muchos datos quedaron enterrados y el gobierno en turno destruyó unos más. Lo que se demostró es que si se hubiera actuado con precisión, cómo se debería, no hubiese sido tan dramático. Los héroes de la jornada fueron los ciudadanos que ayudaron con todo. Hombro a hombro con autoridades de seguridad y salud. Esa fue la acción ejemplar del pueblo unido, que jamás será vencido. En paz descansen las víctimas.
