Era octubre de 2007, el sábado 13 para ser más precisos, un sábado muy soleado, aún lo recuerdo, cuando una turba de unas doscientas personas derribó la estatua del expresidente Vicente Fox que sería inaugurada al día siguiente en el municipio de Boca del Río.
El entonces alcalde panista Francisco Gutiérrez de Velasco la había mandado a colocar en el bulevar que lleva el nombre de Fox. Al derribo lo precedió una lluvia de jitomatazos y huevazos contra la mole de concreto.
Como autor directo del atentado se acusó al entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán y como coautores al Subsecretario de Ingresos Salvador Manzur, además de los diputados federales Adolfo Mota Hernández y Gerardo Lagunes Gallina, así como al local Raúl Zarrabal Ferat. Presente en el derribamiento estuvo otro legislador, Robinson Uscanga, de Convergencia.
¡Crash! Luego de que los vándalos lazaron la estatua y la jalaron, al golpazo al estrellarse contra el suelo la estatua perdió la mano derecha que hacía la “V” de la victoria. El resto fue arrastrado varios metros. Algunos salvajes todavía bailaron sobre la estatua, la patearon y la escupieron.
En aquel tiempo, Fox, quien tenía once meses de haber entregado la Presidencia, era investigado por diputados federales por presunto enriquecimiento inexplicable. De ahí que los vándalos gritaran: “¡Un ratero no merece una estatua! ¡Fox no merece ni recordarlo! ¡Los panistas no son dueños del municipio!”
La dirigencia estatal del PAN también responsabilizó a Fidel y en un comunicado lo acusó de “ingrato y desmemoriado” pues en octubre de 2006, a punto de concluir su mandato Fox, había declarado que había logrado el apoyo de su gobierno para “bajar” 32 mil millones de pesos en inversiones productivas, presumía que el panista había visitado el Estado en 29 ocasiones y que: “los vamos a extrañar… ha sido un gran aliado del desarrollo de la entidad… yo creo que soy su amigo”.
En efecto, Fox no sólo había visitado la entidad como pocos presidentes, sino que en una de sus tantas visitas, durante una comida privada en un exclusivo restaurante de mariscos casi a orilla del mar en Boca del Río, le había dicho ante quienes estaban en la mesa, Martha Sahagún incluida, que lástima que era del PRI si no lo hacía su Secretario de Gobernación.
De aquel incidente, finalmente al día siguiente, el domingo 14 de octubre de 2007, diputados federales y locales, alcaldes y los dirigentes estatales del PAN encabezados por Víctor Alejandro “Pipo” Vázquez Cuevas, levantaron la estatua, la colocaron en su pedestal original y aún sin la mano la inauguraron develándola.
En esa ceremonia estuvieron los alcaldes de Veracruz y Boca del Río entonces, Julen Rementería del Puerto y Francisco Gutiérrez de Velasco, el entonces Director General del ISSSTE Miguel Ángel Yunes Linares, el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria, Fernando Santamaría Prieto, Enrique Cambranis Torres y el jovencito Miguel Ángel Yunes Márquez.
Cómo cambiaron las cosas. Hoy los panistas no sólo son prácticamente los dueños del municipio de Boca del Río sino que tienen en su poder el Gobierno del Estado, Fidel está en el ostracismo político y la estrella del resto de sus presuntos cómplices o está apagada o alumbra muy débil en el escenario político.
Son las clásicas vueltas de la rueda de la fortuna… política. Un día estás arriba, otro, abajo, cosa de la que los políticos cuando están en la plenitud del “pinche poder” se olvidan.
Pero he traído a colación la historia porque el panismo, casi once años después, le ha dado con guante blanco al priismo. Y vaya de qué forma.
Resulta que el paso del tiempo y el norte violento que azotó la costa veracruzana el pasado 29 de enero derribaron la estatua del expresidente Miguel Alemán Valdés, hoy bastante olvidado por la clase política veracruzana no obstante que fue un personaje relevante en la vida política del país y del Estado.
Cosa de recordar que, entre otras cosas, dirigió la campaña presidencial del general Lázaro Cárdenas en Veracruz en 1933 y encabezó el bloque de gobernadores del país que avalaron la Expropiación Petrolera en 1938. Esa cercanía con Cárdenas le permitió ser gobernador de Veracruz en 1936. Años más tarde, el también general Manuel Ávila Camacho lo sacó de la gubernatura para que le dirigiera su campaña presidencial y luego lo hizo Secretario de Gobernación. Llegaría a ser Presidente de México.
Fueron, pues, circunstancias totalmente ajenas a las del derrumbe de la estatua de Vicente Fox las que causaron la caída de la de Alemán Valdés, igual, en el municipio de Boca del Río y por azares del destino gobernado de nuevo por un panista, así como en la avenida con el nombre del expresidente que en 1946, recién nombrado candidato presidencial, junto con el presidente Ávila Camacho, impulsó el cambio de nombre del Partido de la Revolución Mexicana al del Partido Revolucionario Institucional.
Pero el panismo ahora en el poder tanto en el municipio como en el Estado, en lugar de mandar a demoler la estatua de Alemán Valdés, se apresuró a recogerla y ponerla en manos de expertos para que la restauraran y la dejaran como nueva. No se pudo. El dictamen técnico fue que el material ya está muy erosionado por el paso del tiempo.
No hubo, como en 2007 durante el fidelismo, ni baile de una turba panista sobre la estatua caída, ni vándalos blanquiazules lanzando jitomatazos, ni huevazos, ni escupitajos, ni patadas, ni gritos de insultos contra la figura del expresidente Alemán. Nada de eso.
La información que posee “Prosa aprisa” es que el alcalde de Boca del Río Humberto Alonso Morelli con todo el apoyo del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares ¡mandó a construir una nueva! con la que repondrán la que se cayó, y en una de esas mandan a reconstruir o hermosear el sitio donde está la base.
Con otra más: se sabe que también tienen contemplado invitar al exgobernador Miguel Alemán Velasco para que sea quien devele la placa inaugural y sólo esperan que para cuando esté lista la obra su estado de salud le permita venir.
¿Qué rayos pasa? Todo en plena guerra electoral cuando se supone que los históricos adversarios o enemigos políticos el PAN y el PRI se debieran estar dando con todo y sin límite de tiempo y hubieran aprovechado la ocasión para, el panismo, haber vandalizado la estatua del creador del priismo (el fundador de su antecedente el PNR fue Plutarco Elías Calles), pero ya narro lo que está pasando.
El lunes pasado comenté cómo el presidente Peña Nieto, priista, está apoyando sin reservas al gobernador Yunes Linares, panista, y ahora vemos otro signo de la buena relación entre Miguel Ángel y el alemanismo, como lo demuestra la reposición de la estatua del expresidente Alemán.
En columnas pasadas he recordado que siendo Secretario de Gobierno, el actual gobernante del Estado hostigó tanto al licenciado Miguel Alemán Velasco como a don Fernando Gutiérrez Barrios. Tal vez por el priista que lleva dentro, tal vez porque verdaderamente ha madurado con el paso del tiempo, tal vez por interés personal y político y pensando en el futuro de sus hijos, otra cosa que se sabe es que Yunes Linares buscó personalmente a Alemán Velasco para hacer las pases con él y hoy se le ha presentado la ocasión para demostrárselo con hechos: exaltando la figura de su padre.
Me atrevo a pensar que si don Fernando viviera hubiera hecho lo mismo con él, y algo que me llama la atención es que en Boca del Río para nada se ha intentado mover el nombre del teatro Fernando Gutiérrez Barrios.
Por el rumbo que están tomando las cosas con el gobernador Yunes Linares con respecto al priismo y a personajes priistas, nada raro será que el apoyo que está recibiendo del Gobierno federal se traduzca, por ejemplo, en el apoyo también del alemanismo hacia la administración estatal y en especial a la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Anótelo usted porque me atrevo a afirmar que así será.
Chocholazo de Yunes Linares a Peña Nieto
El martes, un detalle que pasó inadvertido fue el chocholazo que le tiró el gobernador Yunes a Peña Nieto durante el inicio del libramiento Antón Lizardo. Copio del boletín oficial de la SCT dos párrafos:
“Por su parte, el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, reconoció el compromiso y apoyo del presidente Enrique Peña Nieto con los veracruzanos para que la entidad retome el camino del crecimiento y del desarrollo económico.
Prueba de ello, agregó, son las obras que se realizan en todo el estado; la realizan empresas veracruzanas que utilizan mano de obra de la entidad, lo que reactiva la economía de la entidad”. Lógicamente, lo dijo ante el titular de la SCT Gerardo Ruiz Esparza y el Secretario de Marina, Vidal Francisco Soberán Sanz, para que sobre todo el primero fuera a contárselo a ya saben quien.
Morena, ja ja ja, definirá candidato a Gobernador
Es una verdadera vacilada el primer párrafo del boletín de Morena, de ayer miércoles: “El Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) llevará a cabo el próximo domingo a las 10 de la mañana, la definición de candidato a gobernador a través de la Asamblea Estatal Electoral, a la que asistirán delegados estatales electos, diputados locales y alcaldes en funciones”. ¡Pues si ya el “dedito” de López Obrador decidió desde el año pasado que sea Cuitláhuac! En el PRI tienen su “dedazo”. En Morena, su “dedito”. Democracia pura, pues.