Toda nación que desee prosperar debe contemplar entre sus prioridades el tema de la educación. México no ha sido la excepción, el tema siempre surge en las campañas, los cambios a este sector suelen generar debates y más de uno considera que puede opinar al respecto aún sin tener conocimientos básicos de aprendizaje.
Ahí es donde comienza uno de los principales problemas respecto a la educación en México, en más de una ocasión quienes legislan sobre este rubro o generan propuestas son las personas que menos se han involucrado en la práctica pedagógica, son aquellos que quizás mucho han estudiado sobre tendencias internacionales, pero poco han revisado sobre el estado actual de las aulas en el país.
El problema que ha surgido a lo largo de la historia con las múltiples reformas educativas es la falta de conocimiento del entorno, han presentado modernas propuestas en las que todo el contenido llegaría de forma digital, pero olvidaron que existían comunidades donde ni siquiera había llegado el cableado de luz. Intentaron presentar aprendizajes por competencias sin considerar las condiciones en las que los niños pretendían competir.
Posteriormente llegó el turno de juzgar a los maestros, ellos eran los responsables de una mejor educación y pareció buena idea evaluar a diestra y siniestra el trabajo de cada educador, sin importar las diferencias que cada región traía consigo o si las propuestas de antaño eran adecuadas al momento de su ejecución.
Ahora llegó el turno de un nuevo gobierno y de toda la propuesta planteada la gente conservó en la memoria una frase: “Se vale y se debe copiar”. No tengo duda de que Esteban Moctezuma sabe de Educación, él es de los que ha visto de manera directa cómo el conocimiento transforma vidas, en su experiencia al frente de Fundación Azteca pudo vislumbrar cómo la vida de muchos niños y jóvenes mejoraba gracias a las oportunidades brindadas, por ello creo en su propuesta de trabajo en equipo.
Sin embargo en el ámbito educativo vamos tarde, mientras que en países como Finlandia uno de los pilares de la educación es personalizar el conocimiento, aquí apenas estamos pensando en el trabajo colaborativo, que también es básico para lograr un mejor desarrollo. El problema de las declaraciones de Esteban Moctezuma es la interpretación, copiar no es sinónimo de trabajo en equipo, tampoco lo es el hacer las cosas por alguien más y el futuro de la educación no está en dejar de lado los esfuerzos individuales.
El verdadero trabajo en equipo busca hacer más equitativa la participación, lograr que aquellos que destacan pongan sus habilidades al servicio de quienes requieren mayor apoyo para incentivarlos a generar también esos aprendizajes. Las nuevas propuestas educativas deberán tener sus bases en la observación actual de nuestras aulas, consultar a quienes día con día se desgastan frente a grupo y retomar lo que ellos han experimentado.
Hay muchas personas preparadas en lo administrativo pero su conocimiento requiere ir de la mano con quienes viven la educación de nuestros niños y jóvenes, la teoría nunca debe separarse de la práctica y quizás después podamos decir que copiar no será necesario, porque cada niño será capaz de generar aprendizajes, no sentirá la evaluación como un proceso de angustia, sino como una etapa que le permitirá seguir creciendo.
Los enfoques pueden parecer otros, pero hasta el momento seguimos sin considerar lo más importante la realidad de nuestras aulas, partamos desde un estudio vivencial de cómo estamos y entonces generemos nuevas propuestas de lo que realmente sería una reforma educativa.