En 1974 se concretó el propósito de señalar un día que pusiera en el centro del interés mundial al Medio Ambiente. Así, el día 5 de junio quedó señalado en el calendario como el Día Mundial del Medio Ambiente, por la Organización de las Naciones Unidas,.
Esta es una ocasión propicia para poner de relieve lo mucho que dependemos de la naturaleza y la salud de nuestro planeta. La calidad del agua que bebemos, de los alimentos que ingerimos y del aire que respiramos ya que depende de cada uno de nosotros
la protección del mundo natural. Sin embargo, las amenazas para el medio ambiente derivadas de la actividad humana, son mayores por varios factores, entre ellos por el abuso de combustibles fósiles que provocan el calentamiento de la Tierra, así como la emisión de Gases Efecto Invernadero (GEI por sus siglas español). A la fecha se han perdido especies animales y un millón más están en peligro de extinguirse. Por otro lado, ríos y océanos se secan o disminuyen su afluencia drásticamente perdiendo sus propios recursos. La verdad es que cada día se agrava la amenaza de la extinción de vida en la tierra y esto ha encendido las luces amarillas (por no decir los focos rojos), de los responsables de tomar las medidas adecuadas para bajarle tres rayitas a la problemática, pues se estima que 7 millones de personas en el mundo mueren al año por falta de calidad del aire.
Desde la primera Cumbre mundial con el tema del medio ambiente, se realizó la primera Conferencia sobre el tema de Medio Ambiente Humano, en Estocolmo, ambas en el año 1974. Los objetivos centrales: Incentivar la toma de conciencia del medio ambiente y promover globalmente acciones en su defensa.
La industria, el ritmo de vida que hemos adoptado, los avances tecnológicos que hacen nuestra vida más confortable e informada, la permisividad de gobiernos ante atropellos al medio ambiente como desalojo de drenajes a cielo abierto, a ríos y mares, tala indiscriminada de árboles y la emisión de Gases con Efecto Invernadero (GEI, por sus siglas) que es una de las principales causas del cambio climático y del calentamiento global. Todas amenazan nuestra calidad de vida y existencia. La situación ya no da para más y somos las sociedades quienes tenemos que elevar nuestra exigencia a que los gobiernos, en todos sus niveles, tomen las medidas necesarias con carácter de urgente y nosotros, cooperar. Este no sólo debe ser tema de un día señalado en el calendario.
Se requiere con urgencia del involucramiento de los miembros de la familia. Inducir a acciones sencillas y permanentes a todos los integrantes de la familia, comenzando por los niños de párvulos. Ellos son una potencial fuerza para ayudar a los mayores de casa a cambiar hábitos. Los padres son los primeros interesados en la defensa de la salud ambiental por lo que deben hacer un uso racional del agua como: Abrir al mínimo las llaves de suministro; cambiar los empaques averiados de la caja de agua del sanitario; cambiar el tanque de los sanitarios a los de menor consumo; mientras se baña, cerrar la llave durante el enjabonado; lavarse los dientes utilizando un vaso con agua; para lavar, usar la menor cantidad de jabón o detergente y que este sea biodegradable; separar los deshechos de casa (cartón, latas, frascos, etc.) que hasta se pueden comercializar.
…Y otras medidas que de seguro a usted se le ocurrirán (tengo fe). Nos debe quedar claro que, para proteger a la especie humana, a la fauna, a los árboles, plantas y flores, a las piedras del camino y los minerales; es decir, a la Tierra, nuestro hogar, y todo lo creado, ¡no hemos de resignarnos a los fatales pronósticos, porque la resignación es absolutamente infecunda! xalapaflorida@hotmail.com