Por enésima vez, el fin de semana vi de nuevo la saga de la película El Padrino, que nunca se cansa uno de ver. En El Padrino III, Michael Corleone dice a su sobrino Vincent Mancini, quien había salido igual que su padre Sonny Corleone de impetuoso (era su hijo ilegítimo): “Nunca odies a tus enemigos, afecta tu juicio (o tu razón)”.
Este domingo, en una fecha de un gran simbolismo para los mexicanos, el Día de Muertos, con raíces prehispánicas, en conjunción con el Día de los Fieles Difuntos que conmemora la Iglesia Católica, el país amaneció de luto, muy lastimado y dolido por el crimen del presidente municipal de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, a manos de la delincuencia organizada, muerte que provocó un grito unánime contra el gobierno de Claudia Sheinbaum: ¡Ya basta!
El país vive días, semanas, sumido en la angustia, lo mismo por la incontenible inseguridad, que tiene totalmente rebasado al gobierno, que por problemas agravados por la incompetencia oficial, incluso a veces por su indolencia manifestada en su falta de solidaridad, y a los responsables tratando de crear la imagen de que son las víctimas o los damnificados para tratar de eludir su responsabilidad. Veracruz no es ajeno a ello.
Por el grado al que llegaron las cosas (hoy muchos no se acuerdan que Andrés Manuel López Obrador contribuyó a agravar la situación con su política de abrazos no balazos, con lo que blindó con impunidad a los criminales que ya tienen tomado gran parte del país), hoy el gobierno no puede ni podrá resolver solo el problema; forzosa y necesariamente requiere de la población civil y de todos los actores de la vida pública; de la unidad nacional, pues.
Pero la unidad no se va a lograr si el gobierno, lo mismo federal que estatal, ve a sus adversarios políticos, a las voces disidentes y críticas, a los mexicanos que no piensan igual que ellos, como enemigos y no como ciudadanos que piensan libremente, que tienen su propio criterio, que no se dejan manipular y que ya están grandecitos de edad como para dejarse engañar por la mentira que se dice, lo mismo en la “mañanera del pueblo” que en su versión local dicha desde el palacio de gobierno todos los lunes.
No sé si alguna vez la gobernadora Rocío Nahle vio la trilogía de las películas El Padrino, si lo hizo, hace qué tiempo, no sé si la ha vuelto a ver ahora en plena madurez, pero, además, ya con poder, cuando tiene otra visión de las cosas. Tiene mucho que enseñar para las gentes del poder, e incluso en la misma película se compara a la mafia con los políticos en su manera de actuar. Rocío tiene una virtud: hacer enemigos, o la de creer que sus adversarios políticos necesariamente son sus enemigos y no sus competidores. Como todo político, tiene enemigos reales y enemigos imaginarios, aunque, peor para ella, tiene otro enemigo más peligroso: ella misma; es su peor enemiga.
Odiar a sus enemigos, reales o ficticios, nubla su juicio, su razón, y la lleva a mentir y, más preocupante, a creer en sus mentiras; a emitir opiniones, juicios temerarios que caen en el terreno del delito. Creo que cree que porque tiene poder (ella tiene poder político y económico, dupla que la hace más peligrosa) también es dueña de la verdad y que lo que dice, necesariamente es, solo porque ella lo dice.
La acusación, temeraria con Del Río Virgen
El pasado 28 de octubre, en entrevista con Alejandro Páez y Álvaro Delgado, en el programa “Los Periodistas”, que se transmite a través del canal de YouTube del periódico digital SinEmbargo Al Aire, le mencionaron la posibilidad de que José Manuel del Río Virgen pueda ocupar un cargo en la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Del Río es actualmente, en la práctica, el auditor de la ASF, el auditor de auditores pues (titular de la Dirección de Control Interno y Evaluación Técnica de la ASF).
Cordobés por nacimiento, avecindado en Papantla, exalcalde de Tecolutla, dos veces diputado federal (en sus inicios tuvo todo el apoyo e impulso de Fidel Herrera Beltrán, con quien alguna vez vivió en el mismo departamento mientras estudiaban en París), senador suplente por Movimiento Ciudadano (partido del que fue fundador), secretario técnico de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, miembro activo del Colegio Nacional de Economistas y de la Academia de Mercado de Dinero y Capitales del IPN, instituto que le otorgó la medalla de oro Lázaro Cárdenas por su excelencia en el estudio, maestro y doctor en Ciencias Administrativas y Ciencias de la Administración y la Educación, respectivamente, entre otras cosas, fue detenido, en forma sorpresiva, el 22 de diciembre de 2021.
En un acto de venganza fraguado por el entonces secretario de Gobierno, Eric Cisneros, con el aval del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, contra el entonces líder del senado, Ricardo Monreal, lo detuvieron porque era una forma de golpearlo ya que Del Río era su hombre más cercano. Monreal los había exhibido cuando con pruebas demostró que habían encarcelado en forma arbitraria a un grupo de jóvenes y tras una lucha legal logró su liberación (sus familiares habían acudido a pedirle su ayuda).
Policías ministeriales lo detuvieron acusado de una presunta participación en el homicidio del entonces candidato a la alcaldía de Cazones, René Tovar Tovar, de su mismo partido, MC. El resto de la historia es conocido. La Fiscalía del Estado nunca presentó pruebas incriminatorias y en cinco instancias legales de la Federación declararon inocente a Del Río, lo ampararon, ordenaron su liberación, y pese a todo eso, cada vez, por órdenes desde el palacio de gobierno, trataban de inventarle nuevos delitos para mantenerlo recluido, hasta que no pudieron más.
No obstante haberse ventilado a la luz pública todo lo anteriormente narrado, ese martes 28 de octubre, cuando le mencionaron a Nahle la posibilidad que Del Río Virgen pudieran llegar a la ASF, respondió, monda y lironda: “¿Cómo va a ser si estuvo en la cárcel por vínculos con la delincuencia organizada? Parto de ahí”. No se aguantó y sacó a relucir el conflicto electoral en Papantla y Poza Rica, donde MC ganó las elecciones municipales, pero luego maniobraron en el OPLE, en el TEV y en el mismo TEPJF para revertir los triunfos y dárselos a Morena, o sea, a ella, la defensora personal.
Miente porque a Del Río nunca lo detuvieron acusado de tener vínculo con algún grupo delincuencial. En un tribunal no tendría forma de presentar una sola prueba. Revictimiza –cada vez que puede– al cordobés-papanteco y cae en un delito. Que el columnista sepa, José Manuel no la considera su enemiga (es un político profesional, con mucha madurez), quedó dolido con Cuitláhuac y Eric por la arbitrariedad que cometieron con él, pero no lo animan deseos de venganza. Pero Nahle lo convirtió y lo considera su enemigo, y lo odia, lo que le afecta la razón, su juicio (pero, además, se arroga facultades que solo le corresponden a la presidenta Sheinbaum, como decidir quién va a ir en febrero a la ASF).
Especulo dos posibles causas, o tres
¿Por qué lo convirtió y lo considera su enemigo? Solo ella lo sabe. Del Río debe tener una posible explicación. Cabe especular en dos posibilidades: porque se opuso al fraude al candidato de su partido en Papantla, a lo que tenía derecho, o porque Rocío sabe que como auditor de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) tuvo acceso y debe tener en sus manos (eso creo) toda la documentación de la construcción de la refinería de Dos Bocas, en donde no debe salir bien librada y eso le preocuparía y por eso busca descalificarlo a toda costa por si algún día José Manuel abre la boca, para buscar, de antemano, que no le crean.
Pero todavía creo que, más doloroso que si le pusieran un clavo ardiente en la mano, es que le mencionen que Del Río puede llegar a la ASF, porque entonces tendría al alcance de su mano toda la información, completa, de Dos Bocas, con lo que podría actuar, si no contra ella, sí contra sus allegados, protegidos, compadres o socios que hubieran cometido alguna anomalía.
Entiendo que Del Río es un hombre del sistema, aunque milite en la oposición, y que su cercanía con Ricardo Monreal lo ata para querer irse por la libre, esto es, por el acceso que tiene a información privilegiada debe ser una tumba para no causarle inestabilidad y problemas a la presidenta Sheinbaum. Me imagino que por eso actúa con prudencia y aguanta vara, lo que no significa que no pueda defenderse. Creería que más bien no quiere hacerlo… por ahora.
Pero el veracruzano puede llegar cualquier día al Senado, con más libertad para decir y actuar, o bien abandonar para siempre el servicio público y político y poder hacer ya lo que quiera, incluso filtrar la información comprometedora que debe tener en sus manos, con sus respectivas copias de seguridad por si algo le llegara a pasar, no solo contra Rocío y Cuitláhuac García Jiménez, sino contra todo auditable que haya sido o sea, incluyendo Eric Cisneros, por supuesto.
Pero en Veracruz, estando las cosas como están, se siembran vientos que necesariamente fructificarán tempestades. Y no se advierte la menor señal de cambio alguno.