Cuando el presente no le funciona a la derecha, recurren a pasado donde vivieron plácidamente al cobijo de la represión y la corrupción.
Desde que llega Morena al poder ha mostrado al pueblo de México, la condición real en la que dejaron los gobiernos anteriores el país. Para lo cual se recurre al pasado como una explicación de la situación del presente.
Los meses pasaron y la oposición, instalada en su mayoría en la derecha, pidió a los gobiernos de Morena que no recurrieran al pasado para justificar su “ineficacia”.
Los conservadores no se adaptan al presente porque no encuentran en lo que existe hoy, una manera cómoda de hacer “política”.
A pesar de esta recomendación los opositores echan mano del pasado, pero no sólo como evocación de lo sucedido hace años, sino que encuentran en sus líderes de antaño a sus mejores oradores y líderes de hoy para apoyarlos. Pero, sobre todo, utilizan su voz como un fuero que los libra de la cárcel.
El pasado que garantizaba impunidad a los corruptos y seguridad laboral a los malos funcionarios es el insumo principal de su teoría y práctica política, porque no tienen más recurso que usar la nostalgia como principal libro de consulta para sobrevivir en un mundo que desconocen.
A pesar de que había un pacto no escrito de guardar silencio, los ex presidentes de la república del PAN, parecieran que les pagan por aparecer en los medios y todos los días tienen algo que decir, aunque nada signifique para su causa.
Los medios, correspondiendo a la victoria de viejas batallas que libraron juntos con la derecha, le otorgan espacios privilegiados. De tal manera que no hay día que no amanezcamos con una declaración de Fox o de Calderón, por lo regular innecesarias.
Desde hace unos meses se sumó a este vicio del protagonismo inútil nada menos que uno de los más mediocres presidentes de México, Ernesto Zedillo, sus declaraciones llenas de resentimiento y críticas sin sentido, carente de bases históricas y sin sustento alguno.
Esta vez, volvió de ultratumba para criticar a “los populistas que se dedican a dinamitar las bases de la democracia”. Es decir, democracia es donde ellos mal gobernaron al país robando y haciéndose ricos, lo demás es dictadura.
Zedillo participó el Foro La Toja, que se realiza en Galicia, España, nido de ratas de algunos miembros del PRIAN, en un diálogo con el ex presidente español conservador Mariano Rajoy bajo el título “Instituciones y Democracia”.
Lo primero que debería explicar Zedillo, es su residencia en ese país, uno de los pocos donde no hay tratado de extradición. Algo que cometieron que no quieren que se castigue. Y no fue poco.
El PAN en México, a través de su líder nacional Jorge Romero, –señalado por el líder del cártel inmobiliario, donde ha muerto gente por culpa de la ambición de sus integrantes blanquiazules–, culpa a López Obrador de problemas del presente.
López Obrador, es más evocado por la oposición que por los funcionarios de Morena y a eso se le llama ser una leyenda.
Se ha convertido en un referente del odio y el resentimiento, ante la imposibilidad de derribar la figura de la actual presidenta que cuenta con el 79 por ciento de la aprobación de la sociedad.
Ahora, hasta las inundaciones, por motivo de las intensas lluvias son responsabilidad del partido en el poder, cuando ha habido problemas similares en todas partes del mundo, pero quieren encontrar en el pasado una salida que justifique su presencia política en el futuro, donde están a punto de ser expulsados por el pueblo.
Felipe Calderón pasó de ser un ex presidente espurio, a un simple vocero de chismes del pasado donde se culpa ahora al gobierno actual de conducirnos a la situación que vive Nicaragua, Venezuela o Cuba, por el simple hecho de reformar al Poder Judicial.
Los espacios que tienen los medios conservadores para buscar golpear al gobierno de México son muy sencillos, invitan a un foro sobre algún tema nuevo, donde estén presentes Zedillo, Fox, Calderón o cualquier otro representante del pasado político fascista de México, lo demás es tarea de los medios que tienen su propio resentimiento.
Las conferencias que antes no pasaban de ser simples coloquios para estudiantes trasnochados, ahora se convierten en una tribuna mundial para darle voz a las críticas al actual gobierno de México.
La derecha ha sido derrota en América Latina y buena parte del mundo, los pocos países que sobreviven en el conservadurismo más rancio son producto de un golpe de estado o un fraude electoral. Es en esos gobiernos espurios donde ahora Trump quiere instalar bases militares como es el caso de Argentina, Perú y Ecuador para amedrentar regímenes constitucionales y democráticos.
La derecha quiere el poder para regalarlo y llevarse una propina, como siempre lo han hecho.
Paralelamente a estas advertencias apocalípticas de los ex presidentes de México, los medios tratan de ocultar cualquier tipo de avance económico, político, cultural y social de nuestro país. Esas informaciones, cuando existen se leen en rincones apartados de los medios y sin llamar la atención.
El pasado debe estudiarse, no colocarse en el presente para tratar de que regresen quienes todavía piensan, en contra de la evolución de la especie que todo tiempo pasado fue mejor.
Ante esta oleada de críticas no sólo quieren desgastar aparentemente al gobierno actual sino ser considerados sus críticos, lo cual les otorga la calidad de disidentes y la probable persecución por sus delitos, que fueron muchos, quieren reducirlos a la inconformidad con el régimen, y automáticamente se convierten en perseguidos políticos y dejan de ser delincuentes comunes.
PEGA Y CORRE.- Hay personas que quieren violencia para demostrar que existe un estado fallido en México, y la marcha que conmemora la matanza de Tlatelolco, por quienes repudian la violencia, fue pretexto para agresiones, robos, saqueos y actos cavernícolas, que sólo la derecha puede protagonizar, sobre todo con un lamentable saldo de tres muertos quemados por los integrantes del bloque negro…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.