Pareció, al menos al columnista le pareció, que en el Gobierno del Estado por fin tomaron la decisión de, mutatis mutandis, cambiar lo que tengan que cambiar para enderezar el rumbo, sin dejar de reconocer que han cometido errores y asumirlo, pero sin desgastar más la figura de la gobernadora Rocío Nahle. No es fácil, pero si es que acaso esa fue la intención, fue una decisión valiente y acertada.
Para abrir la semana, contrario a como había venido haciendo todos los lunes, la señora pausó (para usar ese verbo que puso de moda AMLO en la relación con España) sus conferencias de prensa, se limitó a dar una declaración en la radio, dejó que la Fiscal General del Estado, Verónica Hernández Giadáns, saliera a ofrecer su propia conferencia para informar sobre temas espinosos de violencia en el norte del estado, y difundió en las redes una foto de una reunión con su hombre fuerte en el Congreso local, diputado Esteban Bautista Hernández. Impecable.
Rocío necesitaba ese respiro. El lunes apuntaba a preguntas siempre inquietantes de mis compañeras y compañeros reporteros (cómo le hace daño un payaso que asiste a sus conferencias disfrazado de periodista para quemarle incienso), como, por ejemplo, sobre el duelo, a navajazo limpio, entre el dirigente estatal de Morena, su protegido Esteban Ramírez Zepeta, y el senador y exdirigente estatal, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, convertido ya en un verdadero peleador callejero, autocrítico, crítico y opositor dentro de su propio partido. Nahle se alejó de los reflectores y no se metió entre las patas de los caballos, mientras, seguramente, decide qué decisión tomará sobre el asunto.
A la radio dijo que es alta la afluencia turística al estado durante el verano, dio un somero repaso al tema del arranque de obras y habló sobre el tema educativo (libros, pupitres, pizarrones, pintura y material de mantenimiento), adelantó que la Fiscal informaría sobre el tema de seguridad y destacó la rehabilitación integral del Palacio de Gobierno (la verdad, luce bastante bien).
En lo que respecta a ella, dijo que: “Dentro de las actividades del día de hoy, me reuní con el diputado Esteban Bautista, presidente de la Jucopo, con quien revisamos parte de la agenda legislativa que nos ayudará en el buen desarrollo en el estado. Siempre es un gusto saludar a mi paisano del sur y compañero de causas justas”. Acompañó el texto con una foto en donde se les ve sonriente (para quienes habían venido despidiendo del cargo al Profe Esteban, el hecho les ha de haber caído como balde de agua helada).
La fiscal Hernández Giadáns entró entonces en escena y ejecutó la partitura que le tocaba, y lo hizo con solvencia. Para no darle vueltas al asunto, corrigió la versión de la gobernadora de que la maestra-taxista Irma Hernández Cruz había muerto a causa de un infarto, “les guste o no les guste”. “La víctima –precisó Verónica– falleció a consecuencia de agresión, tortura y violencia ejercida durante su cautiverio que inició el 18 de julio”. Se trató, me confirmaron funcionarios judiciales que hablaron conmigo, de un secuestro agravado, por lo tanto, de un homicidio. En la conferencia se utilizó, sin tapujo, la palabra a la que más temían: tortura. No se sabe de alguien que haya resistido las torturas de estas bestias humanas encarnadas en delincuentes organizados. La maestra-taxista murió torturada.
Creo que en forma apresurada, en un intento de restarle más notoriedad al hecho de violencia e inseguridad que priva en el norte y que daña la imagen de su gobierno, Nahle, con el simple dicho de un legista, prácticamente a botepronto, sin esperar un estudio serio, salió a dar su versión, que causó un verdadero escándalo nacional con repercusiones en el extranjero, y motivó que le cayera encima un diluvio de críticas y expresiones de repudio, cuyos ecos todavía no acaban de apagarse. Sus críticos, y no hay cómo evitarlo por la autoridad en su materia que tiene la Fiscal, dirán que Verónica la desmintió y, en los hechos, así fue, o por lo menos la corrigió. Le enmendó la plana, dirán quienes desean que tropiece.
Sin duda, la Fiscal informó previamente a la gobernadora del avance en la investigación del caso y la puso al tanto del resultado de la necropsia. Ahí es donde pienso que Rocío asumió las consecuencias de su error sin hacerlo público y le autorizó que saliera a decir las cosas tal cual sucedieron, lo que automáticamente equivalía a un desmentido. Por eso hablo de una decisión valiente, que en el corto, mediano y largo plazo le dará buenos dividendos si aprovecha lo que ella misma calificó de un “tropezón” (“se aprende más de los tropezones”, expresó sobre las derrotas de su partido en la pasada elección municipal).
Rocío empezaba a cometer el mismo error de su antecesor Cuitláhuac García Jiménez, quien se asumía como fiscal y hasta como juez y acusaba y condenaba y revictimizara a inocentes, y cuando no, aparecía como vocero de la Fiscalía a informar sobre lo que no sabía bien y no tenía competencia. Digo que Rocío empezaba, porque creo que en adelante será cuidadosa y no repetirá el error de meterse en temas escabrosos que no le corresponden y que le pueden dejar serias consecuencias. El reparo ha sido a tiempo porque le falta mucho trecho por recorrer.
Pero la pausa de este lunes le da también la oportunidad de blindarse no sobreexponiéndose más a los medios, salvo cuando sea estrictamente necesario y oportuno, y disponer que sean los Secretarios quienes informen sobre los asuntos de sus áreas, para que ellos carguen con la responsabilidad de sus dichos, bien en conferencias de prensa, bien en entrevistas banqueteras o de café, pero, igual, para acercarse a directivos de medios y a periodistas que comentan y hacen opinión, quienes pueden ser sus mejores aliados si se establece un diálogo productivo que beneficie a los veracruzanos; lógicamente, sacudiéndose también a los aplaudidores que tiene y que piensan que sus lisonjas las creen los ciudadanos, cuando lo único que le provocan es rechazo.
Como recordó bien el portal alcalorpolitico.com, desde 2019, cuando llegó al cargo (en septiembre de ese año), Verónica no había salido a ofrecer una conferencia de prensa como la de este lunes. Viendo y escuchando el desempeño que tuvo, hasta puede pensarse que la tenían tan azorrillada Eric Bola Ocho Cisneros y Cuitláhuac García Jiménez, que no la dejaban alzar la cabeza y la obligaban a cometer graves tropelías violatorias de los derechos humanos, si no es que hizo todo lo que hizo por gusto.
Anoche lunes, pues, Rocío debió haber conciliado bien el sueño sin necesidad de tomarse jarras enteras de té de valeriana, además porque debió haberse enterado por Ramsés Yunes Zorrilla, en su noticiero de radio (a quien su gobierno al llegar echó de RTV tras casi 30 años de conducir noticieros), que la revista Líderes Mexicanos le entregará un reconocimiento en una comida el 3 de septiembre en la Ciudad de México junto a otras 299 personalidades consideradas como los líderes más prominentes del país, distinción que también alcanzarán los empresarios xalapeños Antonio Chedrahui Obeso y Eguía y el tenor, también xalapeño, Javier Camarena.