Y AMLO, Sheinbaum, Nahle nunca alzaron la voz * Se robó los 300 millones para equiparlo * Cuántas vidas se pudieron salvar * Amado, doble abucheo * Sheinbaum y Nahle dicen sandeces sobre la producción de Dos Bocas * La huella del huachicol en la casa de la alcaldesa de Sayula
MUSSIO CÁRDENAS ARELLANO
Publicada en mussiocardenas.com
8 de julio de 2025
Ni Sheinbaum, ni Nahle, ni Morena, ni la 4T tienen calidad moral para festinar un hospital, el Materno Infantil de Coatzacoalcos, al que Cuitláhuac García le negó presupuesto, lo mantuvo en el olvido y lo congeló.
Sheinbaum y Nahle y el mismo Peje López Obrador fueron –y son– cómplices por omisión de un agravio social, de los miles de mujeres, decenas de miles de niños, privados de los servicios de salud, por los güevos y caprichos del sátrapa que mal gobernó Veracruz.
Ni el Peje, ni Nahle, ni Sheinbaum en sus días de campaña presidencial, instaron al gober inepto, al gober ladrón, a activar el Materno-Infantil, así se perdieran vidas, así se viviera la angustia de ver a un hijo con la salud quebrantada a las puerta de la muerte.
Callaron y eso es complicidad.
Seis años deseó Cuitláhuac García que el Materno-Infantil cayera a pedazos, devorado por el olvido, el concreto fracturado, las varillas al aire, puertas y ventanas afectadas por la falta de uso, infladas por la humedad.
Seis años sin destinarle un peso del erario. El presupuesto, usado incluso en las chaquetas cinematográficas del hermano incómodo del ex gobernador, mientras las rejas y portones del nosocomio eran devastadas por el óxido y la corrosión de la costa.
Cuitláhuac fue un criminal y Nahle, López Obrador y Sheinbaum, sus cómplices.
Las falacias, hoy, son de antología. Claudia Sheinbaum, la presidente con E, presume el hospital Materno-Infantil como la panacea en el nuevo bodrio de la 4T, el IMSS Bienestar, luego de matar al Seguro Popular, luego de gestar una crisis en el sistema de salud, luego del fracaso de un chiste llamado Bienestar, y de la farmaciota vacía de López Obrador, un mega fraude de dos mil millones de pesos.
Sheimbaum llegó a Coatzacoalcos y trajo a la plana mayor. Kershenobich, secretario de Salud; Eduardo Clark, subsecretario; Alejandro Svarch, titular de IMSS Bienestar.
La primera falacia la dijo Claudia Sheinbaum:
“Un hospital que prometieron hace 10 años. Después, cuando vino la pandemia, fue hospital fue atendió a enfermos de la pandemia; y después, se recuperó para ser lo que originalmente iba a ser, que es el Hospital para Mujeres, Niñas y Niños de Veracruz, y en realidad, también de Oaxaca porque también va a brindar apoyo a los habitantes del istmo”.
Y Svarch, que suele saber de lo que habla, tuvo otro desliz. Dice que el Hospital Materno Infantil lo mantuvieron en el olvido por 12 años. No, lo mantuvo en el olvido Cuitláhuac García, quien hoy es director del Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas), en el gobierno de Sheinbaum.
A su historia le falta un elemento clave: la verdad.
Y esa historia se remonta a Javier Duarte. Siendo gobernador de Veracruz, su esposa Karime Macías Tubilla, impulsó la construcción del hospital. De ahí, la ocurrencia de intentar bautizarlo como hospital Karime Macías, una oda al ego de la satrapilla que fue el motor del saqueo del gobierno de Veracruz.
Duarte ideó sustentar la construcción con recursos estatales y federales. Conocido por su capacidad para robar, el Congreso federal se resistía, pero al final, por orden del ex presidente Enrique Peña Nieto, cedió. En total, 875 millones de pesos. De ellos, Duarte se robó una generosa cantidad y dejó el hospital en obra negra.
Su sucesor, el panista Miguel Ángel Yunes Linares, a la postre el traidorazo que facilitó la reforma judicial, gestionó nuevos fondos, brincó las restricciones por ya haberse aportado recursos federales que terminaron en el bolsillo de Javier Duarte, y prosiguió la construcción.
Concluido el hospital, sólo restaba equiparlo. Se realizaron las licitaciones, las cuales fueron declaradas desiertas aduciendo que los proveedores ofertaban equipamiento fuera de especificación.
En octubre de 2018, se tomó una decisión: crear un fondo del que dispondría el gobierno morenista en el que quedaron depositados los 300 millones de pesos para equipar el hospital Materno-Infantil.
Pero llegó Cuitláhuac Gara y se los robó.
Al cuarto mes de gobierno, en marzo de 2019, un personaje cercanísimo a Rocío Nahle, el entonces secretario de Salud del régimen cuitlahuista y hoy delegado estatal de IMSS Bienestar, Roberto Ramos Alor, reveló la existencia de ese fondo de 300 millones de pesos dejados por Yunes Linares (Plumas Libres, 4 de marzo de 2019).
Ahí está la clave de por qué no se equipó el hospital. Una eminencia de la 4T, Cuitláhuac García esfumó la partida para equipamiento y lo condenó al olvido.
Nadie más supo de los 300 millones de pesos. Nadie vio que Cuitláhuac García dispusiera un solo peso para equipar el Materno-Infantil.
Pero cuando ocurrió la pandemia y el Materno-Infantil fue habilitado como hospital covid por orden presidencial, Cuitláhuac y su pandilla asestaron un golpe más: las camas no fueron adquiridas, fueron requeridas a hospitales del sistema de salud estatal en calidad de préstamo, a sabiendas que nunca serían devueltas. Otro robo.
Y cuando la pandemia concluyó, Cuitláhuac García volvió a sumir al Materno-Infantil en el olvido.
Doce años dice Alejandro Svarch que lo mantuvieron sin usarlo. No, lo congeló Cuitláhuac García, el morenista, compañero de andanzas de López Obrador, Nahle y Sheinbaum.
Nahle, que tiene la lengua más floja de toda la costa del Golfo de México, afirma que no lo terminaron de construir. No es así. Cuitláhuac García lo recibió construido, desapareció los 300 millones de pesos para equipamiento y lo abandonó por seis años.
Fue un agravio social. Fue un atentado contra la salud de mujeres y niños. Fue y es el sello de la 4T.
Cuitláhuac es un criminal. Y AMLO, Sheinbaum y Nahle, sus cómplices.
METADATO
Doble abucheo a Amado Cruz Malpica, el alcalde que terminó de hundir a Coatzacoalcos. Doble abucheo frente a la presidente Claudia Sheinbaum. Ahí, con un público muy morenista, en la puesta en marcha –por un día– del hospital Materno-Infantil, el repudio habla por sí solo. Agradecía Sheinbaum su presencia cuando se escuchó el rechazo prolongado, no de la oposición, ni del peronismo, sino de los adictos al atole cuatrotero, los migajeros del Bienestar. Cuatro años en el abandono, Coatzacoalcos sin una sola obra digna, sin servicios públicos, la basura convertida en una postal urbana; raterías a mansalva; podredumbre moral; corruptelas del alcalde pagando hasta la cirugía de su esposa, Esther Mortera Zetina, con recursos públicos; trastada y media y altanería en el DIF, donde también hace de las suyas la primera dama, incluidas las rifas cuyos boletos que deben vender los empleados, quiéranlo o no; nepotismo descarado, colocando a familiares, primo, sobrinas, parientes de la esposa, violando flagrandemente la ley. Dos abucheos frente a la presidenta Sheinbaum, nada más para que vea qué tan mal anda el prestigio del alcalde de Coatzacoalcos. Pudo ser más. Quizá gritos y mentadas. Diríase que con dos abucheos no le fue tan mal. Merece más… Dios las hace y ellas se juntan. ¿De dónde habrá sacado Claudia Sheinbaum que Dos Bocas procesa 200 millones de barriles de petróleo al día si Pemex sólo produce 1.6 millones diarios? ¿Y de dónde habrá sacado Rocío Nahle, la gober de Veracruz, que Dos Bocas es la refinería que más produce en el país, con 125 mil barriles al día, si Pemex dice que en mayo sólo produjo 43.3 mil barriles diarios. La ignorancia es atrevida. Y la mentira como política de estado siempre sucumbe ante la verdad… El rastro del huachicol llega hasta la casa de la alcaldesa de Sayula de Alemán. Una pipa con combustible robado, transitando por la carretera, con una fuga que va dejando el residuo, la huella del delito. Y de pronto se enfila hacia un destino, una vivienda a la que los internautas identifican como la casa de la polémica Lorena Sánchez Vargas, presidenta municipal de Sayula de Alemán. El video evidencia una complicidad insólita. Era de sobra sabida la protección a huachicoleros en esa región. Fue sabido el enfrentamiento que costó la vida a policías municipales de San Juan Evangelista, cuyos asesinos –huachicoleros– más tardaron en ser aprehendidos que en dejar la cárcel. Es sabida la complicidad, el silencio, la inacción de la Guardia Nacional, el aparato judicial que los deja en libertad. Y ahora queda la imagen grabada de la pipa cargada con combustible robado, su ruta, la fuga de huachicol, el rastro sobre el asfalto que con sólo seguirlo conduce a la vivienda que en Sayula identifican como el cálido hogar de Lorena Sánchez. Mientras, en la Mesa para la Construcción de la Paz, militares, navales y Guardia Nacional siguen en lo suyo, perdiendo el tiempo. Y el crimen organizado, feliz…
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