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Tuvieron que pasar cinco años para que la titular del organismo fiscalizador, ORFIS, Delia González Cobos se acordara que fue un invento de los periodistas eso de las empresas fantasma.
Pronta además salpica a los diputados que “no entendieron” el término empresas fantasma y que no hay nada chueco.
Las secretarias de Educación, Salud y Obras Públicas en su percepción, cinco años después de machacar sus irregularidades, ahora resulta que son la mar de honestas.
Nunca hicieron ninguna transa.
Por tanto, los 5 mil 500 millones de pesos desviados a empresas patito en el gobierno del atarantado, según Delia, nunca sucedió.
Es más, la empresa fantasma “Soluciones y Milagros”, creada en 2019 por Mauricio Gómez Castañeda, sí prestó servicios a la Secretaría de Educación de Veracruz, por un monto de poco más de 4 millones de pesos y si tenía domicilio fiscal, aunque no precisó que era el local de una Miscelánea en un apartado barrio de Xalapa.
¿Y los negocios fachada?
“¡Por esta!” que jamás existieron más que en la imaginación de esos malnacidos periodistas embuteros que inventan no columnas, sino calumnias con tan de hacerse millonarios.
¿Y qué decir de los diputados? Bueno, pues según la de ORFIS a pesar de sus explicaciones (un sexenio después) no les quedó “claro” que en Veracruz “¡No hay empresas fantasmas, solo milagrosas, chingao!”.
Por tanto, el Órgano de Fiscalización, luego de lo dicho por Delia, ya no investiga los 300 expedientes de Cuitláhuac sobre empresas fantasma que provocaron daño al erario de mas de 5 mil millones de pesos.
Una bicoca no sujeta a revisión.
A la de Orfis le llevó en un principio todo un sexenio denunciar irregularidades en municipios, oficinas de gobierno y mal uso del erario para que al arribo del nuevo gobierno viera a la Divina Providencia.
Sea que fuera reconvenida que es una fiel devota de los cacalovers, el caso es que ahora resulta que la chairiza es honrada y que los apendejaos son los periodistas y los que no entendieron y la malinterpretaron fueron los legisladores.
Y ¡Milagro!, la empresa patito “Milagros y Soluciones S.A.” es legal y sí bien falso que Cuitláhuac y Zenyazen Escobar tuvieran tratos comercial y financieros con una empleada de la secretaría de Educación, Araly Rodríguez por adjudicación directa por más de 100 millones de pesos.
Por lo pronto del otro lado del mostrador ya se supo que este fin de semana se brindó con champagne en casa de Zenyazen Escobar; hizo las paces con su exoficial mayor, la exvendedora de enciclopedias Ariadna Celeste Aguilar Amaya y quedó para el chiste popular que días atrás públicamente se culparon de autorizar 200 contratos a empresas falsas para la compra de folders, artículos de papelería, lapiceros, persianas y ¡equipo médico! por 205 millones de pesos.
Una ¡baba de perico!
Hasta el viernes anterior no contaban con que la Cobos era la Mujer Maravilla de los cacalovers.
“Ahí está periodistas chayoteros, yo no me robé ni desvié ese dinero que dicen”, respondió ayer en Twiter el atarantado Cuitláhuac García que, una vez más, sale impune de negocios millonarios, moches y subejercicios.
Es más, hay quien piensa que Delia es una convencida de que el atarantado debería gobernar de nuevo Veracruz y también los hay quienes están ciertos que Delia González Cobos debería ir al museo de la ignominia.
De lo que jamás se podrá librar la otoñal dama será de la Fuenteovejuna, de la burla popular, del escarnio y desprecio que le tiene el actual gobierno.
Delia cruzó la línea con tal de conservar la chamba y no tuvo empacho en arrodillarse cuando le preguntó la jefa ¿Qué horas son? A lo que sin rubor respondió: “¡Las que usted diga!”
Que pena de mujer.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
