Inicio ColumnasViernes Contemporáneo ¿Por qué sigue Namiko Matzumoto en Derechos Humanos de Veracruz? Porque como presidenta de la CEDH resultó una buena tapadera

¿Por qué sigue Namiko Matzumoto en Derechos Humanos de Veracruz? Porque como presidenta de la CEDH resultó una buena tapadera

by Armando Ortiz

¿Por qué sigue Namiko Matzumoto en Derechos Humanos de Veracruz? Porque como presidenta de la CEDH resultó una buena tapadera

Namiko Matzumoto ha sido presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Veracruz desde los tiempos de Javier Duarte, y desde esos días los derechos humanos en Veracruz han quedado anulados. En esencia, la CEDH debería estar del lado de los ciudadanos ante los atropellos de las autoridades estatales. Desde los tiempos de Javier Duarte nos hemos enterado de los graves atropellos que sufrieron muchos veracruzanos ante la inmunda cruzada de los fiscales en contra de los adversarios del gobernante en turno. Tan sólo en el sexenio de Cuitláhuac García, con la excusa de la ley de “ultrajes a la autoridad”, cientos de veracruzanos fueron llevados a prisión. ¿En algún momento se escuchó la voz de Namiko Matzumoto a favor de los derechos de esos ciudadanos ultrajados? ¡No! Por eso sigue Namiko en la CEDH, porque como presidenta de la comisión la señora resultó una buena tapadera. Sobre este tema señala el periodista Filiberto Vargas: “Otro síntoma del abandono que vive en estos momentos Verónica Hernández. Es la postura de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), un organismo que se convirtió en el principal defensor de la llamada “cuarta transformación” y que soslayó, sin el menor rubor, la rebeldía de Cuitláhuac García y de la propia fiscal, frente a los centenares de recomendaciones. Fue hasta ahora, cuando ya se le cayó la protección oficial, que la CEDH “se acordó” de que la Fiscalía ha rechazado múltiples recomendaciones y amenazó a su titular con proceder para que rinda cuentas por esas omisiones, cuando debió hacerlo desde hace tiempo, sin necesidad de enviarle mensajes preventivos”. Y ahora no sólo es “Namiko la tapadera”, sino que se deja utilizar para venganzas institucionales.

El fofo Márquez pide clemencia al juez: “Su señoría no me destruya la vida, soy un junior no un delincuente. El pendejo es un junior delincuente

Sólo queremos recordarle quién es Fofo Márquez. Este señor, hijo de un hombre muy rico de Jalisco, detenía el tráfico en las avenidas principales de Guadalajara sólo para demostrar a sus seguidores en redes sociales que podía hacerlo. Este tipo decía que era amigo de los hijos de Carlos Slim, que su padre producía productos que el 90% de los mexicanos consumía, que un día le dio una propina de 10 mil pesos a un repartidor de pizzas. Este junior, como él mismo se autodenomina, es uno de los tantos imbéciles que se dice influencer. Pues este tipo, que, por ser junior, influencer y millonario, se creyó impune y un día una mujer abatió con su auto el retrovisor de su novia. El sujeto, consciente del “poder” que le daban las redes sociales, bajó del auto y pateó con saña a una mujer adulta, la golpeó en la cara; la mujer pensó que la iba a matar. Cuando algunas personas se acercaron para ayudar a la mujer, el Fofo Márquez salió huyendo. Pues este sujeto, que semanas después de su crimen fue metido a prisión, ahora le pide clemencia al juez, clemencia que él no tuvo para su víctima. En una de las audiencias para determinar su culpabilidad el Fofo le pide al juez: “Su señoría no me destruya la vida, soy un junior no un delincuente, Tengo 27 años y ya perdí un año de mi vida”. Si el juez lo considera culpable de intento de feminicidio, el Fofo estará muchos años en prisión.

¡Ternurita! Uno de los “chicos” de Mario Delgado quería ser ministro de la SCJN, pero en la universidad no llegó a 8 de promedio; lo descalifican

Son muchos los que piensan que pueden tener la misma suerte que la plagiaria Yasmín Esquivel. Yasmín Esquivel, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a pesar de haber plagiado su tesis de licenciatura en la UNAM. Pues resulta que Eurípides Flores, uno de los “chicos” que labora cerca de Mario Delgado en la Secretaría de Educación Pública, quiso ser elegible para un lugar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Sin embargo, una de las reglas establecidas señala que el señor debió terminar sus estudios universitarios al menos con un promedio de 8. Pero Eurípides no llegó ni al 8 de promedio. Ah, pero que tal en las maestrías “patito” que cursó después. En esas sus profes le pusieron 10; ya sabe usted, el que paga manda. El “chico” de Mario Delgado pensó que esos dieces compensarían sus malas calificaciones en la universidad, por lo que reclamó al comité que lo rechazó en la primera instancia. Tuvo que intervenir el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quien señaló que las bases son claras, es en la universidad en donde se debe tener un promedio de 8, no en las maestrías o doctorados patito donde a todo el que pague le ponen 10. De esta manera el “chico” de Mario Delgado en la SEP fue bateado. Pero no se ponga triste muchacho, ya encontrará Marito Delgado la forma de consolarlo.

Armando Ortiz                        Twitter: @aortiz52                             @lbajopalabra

 

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